El maestro Vladimir Ilich Tao Tse Tung es un maestro taoista leninista, una figura inventada por el periodista político, bailarín de contact, músico -amateur pero consecuente- y editor periodístico de primer nivel Damian Schwarsztein que encontró en ese personaje condensador --al que "siguen millones de personas en el mundo"-- la forma de contar la realidad desde el delirio. 

Pero ¿qué realidad? La de quienes no se conforman con lo establecido. Vladimir va al paraíso es un libro escrito desde el humor, que plantea cuestiones existenciales como el amor, el aprendizaje, los hermanos, la infancia. Sus textos --nada pretenciosos-- se vuelven entrañables y dejan ganas de quedarse a vivir en esos escenarios extraños, a la vez que muy conocidos, de historias tan propias como compartidas. 

Es también un libro de crónicas de viaje apócrifo, porque el maestro Vladimir Ilich Tao Tse Tung va a Berlín, a París, a Nueva York, viaja en crucero, vuelve a Buenos Aires, pero siempre encuentra una avenida Pellegrinen para estar con sus amigos, los de Rosario. Y en cada uno de esos lugares imaginarios lleva sus pocas palabras, junto con la voluntad de quienes lo siguen de descifrar convenientemente sus mensajes cifrados. Tomasito Mann y Rosa de Luxen Virgo en la capital alemana, Cocó en la francesa; el periodista Carlos Fardel, son nombre que sirven de contraseña con les lectores para reinventar la realidad inmediata en clave de deseos.  

Es que los breves textos de Schwarzstein --publicados primero en el diario digital Rosario3.com y reescritos luegos como una trama viajera-- tienen atmósfera onírica. Siempre con epígrafes musicales, por lo general del rock nacional. En los sueños, suceden cosas insólitas en escenarios familiares, o conocidos. Lo impensable irrumpe a partir de metáfora y metonimia, los materiales que también nutren a la poesía y del arte. 

Schwarzstein ama y busca el arte no sólo cuando se lanza al jam de improvisación de danza sino también cuando escribe una nota periodística con la audaz vocación de iluminar algo impensado, de salir de la rutina de las normas para contar una historia. Y así, en esa búsqueda de hacer más amable la realidad, de acercarla a la utopía, encontró la del maestro taoista leninista.

Vladimir va al paraíso, de Damián Schwarzstein, Baltasara Editora, 2018