La final de la Champions League 2018 entre Liverpool y Real Madrid quedará en el recuerdo. Los jugadores del equipo inglés agarrándose la cabeza, los rivales festejando y un futbolista paralizado en su área, no pudiendo creer lo que pasaba. Loris Karius, el arquero alemán de los dirigidos por Jürgen Klopp, se acaba de "hacer" su segundo gol prácticamente en contra y condenaba a los suyos.

Mucho se dijo de aquel encuentro, hasta que Karius había quedado tocado por un choque previo que le causó una contusión. Lo cierto es que tras aquella coronación de Real Madrid, en la que el alemán fue directamente responsable por los goles de Karim Benzeman (el 1-0 parcial) y Gareth Bale (el 3-1 final), Liverpool salió desesperadamente a buscar un arquero.

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El club terminó pagando la máxima cifra hasta el momento desembolsada por un jugador de esa posición: 62 millones de euros por el brasileño Alisson Becker. Al mismo tiempo, buscaba cómo desprenderse del alemán.

Poco después de un mes de aquella fatídica actuación, Karius se fue a Besiktas de Turquía. Y este lunes, a días de vencerse el préstamo extra large que firmó el equipo inglés con los turcos, el arquero rescindió el vínculo por una disputa salarial.


"Hoy he terminado mi contrato con el Besiktas. Es una pena que acabe así, pero he hecho todo para resolver la situación sin problemas. He tenido paciencia durante meses, hablando con la dirección una y otra vez", escribió el alemán de 26 años en su cuenta en Instagram, que llegó a disputar 67 partidos en el Besiktas, uno de los tres grandes de Turquía junto a Galatasaray y Fenerbahce, recibiendo la considerable cantidad de 95 goles en su valla.

Aunque no explicó en detalle el motivo de la ruptura, apuntó que se trataba de asuntos de dinero: "Desafortunadamente no han intentado resolver este problema, e incluso han rechazado mi sugerencia de ayudar aceptando un recorte salarial".

Durante su estadía en Turquía, Karius no la pasó del todo bien, ya que tenía una relación inestable con su DT y hasta en una ocasión, los barras del equipo le pintaron el auto a su novia, en recriminación por sus flojas actuaciones en el arco.

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El presidente del Besiktas, Erdal Torunogullari, había explicado hace dos semanas en las redes sociales que Karius estaba "nervioso", por una disputa salarial y había incluso buscado asesoramiento legal. "Acudió a la FIFA por su retribución y para finiquitar el contrato. También pide salarios que no le corresponden. Quiere dinero por meses que no ha jugado. Si quiere irse, él sabrá. Nosotros no queremos hacer pagos que no merece", dijo el empresario.

A falta de ocho semanas para terminar la Superliga, uno de los últimos torneos del mundo en interrumpirse por la pandemia, Besiktas se ubica en la quinta posición. Por su parte, Karius parte nuevamente hacia Inglaterra, donde tiene contrato hasta junio de 2022 con el club que lo lanzó a la fama, aunque no la que hubiese querido.