La actividad económica marcó una caída del 2,2 por ciento en febrero respecto de igual mes del año pasado. Así lo publicó este martes el Indec. La construcción y la industria manufacturera son dos de los sectores que más cayeron, con retroceso de 20,4 y 1,3 por ciento, respectivamente. Se trata de las dos actividades que resultaron más afectadas en los últimos por la política liberal del macrismo.
Entre las actividades que registraron un avance en febrero se destacó la explotación de minas y canteras, con un alza de 3,5 por ciento. También el sector de hotelería y restaurant con un incremento de 1,6 por ciento. Estos rubros a partir de marzo anotaron una fuerte caída en la facturación debido a la cuarentena. Las estimaciones apuntan a caídas de más del 50 por ciento en las ventas del sector.
Otras actividades con aumento interanual fueron enseñanza (0,6 por ciento), electricidad, gas y agua (1,0 por ciento), pesca (2,2 por ciento), agricultura, caza, ganadería y silvicultura (0,2 por ciento).
En contraste, otros sectores con retrocesos en febrero fueron servicios sociales y de salud (-0,8 por ciento), transporte y comunicaciones (-0,9 por ciento), actividades inmobiliarias (-0,8 por ciento), comercio mayorista y minorista (-1,6), intermediación financiera (-7,7 por ciento) e impuestos netos de subsidios (-4,6).
El documento del instituto de estadísticas oficial indicó que la actividad económica marcó un descenso del 1,1 por ciento en febrero respecto de enero. A su vez, precisó que en el acumulado del primer bimestre hubo un retroceso del 2,0 por ciento. Explicó por la caída del 1,8 por ciento en enero y del 2,2 por ciento en febrero.
El mercado interno atraviesa una importante crisis desde mediados de 2018. Las medidas de apertura irrestricta de capitales, endeudamiento y ajuste del sector público provocaron el derrumbe de la economía real junto con una fuerte crisis financiera.
El resultado fue la devaluación, el aumento del desempleo y el avance de la inflación. El ciclo de recesión en los próximos meses puede profundizarse debido a la crisis sanitaria. El parate de la economía es elemental para contener el avance de la Covid-19.
El informe de actividad económica del Indec reúne varios de los registros que integran el Producto Interno Bruto, que el año pasado bajó 2,2 por ciento y que para este año, por efecto de las medidas de coyuntura por el coronavirus, retrocederá 4,0 por ciento según cálculos privados, 5,7 por ciento en la estimación del Fondo Monetario Internacional, y 6,5 por ciento para la Cepal.
La Argentina no será el único país de la región con un fuerte impacto este año. Latinoamérica tendrá un importante caída debido a las consecuencias de la pandemia. “Es el impacto económico más severo que ha tenido la región en su historia”, afirmó recientemente la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.
El organismo estima que la economía de la región va a registrar una caída del 5,3 por ciento y América del sur lo haría en un 5,2 por ciento. En América latina y el Caribe, más de once millones de personas quedarían desempleadas y la pobreza por ingresos aumentaría en 30 millones de personas.
La economía argentina está peor que los países vecinos, con una baja que se estima en el 6,5 por ciento para este año, en la línea de Ecuador y México. "Hay que entender que la economía no va a volver a la normalidad", planteó la Cepal.
Indicó que se viene una nueva etapa en donde la conexión productiva regional e incluso nacional va a predominar sobre los entramados globales. En la visión de la Cepal, la actual crisis viene a acelerar un proceso de agotamiento que venía mostrando la globalización comercial. Se aseguró que deben disponerse préstamos baratos y ágiles por parte de los organismos internacionales y advirtió que además tendrá que haber facilidad para reestructurar deudas e incluso condonar, “no sólo para los países más pobres sino también para los de ingreso medio”.