A pocos días del brutal ataque
con armas blancas a integrantes de la comunidad mapuche Buenuleo, la abogada Marina Schifrin denunció que, una vez más, se había retirado la custodia policial que debía permanecer en el predio ubicado en la ladera sur del cerro Ventana. en Bariloche. "La zona ha sido nuevamente liberada, nadie protege a los miembros de la comunidad de sus agresores. Exigimos la inmediata constitución de la guardia que asegure la integridad física de los niños”, planteó. Anoche, tras recorrer los ocho kilómetros que separan el predio de Bariloche, se hizo presente el juez Ricardo Calcagno, y hoy hizo lugar al habeas corpus presentado por Schifrin en nombre de la comunidad. Así, ordenó a la Unidad Regional Tercera que disponga una "custodia permanente en la tranquera de ingreso al predio identificado como lote pastoril 127, residencia de la familia Buenuleo". En tanto, los cuatro detenidos por la agresión fueron liberados, aunque siguen imputados en la causa donde la abogada de los mapuche había pedido que se investiguen no sólo las lesiones por las que debió ser hospitalizado Ramiro Buenuleo, tajeado en la cabeza y el cuello, sino “a toda la asociación ilícita que primero sacó a la guardia y después protagonizó esta agresión brutal”.
El miércoles 29 de abril un hombre, una mujer y un adolescente de la comunidad fueron agredidos. En un ataque premeditado, rompieron las ventanas de la cabaña donde había niños y niñas de entre 2 y 8 años. "Los agresores viven cerca de las víctimas. El Poder Judicial de Bariloche que es sumamente punitivista y justo en este caso no dictó la prisión preventiva, pudo darles al menos la domiciliaria. Fueron muy violentos, la comunidad está en peligro porque el grupo lo integra también una abogada, una ex funcionaria municipal, y quien dice ser propietario", explicó Schifrin.
Para ella los fiscales fueron suaves, al acusar a los agresores por una cantidad de delitos menores --robo, daño, violación de domicilio, de cuarentena--, porque la esencia de la conducta es que se organizaron como una banda ilícita: unos eran ejecutores, otros instigaron y organizaron para generar violencia y quedarse con la tierra en la que vive la comunidad.
"Están inventando una versión falsa diciendo que un integrante de la comunidad quería abusar de una adolescente, que por eso entraron así a la casa, cuando en realidad la adolescente la metieron ellos por la ventana, es gente peligrosa", explicó la letrada. "La policía dejó hacer, porque en ese momento había sacado la guardia, nos dicen que va a estar las 24 horas pero no es cierto, va y viene en forma errática", dijo Ramiro Buenuleo en la audiencia del lunes, realizada por Zoom. Schifrin va a pedir que la próxima sea pública, por internet.
En el recurso de amparo que se presentó el lunes, Schifrin planteó que “la comunidad Buenuleo sufrió el 29 de abril pasado un brutal ataque por parte de personas que están libres y en estos días han seguido hostigándolos. Ni bien salió en libertad, Víctor Sánchez envió audios al whatsapp del grupo del barrio alentando a la violencia contra Ramiro Buenuleo”. Al no cumplirse la custodia policial permanente, denunció, “la comunidad está en estado de indefensión absoluta con ausencia del Estado". Luego de tres noches y dos días enteros sin guardia, el grupo COER hoy volvió a establecer el perimetro de custodia.
El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) reclamó la conformación de una mesa insterministerial para tratar este conflicto, Su presidenta, Magdalena Odarda, recordó que la comunidad Buenuleo realizó numerosas denuncias por violencia en la fiscalía de Bariloche y precisó las fechas desde septiembre del año pasado, tal como publicó este diario en ese momento. "Te voy a rematar a cuchillazos , te conviene que te vayás", fueron las palabras que utilizó un empleado del presunto nuevo dueño. En las imágenes del video al que accedió PáginaI12, Emilio Friedrich y tres hombres intentaron desalojar al grupo mapuche, entre los que había mujeres y niños, exhibieron machetes y cuchillos, al tiempo que les patearon la comida. Sucedió a pocas horas de que la comunidad ocupara el territorio, y del fracaso de una audiencia de mediación en la Justicia de Bariloche.
El INAI solicitó una nueva activación del protocolo en el marco de la mesa de resolución alternativa de conflictos que integran los ministerios de Seguridad, Justicia y Ambiente de la Nación (este último a través de Parques Nacionales) y que para este caso convocarán además al Ministerio de Seguridad de Río Negro y a la Coordinadora del Parlamento Mapuche. El organismo también tuvo contacto con la fiscalía y el juzgado de Garantías interviniente en Bariloche, para pedir medidas concretas de protección de los integrantes de la comunidad, y solicitó a la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia de Río Negro su intervención ante la presencia de niños en el lugar. Y transmitió al Ministerio de Salud su reclamo por la demora en llegar ambulancias ante la presencia de heridos en el lugar.
Derecho a la tierra es intransferible
"Iniciamos el proceso de recuperación colectiva de nuestro ancestral territorio en 2014. El 24 de agosto de ese año de manera inesperada falleció Antonio Buenuleo, nuestro padre, abuelo, bisabuelo y lonko de la comunidad, que siempre nos dejó en claro que el día que él se fuera lo sepultáramos en el territorio", expresaron en un comunicado. "Los usurpadores aprovecharon esos días de profundo dolor y el laberinto de trámites en que nos encontrábamos despidiéndolo, personas ajenas a nuestra comunidad entraron con camiones llenos de materiales, alambrando y cortando el paso. No solo usurparon parte del campo sino que pusieron personas al cuidado del mismo", agregaron los Buenuleo.
"Generación tras generación habitamos estas tierras, atravesando todos los artilugios perversos de este Estado con intención de despojo. Una maraña de burocracia invadía la paz de nuestro lugar, sin embargo seguimos estando, seguimos planificando nuestras vidas, nuestros sueños y deseos". Un día después de haber despedido al lonko, aparecieron Friedrich y sus ayudantes. "Tu abuelo vendió la tierra, si querés te muestro los papeles", dijo uno de ellos, mientras otro los insultaba. Friedrich le dijo "en mi casa no van a comer", y les pateó la comida que estaban preparando en el fuego.
Para el fiscal penal Martín Lozada se trata de "roces", tales como los que muestra el video donde hubo amenazas y exhibición de armas por parte de los presuntos propietarios. Emilio Friedrich, quien se presentó patrocinado por la abogada Laura Zannoni, ex titular del Instituto de Tierra y Vivienda barilochense, dijo tener en su poder un boleto de compra venta por 90 hectáreas firmado por Antonio Buenuleo como lonko de la comunidad hace ya diez años. Los mapuches dicen que la firma es apócrifa. A partir de aquel momento Friedrich montó una cabaña en el lugar, donde casi convive con la comunidad mapuche junto al arroyo Ñireco.
Más allá de si la firma es verdadera o no, la esencia de este tipo de conflictos consiste en que la tierra comunitaria no puede ser vendida por un individuo. De hecho, desde el punto de vista constitucional es intransferible, y es el Estado el que falla en no garantizar que así sea. "Si discutimos la firma, entramos en la lógica de la propiedad privada y no en el encuadre del derecho indigena", explicó la experta Laura Kropff, doctora en Antropología e investigadora del Conicet.