Integrantes de la comisión directiva de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y trabajadores de Techint presentaron una denuncia judicial contra la empresa por “posible violación de medidas dispuestas por autoridades competentes para evitar la expansión de la epidemia de la covid-19”. El escrito asegura que “sin contar con autorización expresa de autoridad competente, la empresa ha intentado obligar a más de cien trabajadores que se encontraban cumpliendo aislamiento obligatorio, para que concurran al establecimiento a cumplir tareas habituales”. Los denunciantes sostienen que Techint tiene permiso para operar solamente un sector de su planta de Avellaneda en donde tiene un horno de fundición, pero que por fuera de ello la firma intentó obligar a otro grupo de operarios que efectuar tareas en un sector que no había sido autorizado. En tanto, Techint asegura que la planta “cuenta con todas las habilitaciones necesarias para operar”. Los trabajadores reclaman que hay puntos grises de los cuales la empresa quiere aprovecharse. Este lunes tuvo lugar una audiencia ante el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, porque la empresa intimó a los operarios que no se presentaron a trabajar en marco de la discusión por la autorización.

La denuncia fue presentada por Ceferino Fernández y Sergio López, integrantes de la comisión directiva de la UOM y trabajadores de la planta de Ternium en Canning, en donde se fabrica la chapa que se utiliza en automóviles y electrodomésticos, entre otros rubros. El escrito advierte sobre una supuesta presión de la empresa sobre trabajadores para que retomen tareas en un sector que no contaba con expresa autorización oficial. “Los trabajadores se han rehusado a cumplir con la convocatoria, aun cuando resultan perjudicados al no trabajar, pues en aislamiento cobran menos del 50 por ciento de sus remuneraciones. Esto se decidió tanto por temor al contagio, como así también por la determinación de no contribuir al quebrantamiento indebido del sistema preventivo de confinamiento”, dicen los integrantes de la UOM en un escrito al que accedió este diario.

Los denunciantes explican que “en el contexto de prohibición de trabajar/circular dispuesto por DNU 297/20 y complementarios, la empresa Ternium cuenta con una autorización de la Secretaría de Industria y Economía del Conocimiento de la Nación para desarrollar actividad en un solo sector del establecimiento, en el que se cumple un proceso que no admite interrupción. Esta excepción se le concedió en el marco de lo dispuesto en el art. 1, apartado primero de la Decisión Administrativa 429/20 de la Jefatura Gabinete”. En efecto, aquella norma, del 20 de marzo, definió que entre las excepciones a la cuarentena estén los procesos continuos, aunque “reduciendo al mínimo su actividad y dotación de personal”. En el caso de Siderar, se trata de un horno que está girando en vacío, sin material, pero que es necesario mantenerlo encendido. En esa actividad trabaja una guardia de doce operarios.

Sin embargo, la UOM denuncia que la empresa presionó a otra parte del plantel de empleados para ampliar las actividades en otro sector de la planta. “Sin contar con autorización expresa de autoridad competente, la empresa ha intentado obligar a más de cien trabajadores que se encontraban cumpliendo aislamiento obligatorio, para que concurran al establecimiento a cumplir tareas habituales. No existiría autorización o acto administrativo de autoridad competente que habilite el desarrollo de tales actividades, certificando que las mismas encuadran en alguna de las otras excepciones estatuidas por las distintas normas de excepción”, advierten. 

Dicen que primero la empresa convocó a trabajadores apelando a que el gobierno exceptuó de las restricciones a la actividad de “fumigación y mantenimiento”. “Llamaron a cien trabajadores, de un total de 300, a realizar tareas de mantenimiento. No nos parece que sea lógico. También presionaron cuando se levantó la restricción para los corralones, diciendo que además abarcaba a los proveedores de los corralones”, explican los denunciantes. Por otro lado, la empresa gestionó ante la Municipalidad de Ezeiza “una autorización irregular para ampliar sus actividades", dice la denuncia.

Consultada por este diario, la empresa aseguró que cuenta con "todas las habilitaciones necesarias para operar" y que "en sus actividades se da íntegro cumplimiento al Protocolo de Higiene y Seguridad Emergencia”. “Si la empresa considera que hay más actividades que están incluidas en las excepciones, que consiga el permiso oficial firmado por las autoridades competentes y nosotros volvemos a trabajar. Pero si los papeles no están en orden, no podemos poner en riesgo nuestra salud”, afirman Fernández y López.