Las reuniones que preside Mauricio Macri de la mesa chica del PRO quedaron en suspenso por un tiempo. No es que no se volverán a hacer, pero los principales referentes del espacio observaron que solo servían para difundir las diferencias internas y no le estaban sumando nada a la construcción partidaria. Ya María Eugenia Vidal y Jorge Macri habían faltado a las últimas y Horacio Rodríguez Larreta podía pretextar en cualquier momento que las urgencias de la pandemia le impedían estar en el encuentro virtual. Así las cosas, los encuentros se espaciarán. Todos descartan que se dejen de hacer por un tiempo largo. "Es el lugar donde Mauricio todavía preside algo", comentó uno de los integrantes del espacio a este diario.
Las reuniones que convocaba Macri de la cúpula del PRO se convirtieron en la arena de disputa entre dos grupos bien diferenciados: los que gestionan y los que polarizan. Entre los que gestionan están, obviamente, Larreta, los intendentes del PRO, pero también Vidal -que viene acompañando a ambos- y el jefe de bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo. Entre los que apuestan a la polarización están la presidenta del PRO, Patricia Bullrich; el ex candidato a vicepresidente Miguel Angel Pichetto y, detrás de ellos, Macri.
Las crisis del coronavirus solo hizo profundizar las diferencias en torno a cómo se debían comportar con el Gobierno nacional. Las discusiones crecieron cuando se reactivaron los trolls en Twitter y diversos sectores señalaron a Bullrich detrás de la convocatoria de cacerolazos contra Alberto Fernández. Además de las diferencias internas del PRO, en la discusión talló Elisa Carrió
, que defendió a Larreta y le mandó advertencias veladas a Bullrich.
Estas discusiones amargas se extendieron por varias reuniones de la cúpula
, donde el foco de las tensiones siguió siendo Bullrich, que defendía una línea más dura contra el peronismo. Las cosas no se aplacaron cuando se sumaron a la mesa los intendentes del PRO
, sino que crecieron. Hubo fuertes reproches a la presidenta del PRO, también por el proyecto para recortar compulsivamente sueldos a los políticos, que no tenía consenso interno. Larreta ensayó la semana pasada una versión voluntaria de ese proyecto para los integrantes de los tres poderes de la Ciudad.
El último encuentro de la cúpula fue el 12 de abril.
Si bien fue más tranquilo que los anteriores, comenzaron a notarse las ausencias de los que pensaban que esas convocatorias tan frecuentes de Macri eran una pérdida de tiempo o algo peor. De hecho, ninguno accedió al pedido del ex presidente de que se reunieran físicamente y los encuentros fueron siempre virtuales. Y ahora pasaron a ser espaciados.
"Los dejamos de hacer por un tiempo. Tampoco es que lo vamos a dejar de hacer permanentemente", se atajaban en el PRO. "Lo que pasa es que no sumaban nada. Exponían las diferencias del espacio en los medios y no mucho más", indicó a este diario una fuente que sigue de cerca las discusiones por Zoom. El saldo de las últimas reuniones, además de un sinfin de diferencias, fue que Bullrich "se calmó un poco". Aunque, como acotó uno de los asistentes tras la última reunión, "hay que ver cuánto le dura". En ese último encuentro, se emitió un comunicado que no convenció a muchos de los asistentes. De hecho, se discutió gran parte del día y salió publicado hacia la noche, pese a que la reunión había sido temprano a la mañana. En ese comunicado cuestionaban al Gobierno nacional y le reclamaban "juego limpio".
La cuenta de Twitter de Bullrich muestra que sigue buscando con qué tema polarizar. Hace unos días se metió en la discusión entre la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y la Corte Suprema por la habilitación para que sesione el Senado.
De todas formas, nadie cuenta con que las reuniones dejarán de ocurrir. "Mauricio no las va a dejar de hacer, porque es el único lugar donde tiene algo de poder. No tiene otra cosa", indicaban quienes lo conocen. "Fijate que no se puede quedar quieto. Si no se hacen las reuniones, va y firma lo de la Fundación Libertad
contra los gobiernos populistas. La verdad... hoy Mauricio es la mancha venenosa", sentenciaron.
Macri sí tiene previsto, en algún momento de la semana que viene, hablarle al bloque de Diputados del PRO, en un ciclo de reuniones que organizó Ritondo. Eso sí, en la mayoría de las reuniones (con Vidal, Larreta y hasta con Emilio Monzó) primó la línea dialoguista con el Gobierno nacional. "Esperemos que Macri no se mande ninguna como la de la Fundación Libertad cerca de la reunión. Los que lo empujan para ese lado son Patricia Bullrich y Guillermo Dietrich", indicaban en el espacio. Mientras conviven con el ex presidente, muchos se preguntan cómo construir un macrismo sin Macri. Y esa es la discusión de fondo.