La coincidencia temporal de la apertura de sesiones ordinarias de la Legislatura provincial con la pandemia de la Covid-19 condicionó no sólo el discurso del gobernador, sino también la escenografía: el recinto de la Cámara de Diputados por momentos parecía el set de una típica película de cine catástrofe, semidesolado en contraposición al hacinamiento que lo caracteriza cada 1 de mayo, con barbijo como salvoconducto para poder circular y medidas de distanciamiento para los autorizados a estar de cuerpo presente: jefes de bancadas de diputados y senadores, y mínima dotación de funcionarios y empleados legislativos. A diferencia de lo que ocurre cada año para esta fecha con invitados que abarrotan el hemiciclo, esta vez se dispusieron apenas dos sillas, para el presidente de la Corte Rafael Gutiérrez y el ministro de Gobierno Esteban Borgonovo. Una de las innovaciones fueron los inserts de imágenes que se veían dentro del recinto y en la transmisión oficial del canal público 5RTv para acompañar momentos del discurso.
El grueso de los legisladores siguió el discurso vía teleconferencia desde sus domicilios. En el recinto, destacaron los barbijos oficiales que ostentaban el gobernador, la vicegobernadora y el jefe de diputados del PJ Leandro Busatto, entre otros, con modelos y diseños variables, pero todos con la bandera de Santa Fe bordada.
La foto política del día fue cuando el gobernador se levantó para retirarse. Se aproximó al presidente de la Cámara y ex gobernador Miguel Lifschitz, se saludaron con el codo e intercambiaron palabras que se notó no fueron de ocasión. Un clima completamente distinto al del 11 de diciembre pasado.