Aunque con más recaudos que en otras provincias, Santa Fe avanza de a poco a la flexibilización gradual de la cuarentena general, en sintonía con lo dispuesto por el presidente Alberto Fernández. Como lo adelantó Rosario/12 en su edición de ayer, el comité de crisis que encabeza el Ejecutivo provincial maduró la intención de habilitar ciertos oficios y servicios en la provincia, menos en los conglomerados del Gran Rosario y Gran Santa Fe. Incluso, allí se avanzó en la decisión de permitir la reactivación del comercio minorista en las localidades con menos de 1000 habitantes, y de hasta 5000 en un segundo paso. La otra resolución fue el aval al gobierno para que salga a buscar en el mercado exterior -léase China- insumos de protección sanitaria para personal de salud que hoy la producción local -ni siquiera nacional- puede abastecer. 

"Hay dos situaciones bien demarcadas en la provincia. Para los aglomerados de Rosario y Santa Fe la situación se mantiene sin novedades. Para el resto, estamos pensando en exceptuar algunas actividades como las obras (de construcción) menores, que ocupen hasta cinco personas a la vez; también las cobranzas a domicilio, la reapertura de los talleres mecánicos y los lavaderos de autos, el mantenimiento de motos y vehículos", enumeró el ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo al término de la reunión del comité de crisis, ayer al mediodía en la capital provincial. 

Esos rubros serían autorizados a normalizar su funcionamiento en ciudades y pueblos santafesinos fuera de los dos mayores aglomerados. Y Borgonovo precisó, además, otra apertura puntual: el permiso de apertura al comercio minorista en las localidades con menos de 5000 habitantes, pero siempre fuera del Gran Rosario y el Gran Santa Fe. En rigor, primero empezarán por comunas mucho más pequeñas que esas. Un total de 127 pueblos que son las comunidades de menos de 1000 habitantes. Y si la experiencia es buena, se avanzará hacia distritos más poblados. 

El secretario de Municipios y Comunas, José Luis Freyre, le confirmó a Rosario/12 lo anticipado ayer: "La idea es empezar con localidades de menos de 500 y de menos de 1000. En ese rango hay 127 localidades en la provincia. Después sí avanzar con el resto. Las localidades pueden pedir administrar su propio aislamiento; es una opción que estamos manejando y que se confirmará luego, como para que cada comité departamental reciba la petición de cada localidad y elevarla a nosotros para su aprobación", aclaró el funcionario. Borgonovo iba a redactar el decreto respectivo en la tarde de ayer. Hay actividades que el gobierno permitirá en general para toda la provincia, menos para los conglomerados de Rosario y Santa Fe. 

La excepción a esta regla son los pueblos chicos lindantes con otras poblaciones complicados, tal el caso de Bella Italia, una comuna pegada a Rafaela, donde hasta el martes se habían detectado 21 casos positivos de coronavirus.

Fue la segunda reunión del comité de crisis, la vicegobernadora Alejandra Rodenas al frente, como titular del Senado provincial, y su par de Diputados, Miguel Lifschitz, más los ministros Esteban Borgonovo, Felipe Michlig, Roberto Sukerman, Danilo Capitani, Erika Gonnet, la secretaria de Salud, Sonia Martorano, el citado Freyre y algunos senadores y referentes de los 19 departamentos.

El criterio para flexibilizar el aislamiento social se basó en el aplanamiento de la curva de la pandemia aquí: en los últimos tres días previos se ha registrado un solo caso positivo de covid-19 (en Fray Luis Beltrán). Además, influyó el diagnóstico desesperado de la economía que arrimó cada senador desde su departamento. "Pero todas las decisiones de liberar actividades se harán en relación con el criterio del ministerio de Salud de la Nación", aclaró Rodenas.

La otra preocupación de la junta fue la dificultad de Provincia y de municipios para adquirir insumos médicos de bioseguridad tales como barbijos, guantes, camisolines y elementos de higiene. Según explicaron, hay una sobredemanda que superó a la producción nacional, y en ese tironeo las provincias compiten con el gobierno nacional y con las especulaciones de precio y entrega. "Esta disrupción nos hizo salir a comprar a un mundo que está comprando y las adquisiciones de esos insumos implican algunas dilaciones que no caen simpáticas. Es difícil comprar insumos cuando lo que  se necesita para la covid están escaseando", resumió la vicegobernadora. "Acompañamos la necesidad de comprar insumos en el exterior porque aquí no se puede conseguir con la cantidad y celeridad requerida", anticipó Borgonovo.

Rodenas reflexiónó que “es un tiempo de incertidumbres y de incertezas. Y frente a este tiempo lo que se exige es mucha responsabilidad. Por esto estamos respondiendo a las inquietudes que se van generando teniendo en cuenta un interés superior, que es el cuidado de la salud y el cuidado de nuestra economía. Estamos trabajando para que el final de la pandemia nos encuentre fortalecidos y que podamos decir que la provincia de Santa Fe estuvo a la altura de las circunstancias”.

 

De la segunda reunión del Comité de Crisis participaron además el presidente de la Cámara de Diputados, Miguel Lifschitz y funcionarios del Gobierno (Michlig, Sukerman, Capitani, Gonnet y Martorano).