Brasil registró 435 muertes por el coronavirus en las últimas 24 horas y totaliza 5901 fallecimientos, además de 85.380 casos positivos, lo cual coloca al país en el décimo lugar en el ranking mundial de Covid-19, y por encima de China.
Según los datos del Ministerio de Salud, el país ha tenido desde ayer 7218 nuevos casos, con alertas de colapso en las próximas dos semanas, en regiones de la ciudad de San Pablo, la ciudad de Río de Janeiro, Fortaleza y Manaos.
El nivel de aumento de muertes en 24 horas es de 8%. El estado de San Pablo, el más poblado del país con 46 millones de habitantes, tiene 2.375 muertes y 28.698 casos. 128 personas murieron allí desde ayer. En tanto, Río de Janeiro es el segundo estado con mayor número de infectados, tras registrar 854 muertes y 9.453 casos. Si se mantiene la tendencia matemática de aumento progresivo, el lunes se llegaría a los 10 mil muertos.
La crisis del coronavirus se agudiza en medio de la crisis política por el manejo que ha hecho el presidente Jair Bolsonaro de la situación. El mandatario de extrema derecha sigue minimizando los efectos de la Covid-19 y llegó a echar a su ministro de Salud, Henrique Mandetta, que había insistido en medidas restrictivas para frenar la propagación de la enfermedad.
En las últimas horas, y sumado a la tensión por la salida del ministro de Justicia, Sergio Moro, Bolsonaro entró en colisión con el Poder Judicial, luego de que el Tribunal Superior de Justicia rechazara el nombramiento de su amigo Alexandre Ramagem como jefe de policía, algo que el mandatario quiere concretar aun en contra de ese fallo. Mientras tanto, rompió las medidas de aislamiento al abrazarse a simpatizantes en Porto Alegre.