Ante el escaso consumo de combustibles debido a la pandemia que mantiene a la población mundial en el encierro, el precio del petróleo se derrumba en el mundo, llegando a sus niveles más bajos de la historia. A pesar de la caída, hay pocas expectativas de que el combustible baje en el país.

El ingeniero y especialista en petróleo, dueño de la empresa petrolera VenOil Energía, Gustavo Naves, explicó que esta pandemia de coronavirus “ha hecho trastabillar todas las economías de todos los países del mundo”.

El especialista agregó que entre el 80 y el 85% de la matriz de consumo de energía en el mundo aún proviene del petróleo, y que “si bien hay alternativas como la eólica o la nuclear, la fuente principal de consumo todavía es el oro negro”.

Pero la cuarentena mundial para evitar el contagio del Covid-19, ha provocado una abrupta caída de su principal demandante, el combustible. Lo que generó “cosas extrañas como que el valor del WTI, que es el valor de referencia en Estado Unidos, llegara a valores negativos, algo que es irrisorio e inentendible”.

El 20 de abril, el barril de crudo del WTI cotizó en los -36,98 dólares, su precio más bajo en la historia. En 2008 había llegado a cotizar 145 dólares.

“La explicación de esto”, prosiguió Naves, “es que básicamente están todos los tanques y depósitos de todo el mundo llenos de petróleo”, y explicó que como el último recurso es parar los pozos, se sigue produciendo pero no se vende. “Hay fotos de la cantidad de barcos cargueros parados en el mar llenos de petróleo porque no hay lugar dónde almacenarlo”.

En Argentina, se redujo un 80% el consumo de nafta en este período, el gasoil bajó un poco menos (50%), debido a que el campo se vio exceptuado de la medida de aislamiento social. Y por la parálisis total de vuelos comerciales, el consumo de combustible de avión se derrumbó en un 90%.

Cae el petróleo, no la nafta

“Si sube el petróleo sube el combustible, si baja el petróleo no baja el combustible, no es la misma lógica”, sostuvo jocosamente el ingeniero, quien explicó que son varios factores los que influyen en que la caída del precio del crudo no signifique una merma en el precio de las naftas.

Para el experto, uno de esos factores es el precio de referencia que se usa en el país. “Hay dos referentes de precio a nivel mundial, el WTI, de Texas, y el petróleo Brent, que es un precio de referencia principalmente de Europa, del Mar del Norte”.

Argentina, “desde hace unos años”, maneja el Brent, que hoy está en torno a los 20 dólares (llegó a caer a su precio más bajo del siglo cuando descendió a los 15,98 dólares por barril el 21 de abril).

“En los primeros meses del año estábamos con un barril en torno a los 60 dólares y, aunque sufrió una drástica caída, no fue tanto como la del WTI”, indicó Naves.

A este factor le agregó que en Argentina “se estudia volver al barril criollo, que tiene precio argentino y fija un valor asociado a mantener la actividad principalmente en todos los campos petroleros”. Hoy muchos de esos sectores se encuentran prácticamente paralizados, como su proyecto más grande, Vaca Muerta.

También están sin actividad las dos grandes refinerías en el país, Plaza Huincul de YPF y Raízen (brasilera que se encarga de los productos de Shell). Por lo que tienen sus depósitos llenos de petróleo y de nafta procesada sin poder vender.

A estos factores de parálisis de la producción y comercialización, los empresarios le suman el precio del impuesto al combustible (ITC), que lo fija el Estado, más la devaluación del peso y un supuesto atraso histórico en los precios.

“Todo esto, dicen, los sitúa en el lugar de cubrirse ante la pérdida que están sufriendo y que tienen que compensarla manteniendo el mismo precio”, explicó Naves.

Y concluyó, “el precio de la nafta debería bajar pero mi apreciación es que no lo va a hacer en lo inmediato”.

Estatización

Gustavo Naves fue directivo de YPF durante 16 años. En esta instancia particular opinó que ante la caída del precio del crudo y, por ende, de las acciones, “no es utópico pensar en una estatización” de la firma. Y argumentó que éste es “el momento óptimo para estatizar YPF, hoy la empresa vale 1.160 millones de dólares por el valor de sus acciones, está a su precio más bajo en su historia”.

Pero reconoció que sería más fácil sin la situación de endeudamiento y crisis del país, “en el que estamos cercanos a entrar en un default técnico”.

El 51% del paquete accionario de YPF le corresponde al Estado Nacional y las provincias, el 49% restante es privado y se reparte entre dos grupos de accionistas de los Estados Unidos y uno de Argentina.

“Si se tomara la decisión, sería el momento, hoy es 10 veces menos su valor que hace 10 o 12 años atrás”, aseveró Naves.

El costo de producir en Salta

Si bien reconoció no manejar datos precisos de los rindes y la producción en la cuenca del NOA, el especialista indicó que toda la zona está viviendo una merma en su producción, en primer lugar “por el precio del crudo a nivel país e internacional”, que genera que muchas empresas no se sientan atraídas para explorar en estas regiones.

Y en segundo lugar, debido a que "toda la cuenca del Noroeste es compleja, en donde hay que hacer pozos muy profundos, de unos 3.500 metros, lo que encarece las operaciones”. 

A su vez, adujo que la cuenca viene en declive desde hace un par de décadas “y esto viene de la mano de que no hay nuevos descubrimientos”.

Aunque vio una posibilidad a través del descubrimiento que realizó la Unión Transitoria de Empresas (UTE) que conformaron en 2018 Pampa Energía (de Marcelo Mindlin) y High Luck Group, en la localidad de Los Blancos (departamento Rivadavia), “el pozo está perforado terminado y cerrado, pero tiene algunos problemas ambientales”, indicó.

“Ahí” añadió, “habría que ver cómo hacer para articular desde la provincia con esta UTE y ponerlo en producción. Creo que podría llegar a ser algo interesante para un proyecto exploratorio”.

La cuenca del NOA es predominantemente gasífera y llegó a ocupar el segundo puesto en la producción total del país.