En Pichanal, las autoridades de las comunidades El Algarrobal y Tres Palmeras, solicitaron respuestas al gobierno municipal y provincial ante las necesidades alimentarias y sanitarias en la cuarentena por el Covid-19 y también por el riesgo que implica el dengue.
"La comunidad está en una situación de abandono desde que comenzó la cuarentena. No podemos salir a trabajar en la zona como changarines. No podemos salir, no podemos llevar el pan de cada día a las casas. Pedimos auxilio al gobierno municipal y provincial, hacen oídos sordos", sostuvo el presidente de la comunidad wichí El Algarrobal, Nelson Campos.
El referente dijo que el gobierno municipal solo le dio un bolsón a cada familia, desde que comenzó la cuarentena. "Nosotros estamos muy mal. Sabemos que a la cuarentena hay que cumplirla pero, ¿qué comemos? Tratamos de hablar con el intendente Sebastián Domínguez hace tres semanas, dijo que ya se iba a solucionar", manifestó.
En El Algarrobal hay 40 familias con un promedio de seis integrantes, entre ellos, niños y niñas. Campos dijo que "hay muchos casos de dengue. Cuando vamos al hospital con fiebre, dolor de ojos, nos ponen una inyección y nos mandan a la casa. No nos hacen análisis, ¿cómo podemos saber si es dengue o no? La gente se recupera un poco pero luego vuelve a tomar temperatura". El referente dijo que hay ocho personas con sintomatología de dengue en su comunidad. Las autoridades sanitarias ya informaron que como hay circulación viral del dengue en la provincia, ya no se hacen los análisis para confirmar la enfermedad, que se diagnostica por los síntomas.
Campos dijo que solicita desmalezamiento y fumigación porque "hay muchos mosquitos". Planteó que hicieron el pedido al municipio y que informaron de la situación al secretario de Asuntos Indígenas, Luis Gómez Almaraz, pero no obtuvieron respuestas.
"Si vamos a desmalezar nosotros y alguno de mis hermanos es picado por una víbora, o por el mosquito del dengue, ¿quién se hace responsable? El municipio tiene personal. Veo que lo hacen por otras zonas. Aquí vinieron los primeros días fumigando. Seguimos con el pasto alto en la plaza, los baldíos, al costado de la comunidad, en los canales, ahí se reproduce el mosquito y a pasitos hay agua estancada", dijo Campos. Añadió que en el hospital no hacen análisis y que mientras no se confirma que tienen dengue, no fumigan, no les dan repelentes, nada.
Además, Campos planteó que solo algunos miembros de la comunidad salieron como beneficiarios del Ingreso Familiar de Emergencia y que hay trabajadores rurales cíclicos que estaban en otras provincias y aún aparecen activos en las empresas por lo que no pudieron cobrar ningún beneficio social.
También a Campos le sucedió algo similar pero en la Municipalidad. El referente contó que era empleado municipal y realizaba tareas de limpieza y mantenimiento en su comunidad, se venció el contrato el 31 de diciembre y no se lo renovaron. Ganaba $15 mil. "No me dieron de baja en el sistema para que pueda cobrar el salario universal por hijo. Vengo reclamando desde diciembre que me devuelvan el trabajo o me den de baja porque no puedo cobrar ningún beneficio, ni el IFE, ni la tarjeta Alimentar", expresó.
"Necesitamos ayuda alimentaria y agua potable", manifestó Campos. Dijo que les habilitaron un pozo pero que están bebiendo agua sin potabilizar. También contó que el municipio cerró el comedor que tenía tres veces por semana, lunes, miércoles, y viernes, y el merendero que funcionaba los martes, jueves y sábado. "Cuando comenzó la cuarentena lo levantaron. Pedí a la Municipalidad que compensen con bolsones, para cada familia pero no hicieron nada", dijo.
Merenderos y comedores cerrados
El cacique de la comunidad guaraní Tres Palmeras, Darío Pinto, sostuvo ante Salta/12 que antes de la cuarentena venían sufriendo la situación alimentaria y que el gobierno municipal actual les cerró también comedores y merenderos.
"No recibimos ningún tipo de ayuda. Nuestra comunidad tiene 3 mil habitantes. Estamos en situación de emergencia habitacional, cada vez que llueve se llena todo de barro, las calles no están niveladas y se moja todo adentro", indicó.
"Según el hospital, no sé si esconden los casos de dengue, pero dicen que no hay casos en mi comunidad. Nosotros pedimos desmalezamiento. Hay una laguna grande al lado de la comunidad. Alrededor de dos o tres integrantes de cada familia se enfermó, mis dos hijos y yo, vecinos, tuvimos síntomas de dengue: fiebre, dolor de huesos, vómitos, dolor de cabeza, decaimiento. Acudimos al hospital, te ponen un suero y te mandan a la casa, no te dan nada más. Tenés que comprar los medicamentos y no te hacen análisis", detalló Pinto.
Dijo que usan hierbas naturales para bajar la temperatura porque no tienen ningún tipo de remedio ni del hospital ni del municipio. Solicitó también desmalezamiento, limpieza de canales y fumigaciones.
Pinto planteó que la mayoría en su comunidad tampoco salió como destinataria en el IFE. "Hay (trabajadores cíclicos) que no accedieron al beneficio porque se fueron a trabajar a Río Negro o Mendoza, donde los blanquean, quedan fichados y por eso no han podido cobrar nada", especificó.
"La misma gente ha cumplido cuarentena en otra provincia, se quedó sin trabajo. Gastaron la plata en cuarentena, pagaron el pasaje de vuelta. Al llegar a Pichanal, tuvieron que hacer de nuevo la cuarentena 15 días. Las familias tuvieron que conseguir de donde sea para que tengan la comida. Desde la Municipalidad los instalaron en una escuela técnica, en el Complejo Deportivo, en la Terminal, en la Escuela Reconquista, en distintos puntos. A cada tanda que llegaba la hacían cumplir pero no asistían como debía ser. Hay lugares donde no había para lavarse ni ducharse. La cuarentena significa que hay que estar encerrado pero al llevar la comida ya estás en contacto. ¿De qué nos sirve la cuarentena? Hay un montón de fallas", aseveró Pinto.
"Hace dos meses nos retiraron la bomba de agua desde el municipio porque se quemó, hasta el día de hoy no nos la devuelven. Cuatro comunidades estamos sacando agua de la misma bomba que funciona en la escuela técnica", precisó.
Ambos referentes se quejaron de que no les permitieran conmemorar el día de los pueblos originarios y de no cobrar un fondo municipal de $25 mil para las comunidades, aunque el intendente aseguró a Salta/12 que no se comprometieron a entregarlo.
"Nunca existió ese compromiso, ya que ellos solicitaban ese dinero para poder organizar una fiesta por la semana de los pueblos originarios. Le expliqué que eso no podía ser posible porque los municipios estamos sufriendo recortes presupuestarios de 58% de la coparticipación y además no estamos recaudando. Por sobretodo no se pueden realizar reuniones. El 23 de abril fueron las fiestas patronales de Pichanal y no pudimos hacer nada", dijo Domínguez.