Música que celebra la plaza, el juego, la pregunta. Música que es para chicos pero que está pensada con una premisa: junto a esos chicos suele haber grandes que los acompañan, así que se dirige también en ellos. Música que suma ritmos y estilos sin miedo a complejidades. Esa clase de música es la que hace Borde Verde, uno de los buenos nuevos grupos de la escena actual pensada para la infancia. Cecilia y Margarita Rodríguez Planes y Gabriel Estarque se presentarán hoy a las 15 dentro del ciclo La Mar en Coche, que todos los sábados en La Usina (Caffarena 1) abre el juego, justamente, a esta buena escena actual. La propuesta se completa con un taller de percusión corporal y voces, que se dictará a las 16.30. Y todo con entrada gratuita...
Los integrantes de Borde Verde tienen una extensa formación musical: estudiaron dirección coral, flauta traversa, piano, percusión, guitarra, Licenciatura en Artes con orientación en Música, Sonido y Grabación, en lugares como el Conservatorio y la Universidad de Morón, de La Plata, el Iuna o la UBA. A diferencia de lo que suele ocurrir, tuvieron poca experiencia docente o frente a chicos, así que “toda esa otra parte” lúdica, tan importante para enganchar a este público en el vivo, y en el modo de plantear las canciones, la aprendieron... experimentando con sobrinos e hijos. Y también, cuentan, yendo a ver y escuchar “todo lo que había” dentro de esa música que les atraía, con referentes como Los Musiqueros o Caracachumba.
Pero si hay algo que los definió para formar este grupo, cuentan también, es la libertad que les permite hacer esto que se conoce, sin más, como “música para chicos”. “Tenemos la libertad de no cerrarnos en ningún estilo, podemos mostrar un montón de ritmos distintos, y eso es muy divertido. Si fuéramos un grupo de rock, jazz o folklore, estaríamos más limitados”, explican. Dicen que también hubo algo del orden del desafío que los llevó por este lado: “Los chicos son el público más exigente que existe. Si no captás su atención enseguida, se dispersan, se van, o no tienen ningún problema en decirte ‘eso me aburre’. Realmente es un desafío cada vez que nos presentamos frente a ellos. Y el premio mayor es ver cómo se entusiasman, cómo les brillan los ojos cuando se enganchan con los juegos y las canciones. Con otros públicos no se logra esa conexión. Es el público más difícil, pero también el más honesto”, advierten.
La plaza es lo más lindo, se llama el disco debut de Borde Verde y eso es lo que canta: celebra ese lugar “por donde todos pasamos y donde muchos nos quedamos mucho tiempo de nuestras vidas, tan hermoso y popular”, definen los músicos. Y así pasa la milonga de la escoba del barrendero, la canción de la fuente, o la que habla de las palomas, o del payaso de la plaza, o sobre el pochoclo, y lo que pasa cuando llueve y no se puede ir a la plaza: hay que hacerlo en casa, entonces marcha la receta con toda su sonoridad y puesta en escena. Son todos temas propios, a excepción de “Hamaca”, de Kevin Johansen, arreglada al modo propio. A estas canciones se sumarán hoy otras del nuevo repertorio, con el que el grupo ya prepara otro disco.
“Decimos que somos una banda de música para chicos, pero que esos chicos siempre están acompañados por adultos, y queremos que los adultos que acompañan también disfruten de lo que están escuchando. Así que ese es un condimento extra que vuelve más difícil la composición y la forma de armar el show, para llegar a todos”, observan los Borde Verde, y definen su objetivo: “Queremos llevar a los chicos música con la que ellos puedan sentirse identificados, y también conocer o explorar otras cosas. Sin ir a lo simple, fácil, repetitivo. Porque los chicos son chicos, pero no zonzos. ¡Al contrario, son seres muy pensantes! Y hay que darles ese lugar que se merecen en un espectáculo musical”. Esa es la invitación que Borde Verde abre para hoy, y para el próximo show que ya se agenda, el 1° de abril en La Nube Espacio Cultural.