El reclamo de justicia volvió a sentirse en el acto con que ayer se conmemoró los 25 años de la voladura de la Embajada de Israel, que produjo 22 muertes. Gabriel Pitchon, representante de los sobrevivientes del atentado, insistió en que “no nos olvidemos nunca de que este fue un ataque contra Argentina”, mientras el director general de la Cancillería de Israel, Yuval Rotem, volvió a apuntarle a Irán. “Instigó, ideó, planificó esta acción criminal y Hezbollah fue el brazo ejecutor que la llevó a cabo”, aseguró Rotem, al tiempo que el embajador israelí en la Argentina, Ilan Szulman, sostuvo que el fallecido fiscal Alberto Nisman probó la culpabilidad de ese mismo país en el atentado a la AMIA. “Debemos trabajar con alegría entre todos los pueblos del mundo por la paz y contra el terror. Ese debe ser el objetivo de todas las naciones”, sostuvo la vicepresidenta Gabriela Michetti en representación del Gobierno y adelantó que el Congreso levantará el secreto sobre los archivos de la desmantelada Comisión Legislativa Bicameral de Seguimiento de la Investigación de los Atentados a la Embajada de Israel y la Amia.

La esquina porteña de Suipacha y Arroyo, donde estaba la sede diplomática destruida el 17 de marzo de 1992, volvió a concentrar los reclamos de justicia por aquel atentado todavía sin resolución, cuya investigación está en manos de la Corte Suprema, que declaró la causa “imprescriptible”. En el palco, junto a Michetti, estuvieron también en representación del Gobierno la canciller Susana Malcorra; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli; y el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj. Entre otros, participó además de la ceremonia el gobernador tucumano, Juan Manzur. Por el Estado de Israel, estuvieron Rotem –integrante de la cancillería de ese país–, el coronel Reuben Gurstein y el embajador en Argentina, Szulman. El rabino Zvi Grumblatt leyó un Kadish, un rezo en memoria de los muertos, y la cantante Sandra Mihanovich cerró el acto al entonar Cada Día, una canción del músico israelí Idan Raichel.

En su discurso Michetti contó que ayer los senadores oficialistas y opositores firmaron una resolución para el levantamiento del secreto sobre la documentación recabada la Comisión Legislativa Bicameral de Seguimiento de la Investigación de los Atentados a la Embajada de Israel y la AMIA, un reclamo que hace años realizan algunas de las organizaciones de víctimas y familiares del atentado a la mutual judía como Apemia. 

La bicameral que funcionó entre septiembre de 1996 y 2001, produjo tres informes en los que se avaló la investigación del después destituido juez federal Juan José Galeano, que ahora enfrenta el juicio oral por “encubrimiento” y el desvío de la investigación del atentado a la AMIA. Poco se sabe, en cambio, sobre la información recogida por la bicameral del atentado a la embajada israelí. 

Michetti también anticipó que en la primera sesión el Senado este año, postergada ahora para el 29 de marzo, se aprobará el levantamiento del secreto de la Bicameral. Un tema que hasta ahora no estaba en la agenda de esa sesión y que algunos senadores opositores consultados por este diario no pudieron confirmar. La iniciativa luego deberá pasar por la Cámara baja para su aprobación definitiva.

La apertura de los archivos de la Bicameral era un viejo reclamo de Apemia, que reiteró hace un año a la propia vicepresidenta cuando se reunió con ella en busca de apoyo al proyecto de volver a conformar una Bicameral Investigadora sobre la voladura de la AMIA. Una iniciativa en la que se comprometieron todos los bloques de la Cámara de Diputados a fines del años pasado, pero sobre la que hasta ahora no hay resultados concretos.

“La apertura de los archivos de la Bicameral es un reclamo que venimos haciendo al menos hace 15 años y que hace un año le volvimos a solicitar a Michetti”, dijo a PáginaI12 Laura Ginsberg de Apemia. También recordó que “los fiscales que llevan adelante el mal llamado juicio por encubrimiento, donde se juzga el accionar delictivo del ex juez Galeano”. “Varios de los integrantes de aquella bicameral, los que aun están vivos, ya declararon como testigos en este juicio y admitieron que el trabajo que se desarrolló la misma constituyó al sostenimiento de Galeano”, afirmó Ginsberg.

Una de las resoluciones emitidas por la Bicameral fue la recomendación para la sanción de la ley del arrepentido, que la propia Ginsberg definió como la “ley (Juan Carlos) Telleldín”, en referencia al desarmador de automóviles que colaboró, a cambio de dinero ofrecido por el propio Galeano, en desviar la investigación del atentado a la Amia.