El comercio electrónico creció exponencialmente por la cuarentena. En abril, uno de cada tres argentinos aumentó sus compras online, 12 puntos más que en la medición realizada a fines de marzo. Además, 4 de cada 10 anticipan que sus compras virtuales crecerán a futuro, lo que supera al promedio de la región. Así se desprende del último informe de la consultora Kantar, titulado “El e-commerce es la nueva modalidad”. Sin embargo, la modalidad digital aún no logra evitar el derrumbe histórico en las ventas de pymes e implica mayores costos por comisiones o envíos a domicilio.
El informe de Kantar también destaca que la compra online se expandió a nuevos productos. El 43 por ciento de los argentinos debutó en el consumo de alguna categoría, versus el 29 por ciento en la última semana de marzo. Principalmente en alimentos y bebidas, productos farmacéuticos, pagos de servicios, cosmética y cuidado personal. Incluso, la plataforma Avenida, que provee solución tecnológicas, informó que “la cuarentena empuja ventas récord”, equivalentes a “un Cyber Monday por día”.
En la misma línea, Mercado Libre informó que se registraron 1,7 millones de nuevos compradores digitales. Los envíos a domicilio alcanzaron su pico de 1,1 millones de entregas diarias. Las compras de consumo masivo crecieron 13 por ciento promedio entre marzo y febrero. Las ventas de productos de limpieza aumentaron 156 por ciento y las de jabones 131 por ciento. Las cifras son sólo de marzo, y la empresa trabaja en un nuevo informe sobre el consumo en abril, que se espera, será mayor, dado que durante todo el mes hubo aislamiento obligatorio.
No alcanza
El comercio electrónico estuvo permitido desde un primer momento. Pero en la práctica, sólo podían realizarlo los sectores exceptuados como farmacias o supermercados, porque no estaba permitido el armado y el despacho del bien. A partir del 20 de abril, todo negocio fue habilitado, con los debidos resguardos.
El 31 por ciento de los comercios realiza ventas por internet desde antes de la cuarentena y el 16 por ciento se sumó a partir del inicio del aislamiento. Pero el 53 por ciento aún no implementó esta modalidad. Así se desprende de una encuesta realizada por la Cámara de Comercio (CAC) en abril. Ante la consulta de qué ocurrió con las ventas en ese período, al 92 por ciento le cayeron, para el 7,2 por ciento permanecieron sin cambios y sólo 0,7 por ciento dijo que les aumentó.
Algo similar relevó la Cámara de la Mediana Empresa (Came). El rubro electrónica tuvo casi todas sus ventas de forma online, porque familias y comercios invirtieron en tecnología para realizar actividades en el hogar. Sin embargo, las ventas del mes cayeron 78 por ciento. El comercio online de alimentos creció 3,6 por ciento interanual, pero las ventas totales cayeron 17 por ciento. Lo mismo en farmacias: la venta web creció 33 por ciento, pero las ventas totales descendieron 27 por ciento. “La modalidad online no alcanza para amortiguar el drástico derrumbe”, afirma el comunicado de Came.
Mayores costos
A la caída en las ventas, los negocios suman un nuevo dolor de cabeza: los costos extras de vender online. Por ejemplo, en el caso de una venta de indumentaria por 5089 pesos, se agrega el 13 por ciento a la comisión del marketplace, el 13 por ciento del envío y 1 por ciento de impuestos, es decir, el 27 por ciento de la operación. El análisis lo realizó la Federación de Comercio de la Ciudad (Fecoba).
“Para un comercio físico, los costos del comercio electrónico son muy altos. Hay que pagarle al marketplace y a Mercado Pago, y en todo se recargan nuevos impuestos. Con bajo volumen de operaciones y exclusividad en el canal online, no se pueden sostener los costos operativos de alquiler, empleados, servicios públicos y materias primas. Se hace inviable la exclusividad por ese sitio", aseguró Damián Di Pace, consultor pyme. El link de pago , uno de los métodos más difundidos, tiene comisiones tres veces más altas que las de una tarjeta de crédito.
Incluso, con el crecimiento del e-commerce, la mayoría de los retailers comenzaron a tener demoras en entregas, problemas en las plataformas web o consultas sin responder. En abril, cayó 7 puntos la apreciación de la compra online como una experiencia más positiva que la offline (de 41 a 31 por ciento), según Kantar.