”Me gustaría tener otra etapa en Newell’s, más maduro, con otra cabeza, pero hoy tengo tres años más de contrato con Tigres”, reconoció Nahuel Guzmán, el arquero campeón del equipo que dirigió en 2013 Gerardo Martino en el parque Independencia. Sin actividad en el fútbol mexicano por la pandemia, el Patón recordó su paso exitoso por Newell’s, su presente en México y reivindicó su pertenencia a causas sociales y militancia. “Hoy aparecen cada vez más pibes vinculados e interesados por cuestiones sociales o políticas”, valoró.
“Conocí mucha gente que se exilió en la dictadura en México, muchas ciudades de este país recibieron a paisamos –como ellos nos dicen a nosotros--, compatriotas nuestros. Hay una comunidad argentina que hace mucho está acá. Y yo arranqué muy bien en lo deportivo, jugamos una final a los seis meses de que llegué y al año y medio salimos campeón. En 2015, 2016, 2017 y 2019 salimos campeones en Tigres. A eso se le suma la llegada de mis dos hijos. Estamos en una ciudad grande y cómoda, linda”, analizó Guzmán en entrevista con Pablo Feldman.
El ex arquero de la Selección se fue a México en 2014 y vivió a la distancia los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri. Aunque no por eso dejó de percibir los padecimientos de su gestión. “A mucha gente le pasó de pensar que los que tienen plata no necesitan más y si manejan bien una empresa pueden manejar un país. Si fuera así, bienvenido sea. Evidentemente no fue como muchos esperaban y fue como muchos creíamos que podía ser o hasta peor”, lamentó.
Militante político y adherente de las luchas de las Madres de Plaza de Mayo, el jugador de Tigres es una excepción en el mundo del fútbol. Y asume con orgullo ese rol singular. “Los jugadores entienden que uno esté dispuesto a este tipo de exposición fuera de lo futbolístico. Hablo con los chicos de cuestiones sociales y políticas, había un poco de todo, gente que no se quería meter y otra que aprende cada día. Hoy aparecen cada vez más pibes vinculados a cuestiones sociales o políticas”, analizó el arquero.
Pero los recuerdos del Newell’s de Martino fluyeron con inmediatez: “En los primeros cinco partidos con Martino no me hicieron goles. Hice una nota por eso y al partido siguiente River me hizo tres, a los dos minutos ya me habían hecho dos goles. Ahí el Gringo Heinze me dijo que en esos momentos es mejor esperar”, recordó. Con el Tata el equipo llegó a semifinales de Copa Libertadores y quedó en las puertas de una nueva final. “Con Atlético Mineiro había mucha tristeza porque se nos termina escapando por muy poco, por penales. Mucho no me acuerdo porque jugué casi todo el segundo tiempo medio inconsciente por una fractura en la nariz y (Juan) Bóttoli (médico de Newell’s) me acomodó la naríz ahí y me termina de coser sin anestesia en el entretiempo porque no tomaba la xilocaína. En el segundo fue bastante parejo, se corta la luz, tuvimos para hacer un gol. Sabíamos que era como la final. Cuando se corta la luz me acerco al banco de suplentes y el técnico de ellos me dice esta es la final, el que gana acá sale campeón”.
Por último, Guzmán se esperanza con el futuro del país: “Alberto (Fernández) me parece una imagen nueva para un montón de gente, le tocó remar en ducle de leche en esta situación de la pandemia pero se puso el equipo al hombro. Tuvo personalidad para plantarse y tomar medidas".
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