Omar Perotti decidió atender el clamor del aparato productivo para flexibilizar un poco más la cuarentena en Santa Fe. Las actividades exceptuadas que empezaron a funcionar ayer por el decreto 369 y para pueblos de menos de 5000 habitantes, desde mañana trabajarán en todo el mapa santafesino, menos en el Gran Rosario y el Gran Santa Fe. Para estos aglomerados, Perotti espera que hoy el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, le comunique el OK del gobierno nacional.

El gobernador anunció anoche que desde el miércoles se autorizará el funcionamiento del comercio minorista y mayorista en toda la Bota, menos en los dos conglomerados. La excepción atañe también a fletes y mudanzas, actividad inmobiliaria, ejercicio de profesiones liberales, talleres mecánicos, peluquería, manicuría y podología, lavaderos, servicios de mantenimiento de motos y automotores, cobranzas a domicilio y obras de construcción privadas con hasta 5 personas presentes a la vez y sin que ello implique ingresar a viviendas con moradores. En todos los casos, la norma impone conservar las medidas de bioseguridad para desarrollar esas actividades. 

"Se puede ver el avance, el esfuerzo de los santafesinos hecho realidad", dijo Perotti al confirmar el sexto día sin casos nuevos de coronavirus en la provincia. Por eso, dijo, hoy se reunirá con intendentes y representantes del empresariado y el comercio para coordinar esta nueva etapa de apertura y asignar la responsabilidad de control a los municipios y comunas.

A priori, el gobierno imagina un esquema en el que por la mañana funcionen los bancos, la administración pública, oficinas de pago y estudios de profesiones liberales (contabilidad, psicología, abogacía, etc). Por la tarde sería el turno del comercio. La idea es evitar grandes concentraciones de personas en la calle.

"Entramos en una etapa en la que la conducta de cada uno definirá cómo seguimos adelante. Hoy se universalizó el uso del barbijo, hay más conciencia, y eso lo pondremos a prueba desde el miércoles. Pero si se enciende una luz amarilla, volveremos atrás para no perder el control", aclaró Perotti.

El gobernador dijo además que solicitó al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que le permita habilitar algunas actividades en los dos aglomerados de más de 500.000 habitantes que posee Santa Fe: su capital y Rosario. "Iniciamos el pedido ante Nación, viendo los buenos resultados hasta ahora. Esperamos poder activar esas tareas de obras privadas menores, también mudanzas e inmobiliarias. Esperamos contar con esta autorización y desde el miércoles comenzar una nueva etapa", indicó el mandatario a la espera del OK.

Perotti se apoyó en el diagnóstico que anoche brindaron su ministro Carlos Parola y Juan Carlos Bossio, jefe de Programas de Salud del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias. Ambos avalaron esta nueva apertura dispuesta. "Van cinco días sin que se registren casos nuevos en la provincia, lo cual nos permite empezar una nueva fase, pero sin descuidar las medidas adoptadas hasta ahora", indicó el especialista. 

El clamor venía en ascenso en todas las poblaciones que quedaban afuera del decreto 369, que empezó a regir ayer para los pueblos más chicos. Titulares de negocios y empleados mercantiles se manifestaron ayer a la mañana en Esperanza, frente a la sede municipal, para pedir gestiones ante el gobierno provincial para que los autoricen a trabajar. Hubo pedidos similares en San Cristóbal y San Justo. 

"Empezamos una nueva etapa, pero depende de la conducta que cada santafesino y santafesina demostremos a partir de mañana", exigió Perotti.