Llegar desde Mendoza es un viaje corto y justificado. Desde la Terminal de la ciudad, los micros salen con una frecuencia de tres horas, con turistas y locales dispuestos a pasar el día. El complejo tiene todo para hacerlo: restaurante, un almacén, zona de picnic y hasta un bar de cerveza artesanal, para los que ya se han cansado de catar vino. Además, tiene varios sectores separados por el desnivel del suelo y piletas con distintas temperaturas y públicos: algunas son aptas para todos, otras solo para mayores.
El agua de las piletas de estas termas tienen diferentes temperaturas. Provienen del deshielo que se filtra en la superficie de la montaña y brota luego a temperaturas que oscilan entre los 40 y 50 grados. En este proceso, el agua acarrea minerales con distintas propiedades que van desde el alivio de dolores y molestias en los músculos y huesos hasta la descongestión de las vías respiratorias.