Desde Roma

Este 25 de abril, el día que Italia conmemora la Liberación del nazifascismo ocurrida en 1945, será muy particular. No sólo porque los italianos no podrán asistir a las ceremonias en las plazas, monumentos o cementerios a causa de la cuarentena, sino porque la gente que ha visto padecer a su familia, sus amigos o los desconocidos por la tragedia del coronavirus, tiene necesidad de un nuevo "renacimiento", como se conoció al periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial. A la conmemoración de este año se agregó la Madre de Plaza de Mayo ítalo-argentina Vera Vigevani Jarach, que envió una larga carta a Italia, contando por qué se siente parte de esta celebración.

Los azotes de la pandemia, que en Italia ha costado la vida a casi 26.000 personas y contagiado a 193.000, no pasarán inmediatamente, pero comienza a aparecer una idea de "refundación". El ANPI, la Asociación Nacional de Partisanos de Italia, que lidera esta conmemoración cada año en honor a la Resistencia antifascista, ha entendido muy bien este sentimiento. “Italia tiene necesidad, hoy más que nunca, de esperanza, de unidad, de raíces, de la fuerza y la tenacidad para poder vislumbrar un horizonte de liberación”, manifestaron.

A este espíritu se suma la carta de Jarach, sobre la que se hizo un video que se difundirá como parte de la celebración. “Yo era una adolescente, hoy tengo 92 años. Puedo recordar y reflexionar sobre el significado que ese 25 de abril de 1945 tenía para todos nosotros, antifascistas y exiliados en Argentina después de las leyes raciales de 1938”, escribió la Madre de Plaza de Mayo. Contó que en su familia “la guerra y la Shoa (el exterminio de los judíos) eran una preocupación diaria” por las deportaciones a los campos de concentración, entre ellas, la de su abuelo materno.



“Pero hoy, 25 de abril, que recordamos las victorias contra el nazifascismo y celebramos la Liberación, no quiero omitir repetir lo que tanto en Italia como aquí en Argentina siempre subrayo: en la historia que se repite, no solo aparecen muchas violencias, muchas guerras, muchas persecuciones, muchos racismos, sino también el regreso de ideologías fascistas, dictaduras... Y desafortunadamente la tremenda desigualdad entre ricos y pobres, el hambre de una gran parte de la humanidad. Esto no debemos olvidarlo y tener mucho cuidado con lo que sucede. La experiencia de esta pandemia también nos lo dice”, subrayó. 

El presente nos habla de indiferencia pero también de solidaridad, de odio desatado pero también de compromiso desinteresado, de esperanzas y energías destinadas a alcanzar objetivos dignos de nosotros seres humanos”, concluyó. Y saludó al final: “Los abrazo desde lejos con un Viva l'Italia!”.

La carta y el video de Vera Jarach, escritora y periodista de origen judío, nacida en Milán en 1928 y madre de la joven Franca Jarach, que fue secuestrada en 1976 y asesinada en los vuelos de la muerte, serán difundidos en Italia por el diario de Milán Corriere della Sera, pero también por el portal del ANPI nacional, la Casa Argentina (que depende de la Embajada Argentina) y la organización “24 de Marzo”, que en Italia ha impulsado los juicios contra los militares asesinos de América Latina.

La historia de Vera y su relación con la Liberación es uno de los tantos testimonios que aparecerán en los eventos online que se organizaron en Italia para esta celebración. Este año no habrán manifestaciones ni actos multitudinarios donde se encuentra el Monumento a los Caídos, con el nombre y apellido de las personas muertas durante la guerra. Pero se tendrá la oportunidad de asistir, en una “plaza virtual”, a muchísimos eventos. 

Se podrán ver numerosas películas y documentales alusivos a la Resistencia, asistir a conciertos y a visitas virtuales a los Museos de la Resistencia, encuentros en streaming con historiadores, expertas en la Resistencia, periodistas, políticos. Se podrá también presenciar, siempre online, las ofrendas de flores en los monumentos locales, de la que participarán muy pocas personas, generalmente el alcalde del lugar y algún partisano o miembro del ANPI. A las tres de la tarde, el ANPI invitó a todos y todas a enarbolar la bandera italiana y entonar la canción de los partisanos, “Bella Ciao”

Más de 1.300 intelectuales y figuras de la cultura hicieron un llamamiento online al que titularon “Yo sigo siendo libre”. “En un momento en el que estamos obligados al aislamiento para combatir un enemigo invisible, en el que la distancia social nos hace sentir más solos, podemos y debemos abrazarnos y apoyarnos”, escribieron, y recordaron que “una vez que pase esta tormenta, deberemos reconstruir un mundo más justo, más equitativo, más sostenible”. En Bolonia, ciudad emblema de la Resistencia italiana, en Vía dell Pratello (la calle de los estudiantes), todos los que esta vez no podrán participar de la Fiesta de la Liberación están colocando sus fotos en las columnas de las recovas, como una manera de estar presentes.

La Resistencia fue un movimiento armado de oposición al fascismo y a la ocupación nazi. Se calcula que murieron durante el nazifascismo unos 54.000 partisanos. Usaban los escasos medios de que disponían para pasarse la información de una posición a otra y poder coordinar mejor sus acciones, a veces en contacto con los Aliados. Entre estos medios estaban las mujeres partisanas llamadas “bicicleteras”, que andaban kilómetros en bici, haciendo de correo de un lugar a otro, para llevar una información, un arma, o lo que se necesitara. A esas mujeres partisanas, que tuvieron un rol preponderante, la directora de cine Liliana Cavani les dedicó en los 60 el documental La mujer de la Resistencia. Otra película sobre este tema será proyectada en estos días, Partigiane 2.0. La libertà ha sempre vent'anni (Partisanas 2.0. La libertad tiene siempre 20 años).