El hospital de campaña levantado en el centro de convenciones IFEMA de Madrid en medio de la pandemia del nuevo coronavirus cerró sus puertas tras despedir entre aplausos a los últimos de los casi 4.000 pacientes que pasaron por allí y fueron dados de alta tras superar la enfermedad.
En España el número de personas recuperadas asciende a 114.678, mientras 24.824 personas murieron del total de 215.216 afectados por el coronavirus.
La celebración de la clausura del mayor hospital improvisado que tuvo España durante la pandemia comenzó anoche cuando el reloj marcó las 20 y pacientes y personal médico se fundieron en abrazos y bailaron juntos una versión de la canción "¡Resistiré!", adoptada como himno de la lucha contra la covid-19.
Oficialmente el centro cerró sus puertas esta mañana con un acto oficial al que asistieron autoridades, luego de que los últimos pacientes ingresados atravesaran un pasillo formado por enfermeros, médicos y demás personal que los asistió y despidió con más aplausos y gritos de "¡Adiós!".
"Cerrar el hospital significa ganar. Es una sensación de haber vencido en esta situación y del trabajo bien hecho", aseguró Mar Eguiluz, una voluntaria del servicio de emergencias de Madrid, cuyo testimonio recogen los responsables de IFEMA en las redes sociales.
Durante los 40 días que funcionó el hospital de campaña pasaron por allí 3.800 personas. El hospital se construyó de forma vertiginosa en apenas dos días con ayuda del Ejército y comenzó a funcionar el pasado 22 de marzo, permitiendo descongestionar los centros de salud de la capital que se encontraban saturados, acogiendo incluso varios pacientes graves. El pasado 17 de abril, la Comunidad de Madrid decidió cerrar el pabellón 7 debido al descenso de la presión asistencial.
Aunque ya no tendrá
actividad, IFEMA mantendrá el espacio habilitado con la mayor parte de camas e
instalaciones de UCI (Unidades de Cuidados Intensivos), por si fueran
necesarias en caso de una segunda oleada del brote de coronavirus.
El personal sanitario que trabajó en el hospital de campaña también aprovechó
el acto de cierre para reivindicar la "sanidad pública" frente al
alcalde de Madrid, José Luis Almeida, y la presidenta regional, Isabel Díaz
Ayuso.
Díaz Ayuso dijo que espera "no tener que reabrir" IFEMA y prometió que el sistema sanitario será "reformado y modernizado", a pesar de que su Partido Popular (PP) fue el responsable de la privatización masiva del sector.
Por su parte, Almeida sostuvo que IFEMA es un "símbolo de que la sociedad madrileña no se resignaba" y de su "titánica fuerza y coraje", pese a que el virus todavía no está vencido.
Mientras tanto, varios ayuntamientos están ya empezado a adoptar medidas para reordenar el proceso de desescalada que llevará al país hacia la "nueva normalidad", que prevé cuatro fases a distintas velocidades y que tiene como horizonte finales de junio, aunque podría alargarse en determinados territorios.
Cada una de las cuatro fases del plan tendrá una duración mínima de dos semanas y se aplicará de forma gradual, asimétrica y coordinada entre administraciones, teniendo como referencia territorial la provincia o la isla, aunque el Gobierno está abierto a estudiar las propuestas de algunas comunidades autónomas sobre otras unidades territoriales.
En Madrid, el Ayuntamiento madrileño ha publicado una guía para evitar riesgos en fincas y urbanizaciones, en el que recuerda que las salidas deben hacerse fuera de la comunidad; no se pueden usar elementos de juego de parques infantiles y zonas de ocio comunes; no se deben formar grupos con otros vecinos, los ascensores se usarán de manera individual y hay que extremar la limpieza en el recinto.
El Gobierno municipal de José Luis Martínez-Almeida estudia también ampliar las terrazas de la capital para que puedan utilizar todo el aforo que tienen reconocido y compensar la limitación del 30 por ciento de ocupación establecida en la fase uno de la desescalada.