Campo del cielo reúne una serie de relatos mitológicos que se amplifican en un clima de extrañeza en los personajes y en la atmósfera que se respira en cada uno de los textos.

Hace más de cuatro mil años, en una extensa región del norte argentino, se produjo la mayor lluvia de meteoritos sobre la Tierra. Hay distintas explicaciones sobre el fenómeno que parece influenciar el comportamiento y las usanzas de la gente de alrededor.

Un sinfín de personajes, no tan extraños tal vez para el interior del país, recrean costumbres que de pintorescas, algunas veces, devienen en grotescas. Atravesados por hechos en común que se repiten a lo largo de los cuentos éstos se van encadenando por un tema, un personaje, un tono. El autor nos habla del lugar y los hechos a través de los personajes que habitan Campo del cielo.

Los animales circulan entre los personajes con naturalidad, como parte imprescindible del paisaje. Hay perros, tatús, burros y la ruta como una constante, como el límite o el inicio de algo.

En palabras del autor encontramos en los relatos un “gótico chamamecero”: el calor, los ambientes agobiantes, el polvo como un enemigo. El lugar, el ambiente, el clima que forma la gente transversalmente. Estamos en el reino del polvo, que todo lo habita y lo nubla y en el medio de este reino los meteoritos como centro del universo que conforman los personajes. Hay una especie de poder hipnótico en los meteoritos y a su alrededor se van desarrollando las historias.

Le suceden cosas a los habitantes, a los visitantes y a los merodeadores de Campo del cielo. El fenómeno de extrañamiento que produce la relación con los meteoritos se va desplegando de distintas maneras.

Atravesados por la fantasía del relato popular, abordados desde el realismo, con un lenguaje urbano el autor demuestra una vez más la solidez en el lenguaje. Quirós maneja muy bien la tensión entre lo cotidiano y lo siniestro que va contando en forma soslayada hasta que el lector se encuentra con historias más perturbadoras y desequilibrantes sin perder un dejo de humorismo.

Campo del cielo, Mariano Quirós, Tusquets, 2019.