En otro de sus intentos por desacreditar a las instituciones que recomiendan priorizar el combate contra el coronavirus, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, acusó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de dar “directrices” para que niños practiquen la “masturbación” e incentivarlos a que tengan su “primera experiencia sexual entre los 9 y 12 años”.
Como no podía ser de otra manera, la insólita denuncia incluyó el sello homofóbico del mandatario. Según Bolsonaro, la OMS recomendó a los niños que tengan “relaciones entre personas del mismo sexo”.
La excéntrica acusación se basa en un texto publicado en 2010 por la Organización Muncial de la Salud en colaboración con el Centro Federal de Educación y Salud de Alemania, sobre la base de tratados psicopedagógicos y estudios psicológicos de la infancia. Sin embargo, el presidente de Brasil hizo una extravagante interpretación de algunos puntos y la publicó en cuenta oficial de Facebook.
Más tarde, esa anárquica interpretación luego fue borrada. Pero en el ínterin de su puesta online fue registrada por varios usuarios y medios locales que dieron cuenta del nuevo escándalo presidencial.
“Esta es la Organización Mundial de la Salud (OMS) que muchos dicen que debo seguir en los casos de coronavirus. ¿Entonces deberíamos seguir también sus directrices para políticas educacionales?”, arranca el posteo que prosigue con una serie de acusaciones sin prueba que, como mínimo, pudieron haber sido malinterpretadas por el presidente.
Sin cita de fuente, Bolsonaro asegura que la OMS le recomendó a los chicos de 0 a 4 años tener “satisfacción y placer al tocar el propio cuerpo, masturbación”. Y no solo eso. El mandatario asegura que el organismo les aconsejó a “expresar sus necesidades y deseos, por ejemplo, en el contexto de ‘jugar al médico’”.
Luego, continuó el posteo del presidente, a los niños de 4 a 6 años, la OMS los habría exhortado a “una identidad de género positiva”, también con “masturbación en la primera infancia” y “relaciones entre personas del mismo sexo”.
Finalmente, la acusación de Bolsonaro cita que la organización recomendó que la edad de la “primera experiencia sexual” debiera ser entre los 9 y 12 años.
El infundado posteo tenía un objetivo: desacreditar a la OMS, tal como Bolsonaro lo hace con cuanto científico, dirigente o institución recomiende una política de prevención y atención de la pandemia de coronarirus contraria a la que él aplica en Brasil, donde la cantidad de muertos ya superó la de China.