El aislamiento social preventivo y obligatorio, que ofrece más tiempo para volver sobre los recuerdos y analizarlos bajo la luz del presente, trajo este lunes una reflexión del delantero uruguayo, Antonio Alzamendi, quien aseguró que su gol en la final ante el Steaua de Bucarest que le dio a River su título intercontinental en 1986 fue más importante que el que anotó Juan Fernando Quintero ante Boca, en Madrid, por la final de la Copa Libertadores.

"El de Quintero fue un golazo y muy importante para la historia de River, pero el que tuve la suerte de hacer con ese gran equipo del '86 fue más importante por lo que significó en cuanto a logro deportivo", expresó Alzamendi desde Cardona, en Uruguay.

El delantero, de 63 años, campeón con River y con Independiente en la Argentina, agregó: "Es la única Copa Intercontinental que tiene el club, por eso en mi opinión es que fue el gol más importante de todos, sin desmerecer el logro de Madrid y ante Boca, pero aquel equipo fue impresionante y le ganó a un rival muy duro que era casi le selección rumana".

El charrúa reconoció que un compañero mereció, a su parecer, haber sido elegido la figura de la final jugada en Japón. "La figura de ese partido fue el Negro Montenegro, lo que jugó y marcó ese día fue tremendo, le tendrían que haber dado la llave del auto a él. Y a mí me dejaban festejar", recordó, entre risas.


"¿Sabés lo que era jugar con esos jugadores?
-rememoró Alzamendi-. El Beto Alonso fue único, ese sí que era enfermo de River. Estaba adelantado. O Roque Alfaro que era un 10 terrible y en ese equipo corría y marcaba a todos. Los de arriba respirábamos por la defensa que teníamos. Ese equipo fue una locura lo que jugaba, lo que metía y el convencimiento: nos sentíamos campeones antes de empezar".

El futbolista, autor de 134 goles en el fútbol argentino, se manifestó "muy orgulloso de haber jugado con Alonso, Bochini, Francescoli y Rubén Paz. No sé cuántos tuvieron ese privilegio. Igual, yo la metía, eh, así que me doy un poco de corte yo también".