Referentes indiscutibles de la escena electrónica local, lxs músicxs, DJs y productores Carolina Stegmayer e Ismael Pinkler, aka Carisma, se han embarcado en un precioso proyecto: la creación del rutilante sello digital Amplio Espectro. Con nombre curiosamente premonitor, han pensado la propuesta cual cápsula de tiempo: con lanzamientos mensuales garantizados, el record label solo existirá durante un año. Rato más que suficiente para que, bajo su atenta y acreditada mirada, creen un ecléctico catálogo, un universo de sonidos que cruzarán épocas y estilos, donde editarán gemas recuperadas y novísimos trabajos de artistas de la talla de Rumanians, Carola Bony, Trineo… Además de discos de propio acervo, como Escenas, su segundo LP, lanzado vía Amplio Espectro recientemente. Acerca de la iniciativa y el disco, conversan con Las12

--¿Cómo surge la idea de fundar un sello cápsula, que solo exista por 12 meses?

Ismael Pinkler: --Hace tiempo sobrevolaba la idea de fundar un sello, pero la presión de sostenerlo en el tiempo nos frenaba. Hasta que se nos ocurrió que estuviese enmarcado en un período acotado, con uno o dos releases por mes. Algo que organiza y acelera bastante, no nos permite colgar. Es divertida la adrenalina y arenga que genera este ritmo, el deadline autoimpuesto.

Carolina Stegmayer: --Es como un experimento con plazos al que te sumergís por completo; un recorte en el tiempo que queda para siempre, no vence. Hay urgencia y, a la vez, permanencia.

--¿Cuál es el criterio que aúna la selección?

CS: --El primero y más evidente: que sea música electrónica. Siempre con un punto de locura, que sea estimulante y tenga vuelo. Pero como el nombre lo indica, la intención es que haya variedad, no atarnos a un género. Incluso, poner sonoridades bien distintas juntas, un poquito en crisis, para abrir el abanico.

IP: --Responde a una mezcla de criterios y gustos, presentando material de producción propia, de amigos y obras a descubrir. Como Estrella, el disco de Carola Bony, que aunque sea del ’96, para nosotros es un hallazgo bastante reciente; nunca se editó y suena re actual. También saldrán obras de principios del 2000 que fueron muy importantes para la escena y ni siquiera están en internet…

CS: --Aunque todavía se la viva como nueva en relación a otros estilos, lo cierto es que la música electrónica ya tiene una cierta edad. Hay otro entrenamiento en relación a la escucha y, tal vez, un disco que pasó desapercibido décadas atrás, hoy se recibe de otra manera. Por ese grado de libertad que supo tener, de exploración o buceo sonoro, pegó la vuelta…Y es parte de nuestra misión volverla a presentar a través de un sello ciento por ciento digital.

--Amplio Espectro se propone como “un catálogo de beats contemporáneos y gemas perdidas de música electrónica alternativa”, donde conviven discos nuevos, material inédito de las últimas décadas, reediciones. El próximo lanzamiento es Ani, EP de Rumanians, ¿qué seguirá?

IP: --Estamos atentos a que la secuencia de discos sea linda… Ani sale a fin de mayo, y en junio editaremos el disco debut de Naturaleza Muerta, un dúo argentino de chicos jóvenes, de menos de 25, que reside en Berlín. Hacen una electrónica colgada re bailable, que no obedece a un género específico. Después vamos a reeditar el primer álbum de Trineo, proyecto de fines de los 90s de Flavio Etcheto: temas súper rápidos, del contexto de las primeras raves en Buenos Aires, con una carga de imaginación y delirio altas, muy creativos.

CS: --Un discazo que no se encuentra en la web, quedó afuera de la era streaming y quisimos transplantarlo al presente.

IP: --Lo que buscamos es personalidad. Carola Bony, por ejemplo, habla de “la belleza del error”, muy difícil de encontrar hoy en día en cualquier expresión cultural, cruzados -como estamos- por tantas referencias. Nos interesa que prevalezca cierta inocencia, frescura…

--Cabe destacar que, a cargo de la distribución digital, está Kompakt: reputado record label de música electrónica independiente con base en Colonia, Alemania.

CS: --Los conocemos hace muchos años, ya habíamos trabajado con ellos. Y que se subieran enseguida al barco fue lo que terminó de armar el plan. Son una zarpada distribuidora, además de un sello genial, lo cual nos da un alcance enorme.

Alto Carisma

Fue a fines de marzo cuando Amplio Espectro hizo su más que auspicioso debut con Escenas, segundo LP de Carisma, su trabajo “más introspectivo hasta el momento: una banda sonora imaginaria para ocho escenas de película que van desde la meditación percusiva hasta el ambient bondage”, según propia definición. Sucesor de Gratis, álbum de 2017, propone aquí el dúo “un viaje erótico y mental a través de ritmos rotos, atmósferas dance y melodías fantasmales”. Con un enfoque romántico, eso sí… “Lo sucio y distorsionado conviven con la dulzura y el placer”, ofrece Pinkler sobre este viaje sonoro en 8 temas, creado con mimo a partir de máquinas de ritmo, sintetizadores y samplers súper procesados “que se grabaron en vivo, pero se retorcieron y mutaron a través de las ilimitadas y fantasiosas herramientas del audio digital”. Un disco delicado y enrarecido, con presencia de guiños pop, dub, trip-hop, techno… Sobre el que pesa cierta duda: ¿trabajaron con referencias visuales a modo de inspiración? Al respecto, explica Stegmayer: “No en términos de imagen, sí en cuanto a planos sonoros. Hay un recorrido envolvente en la paleta de sonidos, en las texturas, donde cada tema -cada ‘escena’- propone un clima. Y en la construcción, hay detalles más próximos, otros en segundo plano, y así…”. Por lo demás, queda en cada oyente imaginarse la película que quiera. ¿Puede, acaso, orillar este soundtrack imaginario la ciencia ficción? “Puede, pero sin platillos voladores”, bromea Pinkler acerca de un propuesta que lo mismo permite “soñar en el club que bailar en casa” amén de temas como “Nuevo amanecer”, “En tus sueños”, “Última vez”…

Nace una estrella

En charla con Las12, cuenta Carola Bony que uno de los catalizadores de Estrella fue un viaje que hizo en tren a mediados de los 90s por distintas ciudades de Europa. Recuerda “haber pasado por Frankfurt, donde -con la excusa de mostrarle el disco plateado- conocí a Achim Szepanski, que manejaba un sello buenísimo de música electrónica: Mille Plateaux. Me llevó a dar unas vueltas por boliches y me estalló la cabeza, era todo muy Mad Max”. El disco plateado, por cierto, es su primer largaduración, de 1994: devenido objeto de culto, lo editó entonces en forma independiente, sin título, y los tracks abordan desde rock oceánico hasta electrónica y ambient. Antes, ya había hecho sus pinitos en la escena local, prestado voz nada más y nada menos que en dos discos tan esenciales como influyentes del panorama nacional: Colores santos, del dúo Cerati y Melero, y Travesti, de Melero… Pero retomando aquella travesía de 1995 por el Viejo Continente, habla Carola con especial entusiasmo de cierta parada vital: Londres. Fue en la capital brit donde, de casualidad, terminó en el mítico club Blue Note de Hoxton un domingo. Nomás entrar “el drum & bass me voló el bocho, era una bomba alucinante de música suculenta que te llevaba a una danza bien ecléctica”. Por las calles de UK se hizo además de un cassette de LTJ Bukem, referente del género. Y de regreso a huestes locales, “intentando copiar -sin éxito- la locura que había escuchado en el viaje, nació Estrella en 1996”.

“No es drum & bass propiamente dicho; es más bien un experimento. Acaso su valor esté en no pertenecer a ningún género. Hay algo fresco en la ternura del error y en que se salvase todo este tiempo”, anota Carola. Acerca de la narrativa de la mentada obra, advierte que “hay una primera parte lisérgica y sexual, donde los sonidos llegan a una suerte de clímax y acaban. Y un final más triste, melancólico, que personalmente me lleva a la solitud de la condición humana”. Entiende a la estrella que da título al EP, de hecho, como un microsegundo de la creación, como un milagro pequeñito y, a la vez, explosivo: “Son sonoridades que me conectan con esa sensación de sentirse excepcionalmente único, aunque flotando solo en el universo”.

“En aquel momento, no me dieron ni cinco de bolilla; productores me decían que el material era muy raro, que acá no iba a funcionar. Me dio una bronca bárbara y, como nunca fui buena haciendo lobby, lo encajoné. Al poco tiempo me radiqué en Londres por unos años y el disco quedó en el olvido”. Hasta muy recientemente, cuando el dúo Carisma acercó a Carola Bony la propuesta de lanzar el rompedor disco en su flamante Amplio Espectro…

“A partir de la curaduría de Carolina e Ismael, dos personas tan talentosas, el propio sello es una obra en sí misma. Es lindísimo porque, lejos de tratarse de una propuesta comercial, el foco está puesto en su recorte, en su mirada. Que en esa línea, hayan decidido editar Estrella 24 años después de que fuera creado, fue una sorpresa preciosa. Estoy chocha de que se hayan interesado por este EP que no tenía destino, ¡del que yo misma apenas me acordaba!” (risas).

En 1996, Bony llevó adelante este auténtico laburo de orfebrería sonora a la vieja usanza: equipada de un mixer, un grabador de cinta abierta, un sampler Emax 2, un Korg workstation y un sintetizador Oberheim. Ese mismo año, creó también una mini-movie experimental, involuntaria pieza del tan reivindicado, tan recuperado glitch art (léase estética del error); lo hizo editando analógicamente los VHS “más warholianos” que encontró y rentó en el legendario videoclub Mondo Macabro. “Para acompañar visualmente mis shows en vivo de Estrella, que fueron pocos, armé estos collages visuales a partir de escenas de filmaciones perdidas, caseras, y de películas como Head, protagonizada por los Monkees, y The Man Who Fell to Earth, de Nicolas Roeg…”. Los vids de los temas, por fortuna, también pueden verse hoy en YouTube.

Ani, de Rumanians

Dicho está: después de Escenas y Estrella, seguirá ampliándose el incitante catálogo de Amplio Espectro el venidero 22 de mayo, cuando acaezca el inminente release de Ani, de Rumanians. Un disco que promete “pura hipnosis dance” a partir de “tres tracks que traen una nueva psicodelia con sus distintos niveles de intensidad club”, según adelantan los hacedores del sello. Rumanians, como es sabido, es el proyecto electrónico de Ani Castoldi, un nombre fundamental de la escena underground y queer local por sus diversos proyectos. Como mitad del dúo electro-pop Ibiza Pareo, que formó en 2014 con Marina La Grasta (con el que acaban de lanzar el single Aquí y ahora). Como co-fundadora de las Dengue Dancing, fiestas que -motorizadas por un deseo amoroso- cumplieron una década de gozosa vida en 2019… En charla con Las12, echa luz la artista sobre la génesis de Ani, sucesor de los discos A full y Demorón.

“A principios del año pasado, los DJ Pareja me habían invitado a hacer un show; entonces hice unos temas medio improvisados para tocar en vivo, que seguí puliendo y poniendo en mis sets. Cuando los Carisma armaron el sello y me invitaron a participar, revisé cuáles habían sobrevivido al paso del tiempo y trabajé mejor la producción. Reemplacé sonidos, volví a grabar otros… Todas las baterías son de una caja de ritmos. El maquetado lo hice con la compu y con un teclado MIDI que viene con un plug-in muy copado con sonidos de sintetizador. Después Isma (Pinkler) le dio todo el punch con la mezcla y el máster”, relata Castoldi sobre el proceso del que decantaran los temas “Ascendente”, “Noche” e “Ilusión”. Cuyas iniciales, señala, forman el acróstico de su nombre, Ani, con el que decidió bautizar el EP. “Es representativo de mis momentos en la pista: el primer tema, bien arriba; el segundo, más hipnótico; y el último, suerte de despedida, con el que solía cerrar mis sets a las 6 de la mañana”, explica la artista que, de tener que ponerle etiquetas al material, les colgaría las de indie dance, house, techno… “Ojo, se me da fatal lo de las categorías”, reconoce entre risas quien gusta proponer viajes sonoros que lleven al trance en la disco, en el hogar…

“Cuando hablamos de la fecha de lanzamiento del EP tiempo atrás, me acuerdo de haber pensado: qué bueno que salga en mayo, en sintonía con el verano europeo, para llegar a esas pistas. Dada esta situación tan atípica que atravesamos, ¡ya no se qué es la pista, ni cuando la vamos a volver a sentir!”. Así y todo, la situación discoteca no es de ninguna manera excluyente para disfrutar sus tracks. Tampoco los sets mensuales que prepara para Radio REA, llamados Rumi Dance, donde “doy espacio a mis invitades, DJs que están empezando y no tienen aún tanta visibilidad, aunque hagan cosas buenísimas. Está bueno abrir el juego, que no se repitan siempre los mismos nombres”.