La acusación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra su predecesor, Barack Obama, de haber espiado sus comunicaciones telefónicas en la Torre Trump se debilitó ayer, luego de que dos senadores de alto nivel dijeran que no existe evidencia alguna que respalde esas afirmaciones. El republicano Richard Burr, presidente del Comité de Inteligencia del Senado, y el demócrata Mark Warner, vicepresidente del mismo organismo, afirmaron en un comunicado que no disponían de datos veraces para apoyar lo sostenido por Trump en un tweet publicado el 4 de marzo. “No hay bases en la información de la que disponemos ni ningún indicio de que la Torre Trump haya sido objeto de vigilancia por elementos del gobierno de Estados Unidos antes o después del día de las elecciones de 2016”, señalaron. El 4 de marzo, Trump acusó vía Twitter al ex presidente Barack Obama de ordenar una intervención telefónica del rascacielos neoyorquino en el que vive la familia del presidente y desde donde llevó a cabo su campaña electoral. Obama lo negó a través de su vocero Kevin Lewis: “Ni Obama ni otro funcionario de la Casa Blanca jamás ordenaron la vigilancia de un ciudadano norteamericano”.