En un mundo suspendido en el tiempo, una comunidad de descendientes de europeos cultiva tanto la tierra como sus tradiciones, pero los campos de los hermanos Lell son amenazados por una helada. Sin embargo, una misteriosa joven aparece y la helada cede. Surge un rumor entre los aldeanos: la joven es una santa que llegó para salvarlos. Esa es la sinópsis de la película Helada negra, dirigida por Maximiliano Schonfeld, que concursó en 2016 en el Festival de La Habana.
"El director realiza un estupendo trabajo de observación que, entre otros detalles, puede comprobarse en la exquisita composición de la gran cantidad de primeros planos (...) Miradas furtivas, solapadas, encubiertas, a partir de las cuales consigue generar la ilusión de un registro voyeurista", consideró Juan Pablo Cinelli en su crítica en Página/12.
"Para quienes esperan una narración con fuertes revelaciones y golpes de efecto habrá que advertirles que Schonfeld es un creador de climas, de atmósferas, de estados de ánimo. La película, elíptica y misteriosa, fluye sin prisa y sin caer en las convenciones del cine de género", consideró el crítico Diego Batlle, mientras Fernando Varea describió que "rodada en la localidad entrerriana de Villa María con personas del lugar –salvo la protagonista–, La helada negra orilla la fantasía con pudor, con la ayuda de una música amenazante que altera el fondo sonoro hecho de mugidos de vacas y murmullos de pájaros. No menos sutiles resultan otras señales de alarma en ese apacible espacio cruzado de árboles y fardos dorados: una mano que aprieta una fruta, por ejemplo". La protagonista es Ailín Salas, quien encarna a la joven que el pueblo ve como hacedora de milagros.
La helada negra, de Maximiliano Schonfeld, se verá esta noche, a las 22, en el ciclo Nuevo Cine Argentino, por la Televisión Pública.