Con el aislamiento social, preventivo y obligatorio vigente en todo el país hasta el 10 de mayo, las autoridades de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) dispusieron una nueva prórroga de la suspensión de actividades presenciales hasta el 17 de mayo. Por lo tanto, no habrá actividad en los marcos académicos, de servicios y administrativos. La Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Salta (ADIUNSa) criticó que la decisión fuera tomada por solo por el rector, y aseguró que la Universidad no puede funcionar "por DNU". 

En la resolución 314/20, una nueva ad referendum del Consejo Superior, se reiteró la afirmación del Comité de Emergencia de la UNSa de resoluciones anteriores. Se destaca que “las actividades presenciales generan gran movilidad de personas: estudiantes, docentes, personal de apoyo, comerciantes, uso de transporte público intensivo”. 

Por esa razón, desde el Comité recomendaron “a las autoridades de la Universidad Nacional de Salta, en todas sus dependencias, a que se prorrogue la suspensión de actividades presenciales hasta el 17 de mayo”. La decisión de nuevas prórrogas seguirá sujeta a la evolución de la situación sanitaria provincial y nacional, según se expresa en la resolución firmada el 30 de abril. 

No obstante, seguirán siendo efectivas las atenciones de guardias o equipos de emergencia para aspectos funcionales, administrativos y operativos de la Universidad. Su disposición y funcionamiento queda a cargo de las autoridades del rectorado, de las sedes regionales y las facultades.

Críticas por decisiones del rector 

La ADIUNSa criticó que el rector Víctor Claros esté centralizando la toma de decisiones durante la cuarentena. "Consejos Superiores de otras Universidades, legislaturas municipales, provinciales, y próximamente la instancia legislativa nacional buscan cómo garantizar un funcionamiento y toma de decisiones democrática", en cambio, en la UNSa todo funciona “por DNU”, sostuvo el gremio en un comunicado publicado a propósito del día del trabajador.  

Además, el 16 de marzo Adiunsa había solicitado tener representación en el Comité de Emergencia, como ocurre en otras universidades del país. Recién un mes después, el Comité le respondió solicitando formalmente el nombre de la persona que formaría parte. La respuesta se envío la semana pasada, pero aún no reciben novedades. 

El gremio expresó en el mismo comunicado que esta "demora" le "sorprende". "Consideramos imprescindible la integración de las representaciones gremiales, en el mismo, porque lo que se vaya a decidir incumbe a la comunidad de la que formamos parte. En el caso puntual nuestro, debemos velar por las condiciones laborales, tanto ahora como cuando empiecen a levantarse las restricciones", alertó. 

Además, manifestó su preocupación por "la falta de una línea única y clara" dentro de la Universidad. Aseguró que desde la segunda quincena de marzo "se emitieron prórrogas, y decenas de instrucciones a veces contradictorias a lo largo y lo ancho de la administración de las Unidades Académicas". Afirmó que se quiere "en algunos casos forzar una situación de normalidad, que habilite masivamente a la evaluación de saberes y acreditación formal de aprendizajes".

Ante esa situación, el gremio pidió que el Consejo Superior se pronuncie sobre el ciclo lectivo dado que se está negando la disparidad de circunstancias en las que llevan el aislamiento tanto docentes como estudiantes. 

Un acompañamiento poco efectivo

En la resolución 314/20 se recomendó "la importancia de la aplicación y/o continuidad de las actividades de apoyo a la enseñanza a través de entornos virtuales, con especial consideración a la situación de quienes tengan inconvenientes para el acceso a los materiales y/o procesos ofrecidos en las plataformas empleadas". 

ADIUNSa consideró valorable el esfuerzo por brindar acompañamiento a estudiantes para avanzar en los procesos de aprendizaje. Sin embargo, cuestionó que dicha acción "no puede ni generalizarse ni exigirse, más cuando la Universidad no ha brindado ningún apoyo concreto a lxs docentes para que estos lleven adelante sus tareas"

A principios de abril, este medio dio a conocer que el 54% de los docentes universitarios tienen problemas de conectividad . Desde Adiunsa realizaron una encuesta voluntaria y se constató que más de la mitad de los profesionales que respondieron no tienen una buena conexión a Internet y que las sedes de Orán y Tartagal, presentan mayores conflictos de acceso a la red.

También se evidenció que el 26% comparte la computadora en sus hogares impidiendo contar con el principal equipamiento para el dictado de clases a distancia. Además, se añadió que un 54% de los encuestados tienen a su cargo personas que pertenecen a grupos de riesgo por la pandemia, o que tienen hijos menores de edad.

“Estos datos dan una idea de la disparidad de condiciones en las que se encuentran lxs docentes de la UNSa. Pretender, entonces, que haya un desempeño comparable al habitual sólo esconde estas diferencias y -por ende- las acentúa”, afirmó en su momento, el secretario gremial, Jorge Ramírez.