Después de un mes y medio de cuarentena en su casa de Mallorca, Rafael Nadal dejó expuesta su preocupación por el impacto que podría tener en su cuerpo el regreso a la actividad. La edad, su historial de lesiones y la inactividad prolongada conjugan un combo letal para su físico, según expresó el campeón de 19 títulos de Grand Slam, en una entrevista conjunta que brindó con el basquetbolista Pau Gasol a los directores de los principales medios deportivos españoles.

"Tanto a Pau como yo tenemos una edad avanzada, por lo que todos los parones en el tiempo creo que nos perjudican, especialmente. Y nos perjudica el no competir, pero el no entrenar también", explicó el número dos del mundo, que en poco más de un mes cumplirá 34 años y que hace más de 18 temporadas que es profesional.

Con singular crudeza, Nadal dejó en claro que teme por el futuro de su carrera, una vez concluida la pandemia. "Llevo un mes y medio sin tocar una raqueta y para un cuerpo como el mío, que está castigado, es muy perjudicial", insistió el tenista, que extendió su preocupación a posibles lesiones futuras. "Para un deportista profesional es muy perjudicial porque no es un tema de estar parado voluntariamente. Es un tema de que mi brazo, cuando vuelva a golpear una pelota, me va a doler en muchos sitios: me va a doler la muñeca, el codo… Al estar parado, el riesgo de una lesión en la vuelta es muchísimo más grande que cuando uno mantiene una actividad, por pequeña que sea”, alertó Nadal. 

En ese sentido, el 13 veces ganador de Roland Garros esbozó una crítica al Gobierno español, que mantiene prohibida la actividad física fuera del ámbito del hogar. "Yo, si pudiera entrenar 30 minutos al día el tenis, ejercitando los músculos específicos, creo que sería un gran avance al nivel de que mi cuerpo pudiera estar menos oxidado cuando lo necesite", destacó el actual número dos del ranking mundial. "En mi caso, la preocupación sí que existe, porque al final el cuerpo necesita actividad. Yo hago en casa lo que puedo, pero el cuerpo cuando le das un parate de manera drástica, es difícil volver a ponerlo en marcha”, insistió Nadal, que repitió una preocupación por sus casi 34 años: "Yo soy positivo y espero recuperar, pero el riesgo es grande... Creo que el riesgo en una edad avanzada es más alta que antes".

Para colmo, Nadal se mostró muy escéptico respecto a una pronta vuelta a la actividad, ya que para ello debería existir un control de la pandemia, algo que no parece vislumbrarse a corto plazo. "Para volver a desarrollar una actividad completamente normal tendremos que encontrar una vacuna o algo que cure definitivamente el virus, cosa que a día de hoy no estamos aún preparados para ello", resaltó. Por como se desarrolla el circuito internacional, con jugadores de diferentes partes del mundo viajando semana a semana por diferentes países y ciudades, un regreso cercano parece utópico, sobre todo porque los países del centro de Europa y Estados Unidos son los más afectados por la pandemia.

Pero más allá de su pesimismo respecto a un pronto regreso del circuito de tenis, Nadal, en cambio, aseguró que está esperanzado en que la vida diaria no cambie demasiado respecto a lo que era antes de la aparición del coronavirus. "No veo un futuro sin poder abrazarte con la gente habitualmente, reencontrarme con alguien del circuito que no veo desde hace muchos meses y no poder darle un abrazo", se ilusióno el tenista. "Yo confío que esto se pueda solucionar, pero hasta que no se solucione hay que tener la máxima precaución", destacó.

A diferencia de ese optimismo, Nadal también vislumbró "tiempos muy difíciles" en cuestiones económicas, con muchísimas rubros que perderán muchísimo dinero por no poder llevar a cabo sus actividades. "A nivel económico creo que vamos a sufrir muchísimo y en todos los sectores, pero especialmente, en el turismo el impacto va a ser devastador para muchos. Hay que estar fuertes", consideró Nadal