Argentina se retiró de las negociaciones que venían llevando adelante los países del Mercosur para acordar un tratado de libre comercio con Corea del Sur. El anuncio corrió por cuenta de la cancillería de Paraguay, que ocupa actualmente la presidencia pro témpore del bloque.
En un comunicado, explicó que Argentina dejaba de participar de las negociaciones por los acuerdos comerciales en curso --junto con el de Corea, se firmarían acuerdos similares con Canadá, India y el Líbano-- y los futuros, "excluyendo de esta determinación a las ya concluidas con la Unión Europea y con la Asociación Europea de Libre Comercio".
El presidente Alberto Fernández y el canciller Felipe Solá concluyeron que las negociaciones que se estaban realizando eran perjudiciales para el país, porque se trataba de acuerdos de libre comercio con países que producen bienes que compiten directamente con la industria local. La conclusión fue que, en este escenario más complejo todavía debido a la pandemia, podría resultar letal para la producción nacional.
Este viernes hubo una videoconferencia donde las diferencias entre los representantes argentinos por un lado y los de Brasil, Uruguay y Paraguay por el otro, quedaron expuestas. El secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, que defendió la posición argentina en la reunión, buscó convencer a sus pares de que el momento era el menos apropiado para plantear una apertura comercial con países con una industria desarrollada, como es el caso de Corea del Sur, con excedentes de productos por colocar, debido al parate económico mundial. Pero los otros representantes del bloque opinaron lo contrario.
Planteado el desacuerdo, el representante argentino expresó la importancia que el país le otorga al bloque regional y a la vez dejó clara su disposición a no transformarse en un obstáculo. “Creo que hay que avanzar en la búsqueda de soluciones jurídico institucionales que permitan que ustedes, como países mayoritarios, que tienen la intensión de avanzar a un ritmo que nosotros no podemos acompañar, puedan hacerlo y la Argentina tenga la oportunidad de evaluar en su momento la forma de sumarse”, sintetizó.
En un memo redactado por los funcionarios de la Cancillería, explicaron que la posición argentina es la de favorecer políticas que protejan las empresas y el empleo nacional, por lo que en estos momentos se volvía recomendable detener este tipo de negociaciones.