En tiempos de pandemia y con buena parte de la población obligada a permanecer en sus casas, los principales sindicatos de América Latina debieron recurrir a la imaginación para concebir otras formas de reivindicar los derechos laborales. Discursos vía streaming, caravanas, banderas flameando en las ventanas e incluso petitorios al gobierno son sólo algunas de las variantes elegidas por países como Chile, Uruguay o Bolivia para conmemorar este particular primero de mayo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló que la covid-19 hará desaparecer 31 millones de empleos de tiempo completo en Latinoamérica. Además, casi la mitad de los trabajadores de la región "verán amenazados sus medios de subsistencia".

Banderas negras y represión

La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Chile dio inicio al primero de mayo con la difusión vía streaming del discurso de su presidenta Bárbara Figueroa. La dirigenta sindical realizó una evaluación de las políticas impulsadas por el gobierno frente a la pandemia, que considera insuficientes. "Cuando más se requiere protección, el gobierno opta por trasladar todo el costo de la crisis a los trabajadores. Las principales iniciativas del Ejecutivo han sido para perpetuar abusos y desigualdades", remarcó.

En concreto, Figueroa se refirió a la Ley de Protección al Empleo, pensada en un principio para las pequeñas y medianas empresas del país: "Lo que se está demostrando es que un 30 por ciento de las grandes empresas está ocupando este instrumento y eso es preocupante". Este año se espera que el desempleo oscile entre el 10 y el 15 por ciento; la tasa ya trepó al 8,2 por ciento durante el primer trimestre de 2020.

Eric Campos, vicepresidente de Comunicaciones de la CUT y presidente del Sindicato de Trabajadores de Metro de Chile comentó otras particularidades de esta jornada de lucha: "Desde la central llamamos a ser activos en la protesta. Por eso en este primero de mayo convocamos a un banderazo de luto, todas las casas del país con banderas negras producto de las políticas neoliberales del presidente Piñera".

"Por la noche además convocamos a un cacerolazo por la dignidad de los trabajadores y las trabajadoras de Chile, y todos aquellos migrantes que habitan esta tierra", agregó el líder sindical en diálogo con Página/12. Horas después de hablar con este diario, Campos fue detenido junto a otros dirigentes sindicales que intentaban llegar de manera pacífica a las inmediaciones del Palacio de la Moneda. "Eramos no más de 50 dirigentes que queríamos llegar con nuestras banderas para cerrar el acto principal. El accionar de carabineros es inexplicable", destacó Figueroa, líder de la CUT, también presente en el lugar.

Caravana y cadena nacional rechazada

La organización del primero de mayo empezó torcida en Uruguay. Semanas atrás, el PIT-CNT (Plenario Intersindical de Trabajadores - Convención Nacional Trabajadores) le había pedido permiso al presidente Luis Lacalle Pou para realizar una cadena nacional por radio y televisión. El objetivo, en palabras de la principal agrupación sindical del país, era que "la voz de los trabajadores alcance la mayor difusión posible". Pero Lacalle Pou rechazó el pedido argumentando que el recurso de la cadena "sólo contempla necesidades de carácter nacional que involucran a las instituciones gubernamentales". Pese a la negativa oficial, la conferencia fue retransmitida por canales y radios del país.

El PIT-CNT, que primero había pensado en realizar "cuatro pequeños actos", resolvió finalmente conmemorar la fecha a través de caravanas de vehículos en los 19 departamentos del país. Sin embargo Javier Díaz, secretario general del SUNCA (Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos), detalló a Página/12: "Fue mucho más que una caravana. Hubo otras actividades en distintas partes del país: entrega de alimentos, ollas populares y un aplausazo convocado para las 20 horas". Díaz destacó que si bien la pandemia "pegó a escala mundial, en Uruguay la estamos tomando desde una óptica muy diferente de la que tendría que tomar el gobierno nacional".

El dirigente de la construcción recordó en ese sentido que unos 150 mil uruguayos solicitaron el seguro de paro (desempleo) en este último mes. "Todos los trabajadores changadores, cuentapropistas tienen serias dificultades, por eso distintas organizaciones reclamamos una actitud distinta del gobierno", comentó Díaz.

Otra cuestión que preocupa a los trabajadores es el debate de la Ley de Urgente Consideración (LUC). Se trata de una ley ómnibus de 457 artículos que "no tiene nada que ver con las urgencias que necesitamos tratar en el Parlamento: propone privatizaciones, leyes fiscales, criminalización de la protesta... En suma, se trata de una ley que recorta la democracia", agregó el representante del SUNCA.

Sin actos ni aumentos salariales

Por primera vez en muchos años, el día del trabajador pasó a un opaco segundo plano en Bolivia: la poderosa Central Obrera Boliviana (COB) no convocó a ninguna actividad. "No hay nada que festejar. No será como en otros años. Incluso había fiestas en los distritos mineros, en las oficinas, en las empresas, grandes concentraciones. En esta ocasión debemos preservar la vida primero", remarcó al respecto el líder de la COB, Juan Carlos Huarachi, a medios locales.


La central boliviana espera la respuesta del gobierno interino a un pedido de incremento salarial (un 15 por ciento sobre el haber básico y un 10 por ciento sobre el salario mínimo nacional) para paliar la crisis generada por la pandemia.
Este tipo de demanda, sin embargo, era tradicionalmente oficializada por el gobierno del expresidente Evo Morales cada primero de mayo. 

El salario mínimo pasó de 71 a 305 dólares entre 2006 y 2019, un escenario diametralmente opuesto al actual. Aunque también es cierto que el MAS perdió contacto con la COB desde que Huarachi amenazara primero con un paro, y luego "sugiriera" la renuncia del por entonces presidente Evo Morales, en medio de los conflictos posteriores a las elecciones del 20 de octubre de 2019.