Marina Antonio es docente de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario. A principios de este año viajó a Brasil a través del Programa AVE Docente para complementar tareas de investigación y desde su vuelta al país cumple el aislamiento obligatorio, determinado por las autoridades sanitarias de la Nación, en un alojamiento alquilado a partir del Programa "Volver Seguro, para cuidarnos todos" de la UNR. “Siempre estuve en contacto con personas de la Universidad, y como yo vivo con mi hermano no quería ponerlo en riesgo. Desde que estaba en Brasil sabía de este programa y se comunicó conmigo el rector Franco Bartolacci para ofrecerme médicos y asistencia psicológica. Me sentí muy apoyada lo que me permitió estar tranquila ya que sabía que tenía todo armado para cuando volviera”, cuenta. El próximo martes 28 se cumplirán los 14 días desde su vuelta al país, que está cumpliendo en estricto aislamiento, sin síntomas de covid-19.
Oriunda de Chañar Ladeado, se recibió en 2015 de farmaceútica y desde el año siguiente comenzó a trabajar en el Área de Control de Calidad de Medicamentos de la Facultad. Actualmente se desempeña como Jefa de Trabajos Prácticos en la materia Garantía de Calidad de Medicamentos que se desarrolla en quinto año de la carrera.
Realizó una experiencia de investigación en la Universidad Federal de San Carlos, que se encuentra en el Estado de San Pablo. “Me fui el 28 de enero y la verdad que el tema del Coronavirus no se hablaba mucho. Cumplí casi todos los objetivos que me propuse a la hora de viajar, pero me tomó esta situación desprevenida porque en Brasil no se tomaron las medidas de forma concreta”.
Pasión por la investigación
El Programa AVE Docente es una iniciativa formulada en el marco del Plan de Internacionalización de la Universidad Nacional de Rosario. Tiene el objetivo de asistir al financiamiento del costo del pasaje internacional de los docentes e investigadores, cuyo viaje tenga como finalidad el cumplimiento de tareas de relevancia académica en el extranjero.
El riesgo de contagio de Covid-19 se convirtió en una preocupación real. “No hubo un decreto que obligara a estar en cuarentena, sino que las personas se ponían en aislamiento por decisión propia"
Marina, que está haciendo el Doctorado en Ciencias Químicas, no dudó en inscribirse para poder expandir sus conocimientos en el área. “Vi la posibilidad de hacer una estadía en otro lado para complementar la investigación de la que soy parte, que se vincula con el desarrollo de métodos analíticos para el control de calidad. Me interesaba tener acceso a otros equipos y conocimientos que en nuestro país no tenemos o no están tan desarrollados”.
Como la Universidad Federal de San Carlos trabaja en la misma línea de investigación, y cuenta con otro tipo de infraestructura, resultó ser el destino ideal. “Me pareció una oportunidad interesante, contaba con referencias del lugar por otras personas de la Facultad y sabía bien que desarrollaban una investigación parecida. Me contacté con el responsable del laboratorio y desde el primer momento me abrió las puertas. Tenía dos meses de estadía programada, pero pude aprovechar un mes y medio a raíz de la pandemia”.
La docente se llevó muestras en las que ya estaba trabajando para aprovechar al máximo el tiempo. “Fui con todo preparado para poder enfocarme en el uso del equipamiento y de los conocimientos que me pudiera ofrecer mi director allá. Es una experiencia enriquecedora, y además, el programa ofrece el generar un contacto para luego seguir trabajando conjuntamente a futuro”.
Volver segura
La labor de investigación de Marina no se vio afectada hasta los primeros días de marzo, cuando teniendo en cuenta el contexto latinoamericano, el riesgo de contagio de Covid-19 se convirtió en una preocupación real. “No hubo un decreto que obligara a estar en cuarentena, sino que las personas se ponían en aislamiento por decisión propia. Fue todo tan repentino que se cortó toda actividad de un día para otro. Al estar en otro país, no llegaba a dimensionar la situación y fue importante el apoyo de mis compañeros de laboratorio. Dejé de ir a la Universidad y empecé a trabajar desde mi alojamiento, pero viendo la situación decidí volverme”.
Al tener pasaje para el 3 de abril, esperó en aislamiento hasta que se cumpla esa fecha ya que la aerolínea no le permitió adelantar el pasaje. Igualmente, una semana antes de la fecha se le canceló el vuelo y ahí fue donde comenzó la odisea para volver a casa. “Tuve mucha asistencia del Área de Internacionalización de UNR" w:st="on">la UNR y de la Facultad, siguiendo siempre mi caso. Dentro de un grupo de personas varadas en el exterior se habilitó la posibilidad de armar una traffic para volver al país por vía terrestre ya que los vuelos estaban complicados”.
Marina, al igual que todas las personas que están manteniendo en aislamiento a partir de este programa, tiene un médico que la monitorea
El transporte salió desde San Pablo, y si bien Marina no conocía al resto de los tripulantes más allá que por contactos de Whats App, sintió que era la mejor opción para volver. En un viaje de más de 24 hs llegaron a la frontera, donde autoridades sanitarias realizaron los controles correspondientes y habilitaron que pudieran partir en un colectivo hasta Retiro. “Cuando llegamos a Retiro nos asignaron hoteles y nos avisaron cuando el próximo micro a Rosario estuviera listo para salir”.
Al volver del exterior, UNR" w:st="on">la UNR implementó el Programa "Volver Seguro, para cuidarnos todos", coordinado por el Área de Internacionalización y destinado a miembros de la comunidad universitaria para que puedan cumplir con el aislamiento en un alojamiento alquilado a tal efecto, con las condiciones de bioseguridad correspondientes.
Marina, al igual que todas las personas que están manteniendo en aislamiento a partir de este programa, tiene un médico que la monitorea y se comunica con ella dos veces al día para llevar un registro de su estado de salud. “Estoy en un departamento que tiene todas las comodidades necesarias y por suerte no presento ningún síntoma. Tengo que estar aislada hasta el martes 28, y por obvias razones no veo a nadie pero estoy todo el tiempo en contacto gracias a la tecnología. La verdad que UNR" w:st="on">la UNR me apoyó desde el primer día para que esté en las mejores condiciones”.
Pero si existe algo que ni una pandemia mundial pueda frenar es la labor docente: desde el mismo día que llegó comenzó a dar clases virtuales. “Estamos dando la práctica del laboratorio online, lo que es todo un desafío porque es difícil que los estudiantes puedan tener la misma experiencia desde sus casas. Sin embargo buscamos videos explicativos y otros recursos digitales que les sean de utilidad para que puedan comprender los procesos y dimensionar cómo sería el trabajo dentro del espacio. Nos parece muy importante no perder tiempo de clase y aunque sea una modalidad diferente, apostamos a poder brindar lo mejor mediante esta vía”, concluyó.
Desde 1 de abril, al establecerse como medida sanitaria los cierres de frontera en diversos países, UNR" w:st="on">la UNR puso a disposición de las personas que no habían podido regresar un acompañamiento psicológico coordinado por la Facultad de Psicología, en co-gestión con el Área de Internacionalización, con el soporte de asistencia legal del Programa Acceso a la Justicia, además de la asistencia sanitaria con el Centro de Salud de UNR" w:st="on">la UNR y la articulación con diversos espacios con los que cuenta la universidad y que puedan presentarse como pertinentes.