Cuando los típicos héroes de acción no están para resolver el crimen en Nueva York, aparecen ellos, los otros "tipos", los Policías de repuesto. Esta divertida y disparatada comedia dirigida por Adam McKay juega con la idea irónica de reemplazar a los clásicos protagonistas musculosos y audaces que están listos para tirar puertas abajo de una patada, por una dupla bastante particular compuesta por Allen, un contador forense de la policía de modales suaves y aspecto prolijo, y Terry, un oficial rudo de mal carácter que está condenado a trabajar en un escritorio por haberle disparado por error a una figura del béisbol.
De esa manera, a partir de la repentina y absurda muerte de las dos figuras del cuerpo policial, Allen y Terry tendrán su oportunidad de reemplazarlos, dejando el ámbito de la comisaría para pasar a la acción, a hacer lo que se considera el verdadero trabajo policíaco, y demostrar a sus compañeros que no son un par de inútiles. Para eso, comenzarán investigando un simple caso de violación del permiso de andamios por parte de un multimillonario, que derivará en una trama de estafa, persecución y secuestro de lo más divertida.
Will Ferrell y Mark Wahlberg protagonizan esta delirante comedia que recurre mucho al absurdo, al humor negro, a los gags y a la idiotez de los personajes, como ya se ha visto en otras colaboraciones entre Ferrell y McKay. Además, el director logra incluir en el relato una advertencia sobre el "Esquema Ponzi", que consiste en una operación fraudulenta de inversión en la que el operador paga a sus inversionistas el dinero nuevo que pagan los nuevos aportantes, similar a como funcionan las estafas piramidales.
Policías de repuesto, de Adam McKay, disponible en Netflix.