El proyecto de Ley de Emergencia Económica de Horacio Rodríguez Larreta entró a la Legislatura a plena polémica. El ministro de Hacienda, Martín Mura, asistió a una reunión de la comisión de Presupuesto en la que recibió cuestionamientos, sobre todo por la discrecionalidad que plantea la ley y por cómo afecta los derechos laborales. Le hicieron observaciones tanto legisladores del Frente de Todos -que hablan de que se busca que "voten a ciegas" esa ley- como de la izquierda. Las dos CTAs porteñas emitieron un comunicado conjunto en el que rechazaron la ley -sobre la que advirtieron que permite escalonar el pago de sueldos a estatales- y reclamaron que, en lugar de ajustar los salarios, se avance con impuestos al juego y a los capitales financieros.
No es el único, pero el principal punto que comenzó a generar polémica del proyecto de ley
enviado por el jefe de Gobierno es el que dice: "Facúltase al Poder Ejecutivo, en función de las disponibilidades financieras, a requerir (...) la remisión de cronogramas de pago escalonado y/o diferido de haberes de sus nóminas salariales, priorizando a las personas que perciben menor remuneración, a fin de efectuar la planificación de las correspondientes transferencias de fondos".
Este punto del proyecto llevó a un inmediato rechazo de la CTA de los Trabajadores Ciudad de Buenos Aires y de la CTA Autónoma Capital, que en un comunicado conjunto advirtieron que la iniciativa "dispone mayores atribuciones para escalonar y diferir los salarios estatales, despedir trabajadorxs y evitar los controles de las partidas presupuestarias". "Con este proyecto pretende mayor discrecionalidad en el manejo del presupuesto luego de las denuncias por sobreprecios en las compras de insumos sanitarios", advirtieron las centrales sindicales. "Desde las dos CTA de la Ciudad de Buenos Aires rechazamos este proyecto y llamamos a lxs legisladorxs porteñxs a defender el salario y las fuentes de trabajo de lxs trabajadores de la Ciudad", plantearon.
"La Ciudad de Buenos Aires es la sede de las grandes entidades bancarias y financieras. Estas, junto a los grandes supermercados, las empresas de plataformas, las que controlan el juego on line siguen enriqueciéndose en medio de la pandemia. Es necesario que la Legislatura imponga un gravamen a estas actividades para generar los recursos que garanticen un pleno funcionamiento del Estado en lugar de ajustar por el lado de sus trabajadorxs", indicaron. Ya existe un proyecto para cobrar un impuesto extraordinario a estas entidades y a otras afines, presentado por el legislador Santiago Roberto, que el PRO se resiste a tratar este jueves junto con la ley de emergencia.
En cómodas cuotas
El lunes, el ministro de Hacienda porteño fue a la comisión de Presupuesto de la Legislatura, donde lo recibió un pequeño número de legisladores en forma presencial -los integrantes de la comisión- y otro grupo más grande de manera virtual. Mura argumentó que la ley era necesaria para “enfrentar la muy fuerte caída de la recaudación, debido a la baja en la actividad económica”. El punto de los salarios escalonados fue uno de los más discutidos, incluso por legisladores que suelen acompañar al oficialismo, como Sergio Abrevaya. Se planteó que tendría que haber un tope para esa atribución, de forma que no sea aplicada a salarios de menos de 150 mil pesos.
Al final del encuentro, la legisladora del Frente de Todos Claudia Neira tuiteó: "Comprendemos la necesidad de reordenar el presupuesto en función de la emergencia que plantea la pandemia pero es necesario discutir esas prioridades y que haya controles claros. Nos piden que votemos una ley a ciegas".
La diputada Lorena Pokoik fue terminante: “Es imposible que apoyemos el proyecto de emergencia económica de Larreta, es un cheque en blanco que rompe toda posibilidad de diálogo”. Y adjetivó: "El proyecto de Ley de Emergencia Económica de Larreta es turbio, una catarata de ajustes encubiertos que afectará puestos de trabajo, inversión social y varios sectores sensibles de la Ciudad. Concede un sinfín de facultades extraordinarias y superpoderes al jefe de Gobierno”.
Si bien el proyecto fue motivo de una extensa reunión de bloque del FDT el martes por la tarde y todavía no tomaron una definición en conjunto, el ánimo que prima de momento es no acompañar la iniciativa de Larreta tal como está. Tendrán que hacerle modificaciones, si lo que se busca es una votación más amplia. Algunos huelen que el inciso sobre los sueldos escalonados es una prenda de toque en una negociación: "Es demasiado burdo. Puede ser que lo pusieran para luego retirar ese artículo, y que se voten un montón de cosas que también son complicadas", detalló a este diario una fuente del bloque opositor con muchos años en negociaciones legislativas.
El punto que plantea congelar la planta de empleados estatales también despertó suspicacias entre los legisladores: "Te piden austeridad para no ampliar la planta. Pero sigue habiendo designaciones jerárquicas todos los días en el Boletín Oficial. Es austeridad para los giles", definió uno de ellos.
Otra de las observaciones es el límite a la discrecionalidad en la reasignación de fondos. "Así como está es como que ya no hay ley de presupuesto. Hacen lo que quieren", indicaban, si bien la ley fija un tope del 5 por ciento del presupuesto de cada órgano. Tampoco hay precisiones del destino que tendrían los fondos redirigidos, más allá del rótulo general de "la emergencia sanitaria", ni hay un desgloce de qué fondos de asignación específica son los que anula la emergencia (el ejemplo que dieron el día que anunció el proyecto Larreta eran los fondos para viviendas sociales). Además, la ley fija la emergencia hasta fin de año y algunos sectores de la oposición discuten si no tendría que ser un plazo más acotado.
La izquierda, en contra
Desde el FIT, el legislador Gabriel Solano salió a cuestionar la facultad de escalonar el pago de salarios de estatales y remarcó que "no es solo para los funcionarios", sino que -por cómo está redactada la ley- perfectamente puede alcanzar a todos los trabajadores estatales. La diputada Alejandrina Barry indicó a este diario que "desde el Frente de Izquierda nos oponemos a la ley de emergencia económica. Como denunciamos con Myriam Bregman se le pretende dar al Ejecutivo porteño una concentración de poderes similar a la de un virrey, que van a aprovechar para el manejo discrecional del presupuesto".
"Uno de los puntos más preocupantes es lo atinente al salario de los trabajadores. El proyecto se plantea congelamientos de salarios, quita de incentivos y bonificaciones: en los hechos se trata de una rebaja salarial, teniendo en cuenta además que los sueldos de los trabajadores de la Ciudad ya están bordeando la línea de la pobreza", remarcó la legisladora del PTS-FIT. "En la reunión de la comisión de Presupuesto denunciamos además que se destina partidas a la compra de municiones antidisturbios mientras vemos falta de insumos en los hospitales, poca y mala calidad en la comida para los chicos en las escuelas, como demuestra el fallo a favor de la cautelar que presentamos y al que, sin embargo, el Gobierno de la Ciudad sigue sin dar respuesta. Con balas no se combate la pandemia", remarcó Barry.