Del 4 al 9 de abril el Salón Satélite de Milán abra sus puertas, como desde hace 20 años, al talento joven. Este año habrá dos nóveles diseñadores argentinos que ya participaron del Salón Internacional del Mueble en el Pabellón Argentino. Antes que les cierre el tope de edad, lograron aplicar y ser elegidos por la reina madre del design mundial, la que abrió el juego a los jóvenes talentos nada menos que en el epicentro de la movida del diseño, siendo latina: la venezolana Marva Griffin.
Desde 1998, el Satellite, es el trampolín mundial de los de menos de 35 años. Amén de punto de encuentro entre la juventud y los empresarios del sector del mueble y el interiorismo. Una fiesta para la disciplina con más de 10.000 jóvenes que pasaron por sus filas convertidos luego en estrellas como los franceses Matali Crasset y Patrick Jouin, los finlandeses Harri Koskinen e Ilkka Suppanen, pasando por los japoneses Tomoko Azumi y Nendo, los norteamericanos Sean Yoo y Cory Grosser, las suecas Front y Johan Lindstén, el belga Xavier Lust, el noruego Daniel Rybakken, el indio Satyendra Pakhalé y los italianos Lorenzo Damiani, Tommaso Nani, Cristina Celestino y Francesca Lanzavecchia, entre otros.
Este año, el tema de la convocatoria es... “DESIGN is...?”. Interesante ya que como no nos cansamos de explicar, todos creen saber lo que es el diseño pero pocos conocen sus amplias incumbencias. Así según la propia organización: “Es una pregunta abierta, actual y crucial que no exige respuesta. Porque, en realidad, lo que se propone es dar paso a nuevas reflexiones sobre el valor de los procesos y los diseños. En otras palabras, es una invitación para medirse con la propia capacidad de escuchar a un público cada vez más maduro y atento a las necesidades nuevas. Y para dialogar con el mismo. Es este un público que se siente atraído intensamente por las fronteras de la investigación, con sus nuevas soluciones tangibles, intangibles, individuales y colectivas. Capaces de darnos un futuro mejor. Incluso en lo tocante al habitar. El progreso tecnológico y la evolución de Internet, en estos últimos años, están redefiniendo los paradigmas del diseño. Y le han abierto nuevos terrenos de acción: desde la investigación avanzada sobre los materiales hasta el diseño de las interfaces, pasando por el diseño de los servicios y el prototipado rápido. En este escenario complejo y multiforme, el diseño industrial mira al futuro, procurando responder a las necesidades y deseos nuevos, en un diálogo constante con un mundo en transformación”, señalan.
Así, entre los proyectos de los cerca de 650 diseñadores jóvenes de todo el mundo que participarán, fueron escogidos, el pasado mes de octubre, dos argentinos.
VARONE
A Federico Varone lo seguimos desde hace tiempo. En esta oportunidad estará presentando las sillas VV, la Vaivén y la Loop/L60, la consola o cabinet Abrete & Ciérrate, un producto basado en la exploración del material que abraza y rodea al contenido y permite el traspaso de la luz. También el divisor de ambientes 360 donde el producto funciona como un sistema y cada modulo o panel acopla con el siguiente generando una pared que puede ser transformada por los usuarios; la alfombra Moiré junto al Espartano y la lámpara Burbuja.
“Esta es la primera vez que voy a participar en el Salone Satellite. La idea siempre estuvo, mandé una vez y no quedé seleccionado pero luego de participar el año pasado en la feria Wanted Design en el sector Launch Pad (espacio dedicado a los jóvenes diseñadores que buscan el encuentro con posibles productores) conocí personalmente a Marva Griffin quien formaba parte del jurado del Launch Pad, le comenté sobre mi interés en participar y allí fue cuando me dijo que le enviara los productos, así que no lo dudé y ahora estamos en la recta final. Mi idea es generar nuevos vínculos con empresas del exterior y fortalecer la relación en la que vengo trabajando durante un par de años y así poder licenciar alguno de mis productos, o quizás diseñar desde cero para alguna empresa que encuentre interesante mi trabajo. Me interesa mostrar la forma de pensar el diseño desde la ‘periferia’ (según de donde se mire) teniendo en cuenta lo complejo que es proyectar y producir productos que tienen otra propuesta conceptual en un país como Argentina. Es un gran esfuerzo participar en un evento de tal magnitud, espero que todo salga bien y que se den las condiciones para comenzar algún proyecto en conjunto”, detalla.
PELLEGRINI
Por su parte, el otro Federico - Pellegrini- arquitecto y músico rosarino radicado en Buenos Aires, presentará piezas de su marca Ten. Un proyecto de diseño de mobiliario iniciado en 2015 de la que forman parte una mesa y banquitos plegables construidos con madera multilaminada de guatambú originaria de Misiones y soga de polipropileno (para los bancos).
“Personalmente entiendo la realidad latinoamericana como una sensible trama de limitaciones promotoras de oportunidades que sin dejar lugar al derroche promulgan por la creatividad, la optimización y la conciencia a la hora de la utilización de nuestros recursos tanto naturales, económicos como materiales. La falta de espacio, ya sea por un impedimento económico o simplemente por condiciones físicas del territorio, es otro punto de especial interés para mí. Como diseñador independiente me surge la pregunta de cuál es el compromiso y/o misión de mis productos. ¿Cómo puedo ser competitivo en un mercado industrializado y optimizado milimétricamente? Cómo puedo utilizar los recursos que mi territorio, mi industria y mi tecnología proveen? ¿Cómo debo diseñar para obtener productos competitivos, de bajo costo y de alto valor agregado?”, adelanta sobre una línea que suma también una mesa, escritorio y estanterías nuevas.
–Estudiaste arquitectura pero te dedicás al diseño.
–Sí, hay varios factores que me fueron llevando hacia el lado del diseño. Principalmente mi impaciencia creo yo, ya que es mucho mas rápido construir un mueble que una casa. La realidad es que comencé diseñando algunas cosas para mi casa, como por ejemplo el banquito TEN, que era un diseño propio que nunca pensé en comercializar. En 2015 viaje a Milán con motivo de visita al pabellón de EE.UU. en la Milán Food Expo 2015. El año anterior había estado viviendo en Nueva York y trabaje como parte del equipo de diseño del pabellón en el estudio Biber Architects, en dicha visita conocí el Salone del Mobile y me cambio un poco la cabeza, ahí empecé a pensar en dedicarme al diseño.
–¿Además sos músico?
–Desde muy chico me dedico mucho, me encanta y me apasiona. Además la relación entre la música y el diseño es genial, son dos procesos creativos que comparten muchos aspectos. Para mí la música tiene formas y las formas tienen melodías.
–¿Cómo nace tu colección plegable y por qué tu inquietud por ese tipo de solución para el mobiliario?
–Siempre me gustó moverme, tanto física como conceptualmente. Lo quieto me aburre y lo que no puede cambiar me da un poco de pánico. De chico siempre quise una casa rodante y un autito a batería, esos que entrabas adentro y lo podías manejar, nunca me lo compraron porque quizás no entendieron cuan real era mi sentimiento, pero la vida siempre te da revancha y ahora encontré mi forma de ir y venir. La colección plegable refleja como yo soy, mis inquietudes y mis gustos, el usuario es quien trasforma cada pieza en un producto, la verdad me cuesta pensar en esos términos de ante mano.
–¿Cómo fue la repercusión en Milán y por qué te presentaste para el Satélite?
–La experiencia en Milán fue muy buena, aprendí el ABC de las ferias de diseño y me dio mucha confianza en lo que hago ya que tuve un buen feedback del publico. Este año decidí ir al Satellite por varios motivos. En primer lugar porque dentro de cinco años ya quedo fuera del límite de edad para exponer en ese marco. Así que tenía que apurarme. En segundo lugar porque es la plataforma más grande a nivel mundial para exponer nuevos diseños, vincularse con fabricantes o empresarios que puedan estar interesados en tu producto y con mucha suerte y trabajo, colocar un producto en el mercado mundial
–¿Qué expectativas tenés?
–A corto plazo, divertirme y conocer gente. A mediano plazo, entender como continuar de ahora en más. A largo plazo, no haberme engañado.
–¿Qué te gustó de la anterior experiencia y qué deseás perfeccionar?
–Me gustó todo. Me sentí muy inspirado y motivado. Disfruté mucho de la ciudad y de la feria en sí. Dicho esto, para perfeccionar básicamente todo, desde el embalaje de los muebles para el viaje hasta la tarjetas personales. Creo que por suerte la perfección no existe pero sí existe un máximo de posibilidades, hasta donde uno puede dar.