En Campo Quijano una adolescente de 15 años fue atacada por un vecino en la calle cuando volvía de hacer las compras el sábado. El hombre intentó violarla, pero la chica pudo escaparse, aunque la manoseó y golpeó. La madre se quejó de que el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix no ordenara la detención del agresor en ese momento, ya que vive al lado de la casa de la víctima. 

El domingo la madre amplió la denuncia contra el pedófilo porque continuaba espiando a la chica y golpeando las paredes. El agreso fue excluído de su hogar y fue enviado a la casa de una hermana, a 200 metros. Recién este lunes fue detenido. Pero en esos dos días en que el atacante seguía tan cerca, sin que la víctima tuviera protección la madre tuvo que enviarla a la casa de unos familiares para alejarla de ese lugar.

La causa está caratulada como abuso sexual simple. El agresor se llama Armando Farfán y tiene 46 años. La madre de la víctima contó a Salta/12 que la hija volvió de hacer las compras el sábado gritando y no conseguían calmarla, "decía: 'el loco me atacó, me insultó, me dijo cosas'". En estado de shock la adolescente no podía contar lo que le había pasado. "Llamé al 911, pedí que mandaran un móvil, pero después decidí que vayamos a la comisaría de Campo Quijano que queda a cinco cuadras de la casa. En el camino le empecé a ver a mi hija los magullones de los brazos y rasguños en los pechos. Ella me contaba: 'el tipo se me vino encima, me insultó y me dijo mirá como te vestís puta de mierda, me agarró fuerte de la entrepierna. Me quiso violar, me resistí y me golpeó'", relató la madre.

La mujer dijo que el fiscal Rodrigo González Miralpeix "desestimó la denuncia al principio diciendo que era un problema de vecinos". Aseguró que escuchó eso en una llamada telefónica entre el funcionario de Justicia y la Policía. "La Policía le decía que a mi hija ya la había revisado el médico legal, que tenía lesiones y que estaba en estado de shock", sostuvo la madre.

Añadió que el año pasado ya hicieron una exposición policial contra este mismo hombre porque "golpeaba la pared, noches enteras, pasando a las 2, 3, 4, 5 de la madrugada. Era una tortura, es un tipo inadaptado para vivir en sociedad", manifestó.

"El médico de guardia del Hospital Francisco Herrera constató las lesiones en el cuerpo, y en la pierna", detalló la madre. Dijo que su hija estaba siendo revictimizada por el profesional y que la Policía tuvo que decirle que se limite a asentar las lesiones que observaba y no a interrogar a la víctima.

"Esto es traumático para mi hija. Es una niña. Se tuvo que desnudar delante del médico, que no tuvo empatía con lo que le pasó y le preguntaba '¿te violó o no te violó?'. Tuvo que intervenir la oficial de Policía. El médico le revisó los genitales, le decía 'una violación es cuando hay penetración. ¿El tipo te colocó el semen encima o qué te hizo?'. La policía le dijo: 'usted tiene que colocar los rasguños, magulladuras, golpes, lo que tenga que observar como médico porque la chica ya ha declarado en la comisaría'. El médico no quería hacer la revisación. Mostró falta de empatía y de humanidad ante una niña quebrada", dijo la mamá.

El agresor, "así como salió, volvió a su casa. Ya tenía una perimetral, se le ordenó la prohibición de acercamiento a 240 metros y la incumplió. Desesperada, publiqué lo que nos estaba pasando en Facebook, con el nombre de él, y la familia fue a presionarme el sábado a la noche para que la retire", sostuvo la madre. 

"Siento frustración e impotencia. Mi hija se tuvo que ir de acá. La casa (del agresor) está al lado, comparten hasta la pared. El tipo duerme del otro lado. Es terrible", expresó la madre. 

La defensora de género, Liza Medrano, intervino ayer, luego de que se lo pidiera el director de la institución educativa a la que asiste la víctima. "Fue terrible, el director del colegio expuso la situación. Me comuniqué a la comisaría, informé que había una desobediencia judicial que es un delito de acción pública y lo puede denunciar cualquiera. Lo que hice fue anoticiar a los fines de que se consulte con la jueza Ada Zunino y pedí medidas cautelares. La jueza verificó la desobediencia. Se logró excluirlo al agresor. No solo estaba el primer delito de abuso sexual, sino también la desobediencia. No lo detienen y le imponen reglas de conducta. La jueza no puede pedir la detención si el fiscal no la pide antes", aclaró Medrano.

La defensora explicó que el delito de abuso sexual simple tiene una pena que va de 1 a 4 años y es excarcelable. "No toda denuncia provoca una detención inmediata", señaló.  En este caso recién el lunes se logró la detención, por una "conducta evasiva" a la justicia.

Medrano dijo que los niños y las niñas son más vulnerables en la cuarentena. "El vecino conocía los movimientos de la niña, ya la venía vigilando, viendo si estaba sola o cuáles eran sus rutinas"

La madre de la víctima es psicopedagoga, enfatizó que quedaron en una desprotección del Estado ante la situación sufrida por la hija. Y que no tuvo ni asistencia psicológica por lo que tuvo que contratar a una profesional de manera particular

No solo es mi hija la que corre riesgo”, manifestó la mujer, haciendo referencia a que recibió llamados de otra joven que dijo haber sido atacada en la misma zona el año pasado y que no había hecho la denuncia, también expresó preocupación por las niñas que son parte de la misma familia del atacante. "Es una amenaza para todos", dijo la mamá. Añadió que quieren juntar firmas y para que el agresor sea expulsado del lugar y que espera una respuesta del intendente Carlos Folloni.