El cuarto caso positivo de coronavirus en Salta y las circunstancias en las que se detectó, siguen dejando secuelas. Ahora podría judicializarse si prospera la denuncia que intendentes y legisladores de General Güemes radicaron en la Policía contra la ministra de Salud.
Aunque en la conferencia de prensa del jueves no lo dejaron en claro, los tres intendentes del departamento de General Güemes, y los legisladores, resistieron la decisión de la ministra de Salud, Josefina Medrano, de dar atención en el Hospital Joaquín Castellanos a las seis personas reingresadas a la provincia ese día.
La posición de los güemenses se transparentó en la denuncia penal que radicaron el domingo en la noche, tras conocer que a uno de los dos trabajadores rurales que venían sin ser registrados, se le confirmó ser el cuarto caso positivo de Covid-19 en Salta. Por explicaciones que dieron luego, se conoció que su enojo es por el ocultamiento de la información que el Ministerio de Salud tenía de antemano, del regreso de dos trabajadores que habían estado en contacto estrecho con un joven que se había contagiado de coronavirus.
En la conferencia que brindó ese día el gerente del Hospital güemense, Rubén Villalón, sostuvo que es inadmisible dejar a su suerte a salteños que reingresan a la provincia. Más, cuando se trata de trabajadores que fueron a “ganarse el pan” a otro lugar, y que debían ser atendidos en el Hospital por la activación del protocolo. Los denunciantes son los mismos que escucharon y acompañaron a Villalón en la conferencia. En aquel momento, que se tuvo que hacer la conferencia ante la amenaza de una pueblada, no lo refutaron.
La denuncia contra la ministra fue firmada por el intendente del municipio de Güemes, Sergio Salvatierra; su par de Campo Santo, Josefina Pastrana, y el titular de la comuna de El Bordo, Sergio Copa. Además, la firmaron Carlos Rosso, Germán Rallé y Daniel Segura, senador y diputados provinciales respectivamente, y Stella Maris Pérez, concejala.
En el escrito los denunciantes afirmaron que Medrano tenía conocimiento del caso desde el 21 de abril. Ese día se informó “de pasajeros sospechosos de Covid-19 (trabajadores golondrina) que retornaban de Río Negro a las provincias de Salta y Jujuy y al tener información de epidemiología de Río Negro que los mismos habían tenido contacto con un caso positivo confirmado en dicha provincia”.
Sigue el escrito relatando que cuando Salvatierra se enteró de la activación del protocolo por el gerente del Hospital “le manifiesta (a Medrano), su oposición al ingreso de estas personas al nosocomio local”. Según la denuncia, lo mismo hizo el senador Rosso y en ambos casos, la titular de la cartera sanitaria “desoyó” los pedidos en pos de la activación del protocolo para aislar a las personas en el Hospital de Güemes.
Horas después, se desconocen aún las razones, las personas que habían sido aisladas en el hospital (hasta ese momento asintomáticas y sin ninguna confirmación de coronavirus), fueron de todas maneras trasladadas a un hotel del microcentro salteño para hacer la cuarentena. Eso a sabiendas de que había un contacto estrecho anterior de dos de ellos con alguien con Covid.
“No se supo que venían ocultos”
En el colectivo en el que viajaba uno de los trabajadores que, hoy se sabe, tiene Covid-19, había dos personas sin registrar: él y un compañero suyo desde Río Negro.
En la causa que abrió el fiscal federal Francisco Snopek bajo el proceso de flagrancia por los delitos establecidos en los artículos 202, que prevé una pena de 3 a 15 años de prisión para el que “propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas”, se conocieron algunos detalles. El 21 de abril desde el Sindicato de la Fruta de Neuquén se avisó al sistema de Salud de Colonia Santa Rosa que dos personas con domicilio en ese municipio eran buscadas por haber tenido contacto estrecho con un paciente al que le había dado positiva la prueba para Covid-19.
Este trabajador vivía con tres personas más. Una vez que se confirmó el positivo, se avisó por teléfono a la casa que compartían para que los demás se hicieran el análisis. Solo llegó a ir uno a revisión médica y quedó en cuarentena en el sur del país. Los otros dos (hoy detenidos en el marco de esta causa) no fueron. Se desconoce si fue a propósito o por desconocimiento. Por las versiones que surgen del mismo gobierno de la provincia, sus compañeros habían avisado que ya habían salido de viaje a Salta y, por lo tanto, se contaba con los nombres de cada uno. Fue el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pulleiro, quien el domingo afirmó que se buscó a ambos trabajadores en los listados de la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT), sin detectarlos en ningún viaje.
Snopek afirmó que recién se encontró a los dos trabajadores ocultos en Cabeza de Buey, porque como el colectivo en el que venían continuaba con el viaje a Humahuaca (Jujuy), los que se quedaban en Salta debían bajarse allí. Al llegar al control bajaron los seis. Pero los miembros de Seguridad se dieron con que según el listado aprobado de la CNRT, sólo debían bajar cuatro, y que dos de los descendidos no estaban en el listado. Allí se activaron las consultas y el fiscal Snopek, una vez en el lugar, inició las actuaciones.
“En ningún momento se supo que venían ocultos. Fallaron todos los controles”, desde el momento que el colectivo salió desde Río Negro hasta llegar a Cabeza de Buey, dijo el fiscal a Salta/12.
Al detectar la situación se avisó al Ministerio de Salud, que dispuso la activación del protocolo. La cartera derivó entonces a las seis personas para ser aisladas en el Hospital de Güemes. “Para mí, actuó bien el Comité de Salta y no podíamos actuar de otra forma. Hasta incluso se acordó con el Comité de Jujuy. Y se pudo coordinar”, dijo Snopek.
Y es que además de las seis personas que bajaron en Cabeza de Buey, había otras 45 (Pulleiro habló de 34) que debían seguir viaje a Jujuy. Esos pasajeros fueron aislados en la vecina provincia en un hospital de campaña.
Una vez que realizaron el viaje a Jujuy los dos choferes y el dueño de la empresa de colectivo (que tampoco estaba registrado en la lista), volvieron a Salta custodiados y quedaron también en prisión preventiva y aislados. Las 9 personas que quedaron en la provincia fueron trasladadas primero a un hotel del microcentro salteño. Tras confirmarse el positivo de Covid-19 para uno de ellos, los cuatro pasajeros y los cinco encausados fueron aislados en un hospital de Salta Capital. El colectivo, en tanto, se encuentra secuestrado. Se deben buscar los papeles en su interior. Pero nadie quiere hacerlo por temor al contagio.
Aislados y errores
Ante la nueva situación, los médicos que activaron el protocolo y atendieron a los pacientes en el ómnibus, y dos médicas del Hospital del Milagro que hicieron lo propio en el hotel del microcentro salteño quedaron aislados hasta que se puedan hacer las muestras.
Además de estos aislamientos, se supo que los legisladores Rosso y Segura se aislaron por haber estado en contacto con los médicos que atendieron a las personas que bajaron del colectivo. Una de las quejas es que en realidad, a entender de los legisladores, Salud sabía que venía un alto probable caso de contagio de Covid-19 y no avisó para activar el protocolo con más rigor. Aunque se supone que todos los protocolos deberían ser rigurosos.
Rosso también señaló que venía reclamando la presencia de la ministra en el hospital de Güemes desde hace varias semanas para que verifique si estaba en condiciones de recibir pacientes con Covid-19, pero según el senador provincial no pudo conseguir que se llegue hasta el lugar, distante a unos 40 kilómetros de la capital salteña.
Existen algunas críticas de infectólogos sobre la forma en que están manejando las cuestiones epidemiológicas en los hoteles donde se aloja a personas que deben cumplir la cuarentena. “Las médicas vieron a mucamas sacudiendo las sábanas en los pasillos”, dijeron fuentes médicas al comentar sobre lo ocurrido respecto a este cuarto caso que dio positivo para Covid-19, y que estaba alojado en un hotel antes de confirmarse la infección.
Por protocolo, las muestras en caso de contacto estrecho con alguien que da positivo para Covid-19 deben hacerse a los cinco días del contacto. Es por eso que se espera contar con la totalidad de las muestras de quienes estuvieron en esta situación hasta el viernes, inclusive.