No es que haya sido un "perro" como jugador, dado que no hacía goles, no defendía, ni atajaba. Tampoco fue director técnico, utilero, ni siquiera masajista. Mucho menos dirigente de un club que pudo consolidar un plantel súper competitivo y llevó a Independiente a lo más alto de América. Era simplemente un perro que alcanzó fama local y cuya figura trascendió las fronteras. Por si fuera poco, el "personaje" en cuestión resultó un verdadero talismán para ese equipazo que concretó la hazaña de ser tetracampeón de la Copa Libertadores... con la "ayudita especial" que sólo un amigo fiel es capaz de dar. En el Día del Animal, la historia de Boneco, el can fetiche del Rojo multiganador de la década del '70.
* Suerte de perro. Aún permanece fresca la recordada cábala del talco del entrañable Rubén "Panadero" Díaz, asistente de Alfio Basile en su primer ciclo como entrenador en Boca. Creer o reventar: en la temporada 2005/2006, el equipo xeneize festejó cinco títulos al hilo, locales e internacionales.
Pero por más que alguna vez el Panadero Díaz haya dejado rastros de polvo en las espaldas de Coco Basile, no inventó la pólvora, ya que en el ambiente del fútbol local las cábalas no escasean. Por caso, para aquellos que se quejan de que todo les sale mal y hasta afirman tener "una suerte de perro", Boneco representó en los años '70 todo lo contrario para Independiente.
Según cuenta la leyenda, este singular perro callejero primero llegó a salvarle la vida a un homeless oriundo del Brasil y conocido por el apelativo de Lolo. El hombre se hallaba postrado y muy mal de salud, dado que sufría una gangrena fulminante en una pierna. Y el hecho de ser una persona en situación de calle no hacía más que agravar la dolencia.
Sin embargo, de la nada se le presentó este perrito, que empezó a lamerle las heridas. Y entonces ocurrió el milagro de Buenos Aires, porque Lolo pudo zafar de una amputación que se presentaba como inevitable. Y hasta salvó su vida. Agradecido, el ciruja brasileño bautizó a su flamante compañero con el nombre de Boneco, que significa "monigote" en portugués. De ahí en más, dueño y mascota serían inseparables.
* Camino a la fama. Lolo "instruyó" a Boneco, lo volvió dócil y le enseñó a hacer piruetas. Y para parar la olla, ambos participaban en espectáculos en el circo y hasta en eventos de cumpleaños y bodas. La suerte comenzó a cambiar y pronto Boneco llegó a formar parte del elenco de "Gorosito y señora", una comedia que emitía Canal 13 protagonizada por Eduardo Muñoz, Santiago Bal y Susana Brunetti.
Pero el fanatismo de Lolo por Independiente lo hacía soñar con hacerle una visita al plantel que conformaban, entre otros, el capitán Ricardo Elbio Pavoni, Ricardo Bochini y Daniel Bertoni. Y un día Boneco se apareció en pleno entrenamiento, mostró sus habilidades a los jugadores, éstos se encariñaron y así fue adoptado como mascota.
Poco más tarde, el perro y su dueño hacían un truco que aún hoy muchos protagonistas recuerdan: "Lolo le daba un pañuelito y le decía, por ejemplo, 'lleváselo a Bertoni'. Y Boneco se lo llevaba. Todavía no se entiende cómo lo hacía. Era un perro muy especial".
Boneco hizo su presentación oficial en marzo de 1974, al ingresar a la cancha con el equipo y en un clásico contra Racing. Esa tarde, Independiente goleó 4-1 y Bochini logró el único hat-trick en toda su carrera. En adelante, Boneco se convirtió en un verdadero talismán y acompañó al plantel a todas las canchas. El público lo quería mucho y lo aplaudía en cada presentación del Rojo.
Roberto "Pipo" Ferreiro era el DT por esos años y afirmó que cuando Independiente viajaba fuera del país, Boneco tenía un pasaje y hasta su propio pasaporte. Cuando la gente lo veía correr con la banderita en la boca, explotaba de alegría. Evidentemente el perro contagiaba un optimismo único.
"En ese momento se permitía entrar con animales a la cancha. El era uno más del plantel, lo queríamos mucho y nos hacía muy bien que estuviera en los partidos", admitió el Chivo Pavoni, quien ante los duelos coperos que Independiente jugaba de visitante, arengaba a los suyos de forma particular: "Si Boneco entra a estos estadios tan llenos y no se achica, ¿cómo vamos a arrugar nosotros?".
"Cuando nos falta Boneco, sentimos su ausencia como la de uno de nosotros", resaltó alguna vez Bochini sobre este famoso "hincha" de cuatro patas. "Todos querían conocerlo, en el Perú todavía se lo recuerda", aseguró por su parte el delantero inca Percy Rojas.
* El principio del fin. Pero Boneco no fue la única mascota que tuvo Independiente. Los memoriosos cuentan que en la década del '40 tuvo un precursor llamado Upa, que cuidaba el campo de los que se querían colar y no tenía problemas en mostrar los dientes a aquellos árbitros que se atrevían a perjudicar al Rojo. Así y todo, Boneco aventaja a Upa en un detalle acaso decisivo: fue el único perro campeón de América, por lo que forma parte de la historia del Rey de Copas.
El triste final llegó a principios de los '80, cuando muere Lolo. No fueron pocos quienes aseguraron que Boneco participó del velatorio, acompañó el cortejo fúnebre hasta el cementerio y hasta esperó a que entierren a su amigo. Luego se plantó junto a la tumba y no se movió de ahí hasta su propia muerte. Un verdadero campeón de la fidelidad.