La Red de Espacios Culturales Independientes de Salta (RECIS) emitió ayer una carta dirigida a funcionarios provinciales. Allí describió la situación de emergencia que transitan los centros culturales y los trabajadores culturales independientes que los sostienen. 

En ese marco, solicitó políticas públicas culturales provinciales urgentes y específicas para contener al sector ante la cuarentena obligatoria. Consideró que las medidas que adoptó la Secretaría de la Cultura no son coherentes con la emergencia que viven. 

El vocero de la RECIS y miembro del Centro Cultural Pata Pila, Santiago Barnech, dijo a Salta/12 que desde los diferentes centros culturales “se vive una misma realidad que es muy angustiante”. En la carta contaron que las personas que integran la Red son “carentes de seguridad social y de una remuneración estable”. 

Barnech relató, además, que no pueden cumplir con los pagos de alquileres, de los servicios e impuestos al no poder realizar las actividades culturales que les permitían recaudar los recursos.  

En tanto, la referente del Multiespacio Cultural La Ventolera, Marianela Torino, contó que, tras el cierre obligatorio de todos los espacios culturales, “hoy no tenemos el mismo ingreso", y afirmó que la actual emergencia económica y sanitaria “al sector de la cultura le toca muy fuerte”.

Contó que casi el 50% de las personas que conforman los siete espacios que reúne la RECIS tenían un ingreso desde la actividad artística independiente que brindaban. Sostuvo que si bien la actividad “ya era precarizada desde hace tiempo”, ahora les resulta imposible afrontar la situación. La Red está compuesta por más 100 personas.

Barnech explicó que por esta razón elaboraron propuestas dirigidas al vicegobernador de Salta, Antonio Marocco; al ministro de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, Matías Cánepa; a la secretaria de Cultura, Sabrina Sansone, y al subsecretario de Gestión Cultural, Miguel Dallacaminá. 

En el escrito se destacó la necesidad de gestionar e implementar la habilitación urgente de las tarjetas Alimentar para los casos más urgentes y la posibilidad de generar un Fondo de Emergencia para los artistas que no cuenten con otro ingreso. También propusieron suspender el pago de servicios públicos para todas las salas y centros culturales durante la prolongación de la cuarentena y otorgar una facilidad de pago cuando termine. 

Además, solicitaron celeridad para la tramitación de subsidios y que puedan ser flexibles. Pidieron apoyo y promoción por parte de las instituciones del gobierno para la realización de festivales artísticos de forma virtual. Y que haya contrataciones de artistas para realizar funciones, clases y otros tipos de proyectos con la modalidad on line. 

En tanto, Torino insistió en que ante la urgencia el sector requiere de políticas públicas a mediano y largo plazo, "más sabiendo que la actividad cultural será una de las últimas en volver". "Creemos que un debate constructivo es necesario y es necesario ahora mismo”, añadió Barnech

La Red también está integrada por Minga Colectivo Artístico Cultural, el Centro Cultural Arpías, el espacio de Arte Danzartes, el Multiespacio cultural Kunuú y el espacio para las Infancias Porquesí Casa Cultural.

Medidas que no ayudan

En la carta que envió la RECIS se expresa el desacuerdo con los concursos “Salta te busca” y el “Fondo Ciudadano”, promocionados por la Secretaria de Cultura de Salta. Los referentes de los centros culturales manifestaron que “ambas convocatorias públicas no ponen en valor el trabajo artístico-cultural" y la función social de la cultura. "Por el contrario, al ser un concurso descontextualizado provocan la exclusión de muchas personas y espacios comunitarios que ya se encuentran en situación de vulnerabilidad total”.

Torino dijo que las medidas que se tomaron no son coherentes con la realidad. Expresó que su sector está pidiendo "que se cubran las necesidades de las personas que están en peores condiciones en estos momentos y de ahí en adelante”. "No queremos que se concurse porque hay mucha gente del sector artístico que no la está pasando bien y algunos no lo pueden hacer”, aseguró. 

Por esto aseguró que la actual gestión provincial supone que la cultura “no es una necesidad básica, pero hoy se están valiendo del sector artístico para sostener el entretenimiento en sus redes”. 

Desde la Secretaría también se anunció la entrega de módulos alimentarios para asistencia de los artistas. Ante ello, Barnech relató que el viernes 17 enviaron una nota con un pedido conjunto desde la Red. “Todavía no tuvimos respuestas. Esto es una urgencia y nos sorprende la no respuesta”, lamentó.

“Hay que resolver el hambre y después pensar las necesidades más inmediatas y las políticas públicas en conjunto”, expresó.  

Desde la Red ya vienen impulsando la necesidad de una legislación que reconozca a los espacios culturales. Ante la emergencia, Torino manifestó que se volvió a plantear el tema de una ley de cultura. Sostuvo que no contar con una normativa provincial o municipal que otorgue la habilitación de los centros culturales, los pone "en un lugar donde no parece legítimo nuestro trabajo”.

Función social y comunitaria

La RECIS manifestó que la función de la cultura en la comunidad "debe ser comprendida desde una perspectiva de derechos humanos”. Los siete centros culturales que la componen afirmaron que se deben pensar “los derechos culturales como derechos humanos” y que deben ser fortalecidos y promovidos, más en estos tiempos de aislamiento.

En ese sentido, aseguraron que los espacios culturales y los trabajadores del arte tienen un rol fundamental en el período de confinamiento, “como así también en los tiempos venideros”. 

Destacaron que la actividad cultural “brinda herramientas para poder comprender los cambios que se están sucediendo en nuestra manera de vivir”.

En el escrito, la Red manifestó que mediante su actividad, "se germinan y transmiten posibilidades de aprehender y transformar la realidad, nuevas y numerosas miradas. Esto permite crear "puentes de comunicación y empatía entre las personas, estimulación del pensamiento creativo y estético, como así también posibilidades de expresiones diversas y transformación del espacio interior-personal y relacional de los seres humanos”.

En ese sentido, alentaron que las actividades culturales también son esenciales en la promoción de salud emocional, mental e integral de la comunidad.