El sanjuanino Federico Pereyra, voleibolista del seleccionado argentino y del Al Halil de Arabia Saudita, siente "una desesperación terrible", por volver a la Argentina, algo que no consigue desde que se declaró la pandemia de coronavirus, debido a que "no hay vuelos de repatriación desde Medio Oriente".
"Estoy bastante preocupado porque por ahora no tengo forma de volver. Tampoco quiero buscar un vuelo a San Pablo y quedarme varado en un aeropuerto con mil valijas", le contó Pereyra a Télam, desde Riad, capital de Arabia Saudita.
El opuesto está en esa ciudad desde noviembre. Su mujer y su hijo de dos años lo acompañaron parte de la temporada, pero regresaron antes a San Juan.
"Estoy en contacto con el cónsul de la embajada, no nos dio respuesta de cuándo podemos viajar todavía, aunque siempre atendió el teléfono y está a disposición. Eso hay que rescatarlo, porque en otros lugares cerraron la embajada y apagaron los teléfonos. Sé que el Enard está detrás de repatriar a los deportistas varados también, pero no es fácil", agregó Pereyra.
Waldo Kantor, quien era el director técnico del Al Halil, el equipo más poderoso de Arabia, pudo regresar a Buenos Aires a mediados de marzo por una sorpresiva desvinculación, que terminó representando una ventaja.
Kantor venía de llevar al equipo a ser el bicampeón de la liga, con apenas una derrota en dos temporadas. "Después de perder el primer partido del campeonato 2020, ¡el primero!, que para mí era la segunda caída en tres temporadas, me cortaron el contrato", le explicó Kantor, todavía incrédulo, a Télam.
El armador de la generación del vóley argentino que ganó la medalla de bronce en el Mundial 1982 y en los Juegos de Seúl '88, tardó una semana en arreglar su desvinculación con los árabes y el 15 de marzo pudo regresar a la Argentina. "Vivir la temporada allá es difícil sin la cuarentena, así que me imagino lo que le debe estar costando a Fede", añadió el entrenador.
A Pereyra, Al Halil le adeuda los sueldos de marzo, abril y mayo. "Nos dijeron que tenían los pagos listos pero a mí el club me queda a 50 minutos de auto, y no puedo llegar si no tengo un permiso para circular. Acá hay toque de queda. Solamente podés ir al supermercado o a la farmacia más cercana entre las seis de la mañana y las tres de la tarde", relató el jugador de 31 años.
"El 3 de marzo jugué el último partido pero no dieron la noticia oficial de que se suspendía el torneo. Hay varios extranjeros que ya se fueron a sus casas así que todo indica que se cancela. De hecho, el miércoles llevé al aeropuerto al australiano que jugaba conmigo y me deprimí. Tengo días mejores que otros", admitió Pereyra.
El voleibolista, integrante del seleccionado que se clasificó a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, está en contacto con un grupo de argentinos que también están varados en Arabia y pretenden volver, entre ellos el mediocampista Leonardo Gil (ex Rosario Central y actualmente en Al-Ittihad de la Liga Profesional Saudí). "Coincidíamos en la desesperación", reconoció Pereyra.
De todas formas, el jugador sabe que debe tener paciencia. "Dentro todo acá tengo casa, comida, internet. Eso lo valoro. Hay gente que se quedó sin trabajo y la está pasando mal en serio. Vivo en un 'compound', que es una especie de country donde todos son extranjeros, no hay saudis. Hay pocos europeos, muchos egipcios. Por ahora estoy bien, me contacto con mi familia, aunque lo que más cuesta es manejar la cabeza", concluyó Pereyra.
Este es un contenido original realizado por nuestra redacción. Sabemos que valorás la información rigurosa, con una mirada que va más allá de los datos y del bombardeo cotidiano.
Hace 37 años Página|12 asumió un compromiso con el periodismo, lo sostiene y cuenta con vos para renovarlo cada día.