El gobierno estadounidense volvió a postergar por tiempo indeterminado la autorización para importar limones desde la Argentina, según versiones que fueron confirmadas ayer por el Ministerio de Agroindustria. La demora en los permisos para la comercialización de cítricos argentinos, que se habían acordado en diciembre pasado con la administración Obama y que fue anunciado con bombos y platillos por el Gobierno, generó malestar entre los funcionarios. “El fundamento sería que aún no han sido confirmadas las autoridades del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) y por lo tanto no han podido revisar esta medida”, comunicaron desde la cartera que conduce Ricardo Buryaile. En otro intento por minimizar la medida, dijeron que tiene que ver con demoras en la definición de la conducción del Departamento de Agricultura estadounidense.
La falta de previsión del gobierno respecto de los cambios que acontecerían a nivel de relaciones comerciales con Estados Unidos, a partir de la asunción del magnate Donald Trump como presidente, tuvo su primer capítulo en los acuerdos para la exportación de limones a ese país. “Batallamos para que nos vuelvan a abrir el mercado de limón. Lo central ahora es la seriedad y la confianza que podamos generar (para seguir exportando)”, afirmaba Mauricio Macri el 20 de diciembre pasado al anunciar la reapertura de ese mercado. Tras la asunción de Trump, aseguraba luego: “No creo que sus políticas proteccionistas nos perjudiquen”. Sin embargo, dentro de un paquete de medidas firmadas por el flamante presidente estadounidense, se encontró el bloqueó el ingreso de limones argentinos.
Luego de ocho años de negociaciones, debido a que el lobby de los productores del Estado de California había logrado bloquear el ingreso de limones argentinos, el 23 de diciembre pasado el Departamento de Agricultura estadounidense autorizó la importación. La autorización debió haber entrado en vigencia el 23 de enero de este año, pero tres días antes de esa fecha y cuando estaba todo listo para que saliera el primer embarque de limones a ese país, fue postergada por sesenta días bajo análisis hasta el 27 de marzo.
En ese momento, Buryaile, que también había anticipado que nada cambiaría respecto del acuerdo limonero con la llegada de Trump, buscó minimizar el efecto y sostuvo que “se va a trabajar desde Cancillería, el Servicio Sanitario y el embajador en Washington”. “Vamos a seguir los canales diplomáticos normales y tenemos la confianza de que vamos a llegar a buen puerto”, agregó en esa oportunidad. Pero a escasos días de que se cumplan los dos meses de postergación, Agricultura de Estados Unidos decidió extender por tiempo indeterminado la suspensión del ingreso de limones argentinos, confirmaron fuentes oficiales.
Desde Agroindustria argumentaron que la administración Trump todavía no definió la conducción de su Departamento de Agricultura y no se revisó la medida proteccionista. “La prórroga fue informada oficialmente por el USDA, aunque no llegó la notificación formal”, informaron desde el sector citrícola. “El Gobierno argentino está realizando un seguimiento de la situación a través del Ministerio de Agroindustria y la Embajada argentina en Washington”, se limitó a informar sobre la prórroga la cartera que conduce Buryaile.
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos habían aprobado la importación de cítricos argentinos, una operatoria que propondría el envío anual de 20.000 toneladas de limones del noroeste argentino, por un valor de 50 millones de dólares. Los productores citrícolas de Tucumán tenían preparadas unas 10.000 hectáreas para iniciar las exportaciones con un programa de unos tres años, con un progresivo aumento de las ventas hacia la costa este, a través de los puertos de Baltimore y Nueva York. Las exportaciones de limones de Argentina se realizarían durante la temporada abril-agosto, cuando la producción estadounidense es muy reducida. El acuerdo implicaba que las exportaciones del NOA complementarían la necesidades de los Estados Unidos, que está incrementando sus importaciones para abastecer el consumo interno. El año pasado importaron 84.000 toneladas. La Argentina exporta unas 200.000 toneladas de limón fresco por año y el 75 por ciento tiene como destino el mercado europeo.