El ministro de Economía, Martín Guzmán, insistió con que la Argentina está haciendo todo el esfuerzo posible para cumplir en materia de deuda con la oferta que propuso y señaló que el país no les está pidiendo a los acreedores que pierdan dinero sino "que ganen menos".
Guzmán dijo que incluso antes de la pandemia, el pueblo argentino estaba sufriendo las consecuencias de una economía marcada por la recesión, un elevado desempleo, una inflación fuera de control y dramáticos niveles de pobreza.
Ahora, en una columna de opinión publicada en el diario Financial Times, señaló que el Covid-19 ha devastado también a las exportaciones y a los ingresos fiscales.
El funcionario agregó que la pandemia ha obligado a la implementación de medidas de emergencia orientadas a mantener un mínimo sustento para la población afectada y al mismo tiempo evitar un colapso económico total.
Guzmán ratificó que el gobierno se comprometió a ser honesto "con los argentinos como con los acreedores", por lo que los escenarios de pago que se han construido requieren un período de alivio para permitir la recuperación económica y la reconstrucción de las posibilidades de generar ingresos.
"No está claro de qué manera la pandemia afectará las proyecciones económicas a mediano y largo plazo, pero hemos asumido que el crecimiento estará en línea con la trayectoria histórica y hemos utilizado estimaciones realistas del crecimiento de las exportaciones", explicó en la columna.
Además, señaló que a pesar de que las cifras aparentan ser modestas, son ambiciosas en el sentido de que suponen una tendencia de mejora económica persistente que permite al sector público mantener superávits primarios y cumplir con las obligaciones de deuda que la propuesta conlleva.
"Nuestra oferta incluye un período de gracia de tres años, una reducción del 5,5% del capital de los bonos y una reducción del 62% de los pagos de intereses. Esto deja a los acreedores con un cupón de bonos promedio de 2,3%, en comparación con su promedio actual de 7%, el cual no es bajo considerando el escenario internacional actual de bajísimas tasas de interés", precisó.
Agregó: "En resumen, no estamos pidiendo a nuestros acreedores que pierdan, sino que ganen menos".
En ese sentido, advirtió que forzar una mayor austeridad para pagar más "no solo sería desastroso en términos económicos, sino también inaceptable política y moralmente y, en última instancia, insostenible".