Eric Luciano Torales Pereyra, el joven contador de 24 años que en marzo volvió a Argentina desde Estados Unidos y en lugar de mantenerse aislado concurrió a una fiesta realizada en Moreno, en la que transmitió covid-19 a 17 personas, fue procesado por la Justicia Federal de Morón. Entre los 17 contagiados se encontraba el abuelo del propio Torales Pereyra, quien finalmente murió , por lo que al joven se le imputa el delito de"propagación de enfermedad peligrosa y contagiosa culposa, agravada por el resultado de enfermedad y muerte", lo que prevé hasta 5 años de prisión.
“No quedan dudas de que el comportamiento de Torales Pereyra resultó un peligro para la salud pública, a punto tal que produjo un daño concreto en la salud de varias personas”, señala en el fallo el juez Néstor Barral. En el texto de la resolución, que se dio a conocer el lunes, el magistrado de la causa argumenta que, de acuerdo con la prueba incorporada al expediente, "el imputado violó de manera imprudente las disposiciones que se encontraban vigentes y que habían sido adoptadas el día 12 de marzo de 2020”.
El día 15 de marzo, fecha en la que el contador asistió a la fiesta de cumpleaños de 15 de una de sus primas, el aislamiento social, preventivo y obligatorio todavía no había sido decretado por el Poder Ejecutivo Nacional. Sin embargo, sí estaba vigente la disposición que obligaba a las personas que regresaban de zonas afectadas por la circulación de la covid-19 a permanecer en aislamiento preventivo por 14 días.
Torales Pereyra había regresado al país desde Estados Unidos solo un día antes de asistir al cumpleaños, por lo que debió haberse sometido a la cuarentena preventiva. En este sentido, el magistrado afirma que "Torales Pereyra violó el deber de cuidado que tenía asignado ya que, ante un escenario de propagación y circulación de casos de coronavirus a nivel mundial, decidió participar de un evento social cuando debía haberse quedado en su domicilio por la obligación de aislamiento”.
Aunque el fiscal del caso, Santiago Marquevich, en principio había acusado al joven de homicidio culposo, para el juez el delito cometido debe encuadrarse en la violación al artículo 203 del Código Penal que rige sobre la pandemia, con el agravante de la muerte de su abuelo y el de haber enfermado a otras personas.
La causa, entonces, fue caratulada como "propagación de enfermedad peligrosa y contagiosa culposa, agravada por el resultado de enfermedad y muerte", algo que prevé hasta 5 años de prisión. En este sentido, el magistrado también ordenó trabar un embargo de 50 millones de pesos sobre los bienes de Torales Pereyra, pero dispuso su inmediata libertad, ya que, hasta el momento, estaba bajo arresto domiciliario.
Días después de que Torales Pereyra asistiera a la fiesta de 15 años de su prima, realizada en el salón de eventos “Alma de Hornero”, de la localidad bonaerense de La Reja, partido de Moreno, se confirmó su diagnóstico positivo de covid-19. A la fiesta habían asistido más de cien invitados, de los cuales 17 resultaron contagiados por el contacto con el contador. Entre ellos, se incluye el propio abuelo del joven, un jubilado de 71 años que ya tenía patologías previas como hipertensión y diabetes, y que terminó por fallecer el pasado 1 de abril.
Fue la propia municipalidad de Moreno la que presentó la denuncia penal contra Torales Pereyra. El joven fue indagado por el fiscal Marquevich mediante una videoconferencia realizada el 14 de abril pasado, oportunidad en la que el acusado se negó a responder preguntas. Se limitó, en lugar de ello, a reenviar al magistrado a remitirse a un escrito que había presentado el abogado defensor Guillermo Tiscornia, quien también participó de la audiencia a distancia.
Ahora, se conocieron detalles de ese escrito, en el que el acusado afirma que decidió ir a la fiesta de 15 porque este tipo de eventos tiene “un significado afectivo muy especial”. Además, Torales Pereyra señala que al momento de la fiesta “se sentía en perfecto estado de salud” y que “el 20 de marzo recibió la notificación de que era portador del coronavirus y el 23 se le dio alta médica". Por ello, concluye, “nunca hubiese imaginado que podría resultar ser portador del virus y menos podría decirse que tuve la menor intención de contagiar a nadie".
En este sentido, el juez sostuvo en su fallo que Torales Pereyra “realizó una acción de la que claramente debía abstenerse, aun cuando pudo haber creído que no se produciría la propagación de la enfermedad”.