Seguro que conocimos en alguna familia una abuela que no esperaba a que el nieto terminase su plato para volver a servirle y si apenas comía una porción sospechaba que estaba enfermo. Las sociedades que atravesaron crisis agudas siempre asocian el consumo de energía con un buen estado de salud. Desde la Segunda Guerra Mundial, los países que más energía consumieron fueron justamente aquellos que más lograron industrializarse mostrando una fuerte correlación entre el consumo de energía y su PBI. Tal como harían esas abuelas, los economistas tomaron el consumo de energía como un indicador de una economía saludable.

En la década del 70, este paradigma fue puesto en jaque por la crisis del petróleo. Desde entonces, una serie de países apostaron por programas de eficiencia energética para conseguir la misma producción reduciendo considerablemente el consumo de energía desacoplando la curva de crecimiento del PBI respecto del consumo de energía.

Las universidades nacionales, como actores fundamentales del Estado, debemos promover la eficiencia energética desde la academia, la extensión y la investigación. En este contexto, se creó hace apenas cinco años la Universidad Nacional de Rafaela (UNRaf), que tomó este desafío y, pese a no contar todavía con su primera cohorte de graduados, decidió posicionarse como referente en este campo. Desde entonces, un grupo de investigadores llevamos a cabo diversos proyectos relacionados con el uso eficiente de la energía.

Desde 2018 dictamos la Diplomatura en Eficiencia Energética y Energías Renovables, que lleva tres cohortes consecutivas con el cupo de inscriptos saturado. Buscamos formar profesionales con conocimientos para hacer transformaciones en el sector industrial, del transporte, residencial y público destinadas a lograr una matriz energética más eficiente.

En lo que refiere a extensión, hemos sido convocados por el municipio, el gobierno provincial y la Secretaría de Energía de la Nación para brindar capacitaciones en materia energética al personal técnico de cada dependencia. Capacitamos a 30 miembros del control vehicular del municipio sobre movilidad eléctrica; 40 técnicos de la Empresa Provincial de la Energía sobre protecciones eléctricas; y 240 Administradores Energéticos designados por la Secretaría de Energía de la Nación acerca del uso eficiente de la energía en edificios públicos.

Actualmente llevamos a cabo proyectos de investigación sobre Electromovilidad, Eficiencia Energética y Energías Renovables financiados por distintas agencias nacionales y provinciales. El proyecto más destacado fue concebido pensando en que el ejemplo comienza desde casa. Comenzamos en 2018 el Proyecto Federal de Eficiencia Energética Universitario (ProFEE Universitario) junto a otras universidades de Córdoba y Santa Fe. La idea es medir continuamente el consumo de energía eléctrica de nuestros edificios para analizar los consumos significativos y proponer programas de eficiencia energética en nuestras propias instituciones. Este año ya participan 16 universidades de 10 provincias distintas.

A partir de estos trabajos, en diciembre de 2019, el BID eligió a la UNRaf como representante de nuestro país para el diseño de políticas energéticas para América Latina y el Caribe junto a otras 13 prestigiosas casas de estudios del continente. Esto representa un gran desafío que aceptamos enfrentar porque tenemos el corazón puesto en Rafaela, pero los ojos puestos en Argentina y el mundo.

Luis Ignacio Silva: Investigador del CONICET y profesor titular de la Universidad Nacional de Rafaela (UNRaf). Director de la Diplomatura en Eficiencia Energética y Energías Renovables de la UNRaf y vicedirector del Centro de Investigación y Transferencia Rafaela (UNRaf - CONICET).