"Acá estamos en el pabellón de Devoto, esperando que se constituya el secretario de Justicia (Juan Martín Mena), queremos que esté presente Andrea Casamento y Claudia Cesaroni (referentes y militantes en asuntos carcelarios) por lo menos para poder negociar y llegar a un acuerdo pacífico". La voz de Guille, detenido delegado de la cárcel de Devoto, suena calma en medio de los gritos y el ruido de disparos. "Pero bueno, lamentablemente esto se vino avisando, el Poder Judicial desoyó las advertencias, los organismos de control no se constituyeron nunca y esto era previsible. Están reprimiendo, están lastimando a un montón de pibes", agrega y se suman al breve mensaje otros que gritan lo mismo: "Siguen reprimiendo".
Según pudo saber PáginaI12 todo comenzó cuando los presos se enteraron del resultado positivo de covid-19 de dos guardiacárceles que siguieron ingresando a trabajar al penal.
Durante la protesta varios agentes del Servicio Penitenciario Federal (SPF) resultaron heridos, como así también presos. La Cámara de Casación había instado a los jueces a conceder prisiones domiciliarias a los grupos de riesgo intramuros, como así también acelerar la excarcelación de aquellos detenidos que estaban muy cerca de cumplir sus penas, pero tuvieron escaso resultado entre los magistrados.
En este momento se produjo una tregua para iniciar una mesa de diálogo y mediación con funcionarios de la Procuración Penitenciaria y la Defensoría del Pueblo, a través de representantes de cada pabellón. Desde el Sindicato de presos resumieron los reclamos de los internos de Devoto y acusaron al SPF de faltar a la verdad: "Denunciamos que el SPF miente mediante informes que remiten a los juzgados diciendo que pueden garantizar la salud, elementos de higiene y personal. Ninguna cárcel de la Nacion esta preparada para una pandemia".
Esto sucedió por la mañana, y precisamente Cesaroni, del lado de afuera de los muros, aclaraba en sus redes sociales que no se trataba de un motín sino un reclamo desoído. "Los presos están reclamando que la situación en las cárceles sea incluida en las políticas sanitarias de cuidado", dijo la fundadora del Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos (Cepoc). A medida que pasaban las horas los detenidos avanzaban de un pabellón a otro, de un techo al siguiente, mientras eran llevados a la enfermería los heridos. "Nos negamos a morir en la cárcel", escribieron en una enorme sábana que colgaron luego de romper las chapas y los cielorrasos.
En las veredas las mujeres que habían acudido a las visitas corrían y gritaban desesperadas, exigían que pararan los disparos. Algunas de ellas fueron detenidas por la Policía de la Ciudad. "El covid-19 está en Devoto, jueces genocidas, el silencio no es mi idioma", rezaba otra gigante tela blanca con letras celestes. De hecho, desde adentro trascendía que los presos rechazaban la intervención de funcionarios del Poder Ejecutivo, sólo querían que se presentaran los jueces.
Este diario pudo saber que a media tarde acudió la Procuración Penitenciaria, Ariel Cejas, procurador interino, con su equipo, y se dirigieron al módulo 1, donde aún faltaba elegir a un representante para la mesa de diálogo. Sin embargo, un poco más tarde recrudecía la represión pero afuera, sobre las visitas, tal como reflejó la imagen de Marcos Sierra, del equipo de prensa de la Liga Argentina por los Derechos Humanos (LADH).
"En Desaguadero al 2800, un grupo de internos denuncia la feroz represión adentro, se corresponde con los disparos y los gases lacrimógenos, los internos respondieron con colchones encendidos para mitigar su efecto. Exigían que les hagan la prueba de covid-19 porque dos oficiales del Servicio Penitenciario ingresaron y son positivos de esa enfermedad", resumió Sierra ante PáginaI12. "Otra de las demandas es que le den la prisión domiciliaria a los detenidos por delitos leves, y a los mayores de edad o los que son grupo de riesgo. Gritan gracias por estar, porque es la única garantía de que no los masacren", agregó.
Por su parte, el Sindicato Unido de Trabajadores Privados de la Libertad Ambulatoria (Sutpla) comunicó antes del mediodía que en ese momento había detenidos de las plantas 1 y 2 de la cárcel de Devoto subidos a los techos. "Estos son nuestros reclamos:
* Queremos que bajen las autoridades. Hay penitenciarios infectados con covid-19 y trabajaron así en el penal.
* Que en principio se testee toda la poblacion de Devoto, detenidos y personal penitenciario para evitar que se propague el virus dentro del penal.
* Que se implementen las medidas sanitarias correspondientes al ministerio de salud y la OMS.
* Que se cumplan las leyes y las acordadas de la Casación y los organismos de derechos humanos, arrestos domiciliarios para los enfermos vulnerables a este virus, libertades a los que estan pasados de sus beneficios, también a los que están próximos.