El joven que regresó al país pese a estar contagiado de coronavirus en un Buquebús desde Uruguay fue procesado sin prisión preventiva y embargado por 25 millones de pesos. El episodio obligó en su momento a una cuarentena de 14 días a los 400 pasajeros que viajaban allí. Uno de ellos finalmente murió.
El imputado es Luca Singerman y fue procesado bajo el cargo de "autor
penalmente responsable del delito de violación de medidas adoptadas por
las autoridades competentes para impedir la propagación de una
epidemia".
El hecho que derivó en el procesamiento dictado por el juez federal Luis Rodríguez se produjo el 19 de marzo último, cuando Singerman llegó al país desde Uruguay, en el último tramo de su regreso a la Argentina desde Holanda. Según sostuvo el juez en su resolución, "Luca Alejandro Singerman, lejos de colaborar, demoró en informar lo que se anteponía a cualquier otra cuestión al tomar contacto con la autoridad sanitaria".
El magistrado resaltó que las autoridades sanitarias, al tomar conocimiento del caso, procedieron a "tomarle la temperatura e incluso le insistieron en que debía completar su declaración jurada de salud", pese a que el imputado aseguraba que recién poco antes se había enterado de la infección, "disimulando así su rémora en tren de evitar además que se lo reconviniera".
"Claramente, Luca Alejandro Singerman no estaba colaborando a través de este acto de obstrucción, que francamente tampoco hubiera tenido sentido sostener en reserva la información si realmente con anterioridad a entrevistarse con las funcionarias verdaderamente lo hubiera puesto de manifiesto a las autoridades del buque como lo sostiene, porque estos últimos invariablemente ya le hubieran comunicado a las funcionarias semejante dato en el momento mismo en que abordaran", expuso el magistrado.
Para el juez, "no hay justificativo para que Luca Alejandro Singerman, habiendo recibido aquel mensaje a las 19:29 horas, casi media hora después y sin completar su Declaración de Salud del Viajero, recién decidiera manifestar su condición de infectado, que por lógica ya la conocía estando a lo que declaró en el sentido de haberla transmitido anteriormente --ni bien la recibió-- a alguien de la tripulación, lo que no está probado".
"Luca Alejadro Singerman negó haber manifestado a las funcionarias que había padecido tos, consecuentemente su posición debe ser atendida por la instrucción", reprochó el magistrado.
Por otra parte, para el juez el joven abordó el buque a sabiendas cuanto menos que era caso sospechoso de covid-19 lo que terminó confirmando a bordo de la embarcación cuando le llegó una notificación de las autoridades sanitarias de Uruguay donde se había realizado un test.
La semana pasada, un hombre de 83 años y nacionalidad argentina, que estuvo en el barco en el que viajó Singerman, murió contagiado de la enfermedad.