Si falta agua abajo, la costa se desploma. Si el agua de arriba sobra, la costa se desmorona. Las dos afirmaciones le caben a Rosario en las últimas horas. Porque después del derrumbe costero en el club Mitre, el sábado pasado, ayer la abundante lluvia que arreció entre la madrugada y el mediodía socavó la barranca en la bajada Pellegrini, frente al parque Urquiza, y precipitó un pequeño alud que cubrió la avenida con barro y tramos sueltos de caños de desagüe. Con todo, la Municipalidad no resolvió todavía algo concreto respecto de las familias que habitan en la zona de riesgo. Hoy habrá una recorrida de inspección desde el río, a bordo de una lancha de Prefectura Naval.
Tres sectores en la barranca de Pellegrini, cerca de avenida Belgrano, se desprendieron como consecuencia del temporal. "La mayoría de los árboles que están en la pendiente cumplen la función de sostener el terreno y mantenerlo firme, pero una lluvia tan importante, en pocas horas, como la que ocurrió, causó esto", indicó Gonzalo Ratner, de Defensa Civil, cuando arribó al lugar.
Las dos manos de la avenida Pellegrini, hasta la barranca del parque Urquiza, habían quedado cubiertas de barro, pasto, un par de árboles y arbustos, además de caños de desagüe que el derrumbe destrozó y arrojó sobre el empedrado.
Fue la consecuencia más gravosa de los trastornos que ocasionó la tormenta de ayer. En unas doce horas cayeron entre 70 y 80 milímetros de lluvia. El temporal derribó una veintena de árboles entre el centro y el macrocentro, por ráfagas de viento que alcanzaron hasta 60 kilómetros por hora.
Por la misma causa de las lluvias se desmoronó también ayer una parte de un parador en el balneario Isla Verde, al otro lado del río, frente a Rambla Catalunya. El accidente no causó mas que daños materiales. A ello se suma el otro accidente hidrográfico que impactó esta semana: el agrietamiento y posterior derrumbe de la barranca en el sector concesionado al club de pesca Bartolomé Mitre, al lado del parque España.
El presidente de la entidad civil, Miguel Escudero, estimó pérdidas por 8 millones de pesos y aseguró que el club ya contrató a un estudio de ingeniería para encarar la construcción de un muro de contención para recuperar el terreno perdido y evitar nuevos derrumbes.
Pero el riesgo se extiende a toda la costa, debido a la retirada del río. Hoy una embarcación de Prefectura Naval realizará una inspección desde el río junto a técnicos y al secretario de Obras Públicas, José Luis Conde. Por el momento, nada indica que la Municipalidad vaya a desalojar las viviendas situadas sobre o debajo de la barranca.