El mundo artístico es uno de los más afectados por la pandemia. El aislamiento decretado y el protocolo sanitario paralizó la actividad artística, cerrando cines y teatros, suspendiendo o postergando grabaciones y rodajes audiovisuales. Pensando en el día después, el empresario teatral Carlos Rottemberg diseñó una propuesta para que la actividad teatral comience lenta y cuidadosamente un regreso posible hacia finales de año. Definida como una “hoja de ruta”, el plan estipula la reapertura escalonada de las salas, comenzando con las más pequeñas para ir llegando hacia las más grandes. “Vale puntualizar que esta posible hoja de ruta que planteo a mano alzada, siempre la imagino sujeta al resultado sanitario que se experimente durante el mes de mayo, atento a que lo antepongo a cualquier otra prioridad o interés”, detalla el empresario. Se supone que tanto el cine como el teatro, por sus propias características y espacios cerrados de visionado, serán de las últimas actividades en volver a la “normalidad”.
La propuesta con la que Rottemberg busca brindar alguna certidumbre a los trabajadores y empresas de la actividad teatral y musical en vivo es apenas un escrito puesto al debate y mejoramiento. Por lo pronto, el dueño del Multiteatro le presentó el escrito al jefe de gobierno de la Ciudad Horacio Rodríguez Larreta, y a su ministro de Cultura, Enrique Avogadro, para que puedan analizarlo. También le acercó una copia a Guillermo Montenegro, intendente de Mar del Plata, y al secretario de cultura de la ciudad costera, de cara a la temporada veraniega 2021.
“En concordancia con lo manifestado en el mes de marzo, para perder 'solo' el año 2020 en la actividad teatral y musical, se requiere promover el regreso de la misma entre agosto y septiembre. Aquel mensaje que podía resultar lejano y pesimista hoy se convierte en el mejor escenario, ya que si así no fuese, empezaríamos a hipotecar también parte de la temporada 2021, agravado por cómo impactaría, además, en los contratos y la cartelera en los centros de veraneo”, detalla Rottemberg al momento de explicar su inquietud.
De larga trayectoria teatral, el empresario propone básicamente comenzar a abrir salas con una lógica: de las más chicas a las más grandes, de poco público a uno mayor. “Abrir espacios 'de abajo hacia arriba' en cantidad de personas y/o capacidad nominal, creciendo por períodos quincenales a partir de agosto/septiembre, siempre bajo protocolo sanitario”, detalla como primera medida. En su criterio, la posibilidad de la reapertura estará condicionada no solo por el criterio sanitario sino también por la golpeada economía de los espectadores. “Reconocer, al margen de la autorización para retomar la actividad, que el mismo público tomará su propia dinámica en retornar paulatinamente a las salas. Eso será producto de una lógica primera inercia post cuarentena, más una economía hogareña más dañada que antes del inicio de la pandemia”.
Para fundamentar su posición, Rottemberg toma como punto de partida lo que sucede con la industria aerocomercial, que ya fue regulada por el gobierno nacional. “Nuestra actividad en un punto se asemeja a lo ya definido para los vuelos de cabotaje, a los cuales se autorizó desde ahora la venta de pasajes para el 1 de septiembre”, señala. La posibilidad de consensuar un plan para el regreso del teatro, sostiene, descomprimiría la angustiante situación que vive la comunidad artística. “Siempre bajo un protocolo específico para espectáculos públicos acorde a la concurrencia, tener certezas durante el mes de junio también empezaría a tranquilizar a la comunidad artística, hoy sin perspectivas y mayoritariamente angustiada”, subraya.
La propuesta de Rottemberg para la apertura en la última parte del año, especifica el escrito, no busca recuperar económicamente el 2020 para los teatros, productores, actores y el resto del personal que forma parte de la actividad teatral. Es un plan -reconoce- que “aunque deficitario desde lo económico, sería una manera de prepararnos para encarar la temporada 2021 con alguna mejor posibilidad. Serviría a los efectos de “adelantar el miedo” en el público, además de retomar los contratos de trabajo hoy inexistentes”. El empresario sostiene que “trasladar la apertura de los espectáculos recién al verano se llevaría puesta gran parte de la temporada 2021, anulando además el movimiento del espectáculo fuerte en los centros veraniegos, especialmente de Mar del Plata y Carlos Paz”.
Una complejidad particular que tienen los teatros es que, a diferencia de otras actividades económicas, como cualquier negocio de venta al públicos, los mismos no pueden abrir sus puertas de un día para otro. Para poder estrenar un espectáculo al público, las obras requieren de meses de ensayos y preparativos de escenografías, vestuario, maquillaje, sonido e iluminación, entre otras facetas. Claro que la propuesta debe estar sujeta a la evolución de la pandemia en el país y en la ciudad de Buenos Aires en particular. Las disposiciones del Ministerio de Salud de la Nación deberían ser acatadas. “Si logramos mancomunar esfuerzos entre artistas y trabajadores del medio, más empresas y autoridades, podríamos soñar con terminar el año mejor que como lo comenzamos. ¡Y bien sabemos que también de soñar se trata el espectáculo!”, cerró el empresario.