El presidente Alberto Fernández aseguró que está analizando “el clima respecto al coronavirus”, al referirse al nivel de aceptación que tendría una nueva extensión de la cuarentena o un paulatino levantamiento de las medidas, la idea que predomina dentro del Gobierno. “El debate es cómo salir, porque se vuelve un problema con la crisis económica", subrayó el mandatario y aseguró que todos los países del mundo están afrontando el mismo dilema. En ese marco, se refirió a la reactivación del aparato productivo, pero reiteró que si no se hace con el debido cuidado ni respetando los tiempos acordes “nos podemos meter en un problemón”. “Los que dicen que hay que salir ya de la cuarentena sepan que sería llevar a la muerte a miles de argentinos”, enfatizó.
“Estamos con Santiago (Cafiero) preparando protocolos para abrir actividades económicas. En el interior del país es más fácil. Si todo lo hacemos cumpliendo el protocolo, con seriedad, evitando el transporte público y el traslado interjurisdiccional, si lo hacemos así, las posibilidades de empezar a funcionar son muy claras”, definió el mandatario.
Fernández salió al cruce de las críticas de ciertos economistas que proponen una reactivación total e inmediata y de aquellos que cuestionaron las medidas de distanciamiento social, preventivo y obligatorio dispuestas por el Gobierno. Puntualmente, le respondió al exministro de Economía del macrismo Alfonso Prat Gay, quien salió a decir que con la cuarentena se estaba “destruyendo la economía”. “La verdad es que es muy impactante. Los que destruyeron la economía sin ningún coronavirus en el medio fueron ellos. ¿Cómo es que se animan a hablar así?”, se preguntó.
En esa línea, el Presidente hizo extensiva una reflexión para los empresarios que están pugnando por un rápido levantamiento de las medidas: “El Estado está pagando el 50% del sueldo a los empleados para mantener en pie el sistema productivo", subrayó sobre las políticas implementadas para mantener los puestos laborales a pesar de la crisis desatada por la pandemia.
El Presidente le pidió a la gente que reflexione porque en algunos planteos “hay mucha mala intención e intención política”. “Los que dicen que hay que salir ya de la cuarentena sepan que sería llevar a la muerte a miles de argentinos”, agregó al resaltar la dificultad que representa “dosificar la salida”. No obstante, develó que el el Gobierno ya tienen un plan para lograrlo.
“Hay que moverse con mucha prudencia. Hay un uso perverso de la inestabilidad emocional de la gente que está en cuarentena hace mucho tiempo e impulsa a muchos a hacer reclamos absolutamente alocados sin ver las consecuencias. Hay sectores de la oposición que lo están haciendo, no ciudadanos independientes", subrayó en la entrevista que concedió a Radio con Vos.
Por eso, al igual que en las últimas entrevistas, Fernández marcó la diferencia de realidades entre “los que gobiernan y tienen que asumir responsabilidades y los que opinan”. “Los que gobiernan son conscientes de los riesgos”, remarcó. "Tengo la suerte que los opositores que gobiernan ven igual que yo la situación. No así los que no gobiernan, los que hacen política en twitter y van a programas de televisión a explicar que destruimos la economía", completó.
Sobre los protocolos “para abrir actividades económicas”, el mandatario afirmó que se están delineando con extremo cuidado. “Cuando se toma una medida de esta naturaleza el resultado lo conocés 15 días después que es el tiempo que tarda en madurar el contagio", indicó.
La respuesta a la Asociación Empresaria Argentina
Luego de que los dueños de las principales empresas del país presionaran al Gobierno para que se de "especial prioridad a mantener vivo el aparato productivo”, Fernández ponderó las medidas que su equipo económico tomó para mantener el pie a la producción. “Miren qué viva que la mantenemos que hasta le pagamos los sueldos a su gente”, subrayó.
“No puedo entenderlos, no sé desde qué lugar hablan. El Estado, todos los argentinos, le pagamos el 50 por ciento del sueldo de sus empleados para mantener el sistema productivo para que cuando pase la cuarentena empiece a funcionar todo de vuelta”, continuó.
El mandatario repasó su discurso de apertura del Congreso del 1 de marzo y resaltó que el mundo en el que se encontraba era otro, “donde el coronavirus no existía”. “Ahora se dio vuelta todo. Algunos dicen ‘estamos preocupados por el déficit fiscal, pero el Estado tiene que pagar el sueldo de los empleados’. Pónganse de acuerdo”, les pidió.
Sobre el impuesto a las grandes fortunas
Sobre el impuesto a la riqueza propuesto por el diputado Máximo Kirchner, el mandatario dijo estar de acuerdo en un proyecto semejante, aunque indicó que en su opinión no usaría la palabra “impuesto”. "Creo que puede haber un aporte excepcional de las grandes fortunas. Es muy injusto lo que está pasando.”, destacó.
El mandatario afirmó que la iniciativa que discutió tanto con Máximo Kirchner y Carlos Heller afecta solamente “a 11 mil argentinos poseedores de un patrimonio total de 1.300 millones de dólares”.
Su opinión sobre los cacerolazos
El mandatario remarcó que entiende que ese tipo de manifestaciones son expresiones que responden a cierta "intencionalidad política". "Me parece que están jugando con el malestar que los argentinos tienen. Yo solo le pido a los argentinos que miren los informes", indicó al resaltar que sin la cuarentena "hoy habría miles de muertos".
"No se puede atender este tema y que el sistema económico funcione igual. Las dos cosas no se pueden. Y los que lo hicieron terminaron juntando muertos en camiones frigoríficos o sepultándolos en fosas comunes o cremándolos a velocidades inusuales. Todo no se puede hacer, y por eso le pido a la gente que reflexione", manifestó.
El brote de coronavirus en las villas
El Presidente dijo que el Gobierno puso desde el primer momento especial atención en las villas. "Son un problema porque no son exactamente iguales en la Ciudad que en la Provincia", diferenció al hablar del alto nivel de aglomeración en Capital Federal.
"En Provincia hay más barrios pobres, pero más espaciados. El riesgo es la aglomeración", puntualizó el mandatario, quien opinó que "se está reaccionando muy bien en la Ciudad, tratando de hacer testeos. "La Ciudad organizó un sistema para sacar a las personas con riesgo y llevarlas a hoteles. No es que no les prestaron atención a las villas, sino que las posibilidades de contagio son exponenciales, no hay que cargar las tintas sobre nadie", indicó.
La crisis sanitaria en Brasil
El Presidente le dedicó también unos momentos a analizar la situación de Brasil, que ya superó en cantidad de muertes y contagios a China ante la falta de medidas tomadas por el gobierno de Jair Bolsonaro. Fernández dijo que Brasil representa "un riesgo muy grande" y que es un tema recurrente de discusión en sus diálogos con los presidentes latinoamericanos,
"Lo he hablado con (Sebastián) Piñera, con (Luis) Lacalle Pou. Brasil es un país que, salvo con dos países, linda con toda Latinoamérica. A nosotros nos viven entrando camiones de Brasil que vienen del mercado de San Pablo, uno de los lugares más infectados de Brasil”, remarcó.