Millones de asalariados formales del sector privado suspendidos de manera forzosa por las restricciones sanitarias e incluso aquellos que pueden trabajar pero en empresas muy afectadas por la crisis cobraron en estos días sumas no remunerativas inferiores a los sueldos netos que hubieran correspondido para abril y esta situación se va a volver a dar al menos el mes que viene con los salarios de mayo. También hay sectores en donde todavía no se cobró la quincena o el mes pasado y se hará en varios tramos, como ya sucedió en marzo. Asimismo, hay rebajas de sueldos entre los empleados públicos, mientras que en el sector no registrado, el panorama es todavía peor. Frente a un quiebre total de la cadena de pagos que impide a las empresas tener liquidez, un panorama futuro muy incierto y en muchos casos años acumulados de flojos resultados, el gobierno procuró que empresas y rubros que acordaron achicar los salarios quedaran bajo el paraguas de la propuesta de la UIA y la CGT que fue rubricada por el gobierno. Ese acuerdo define que el Ministerio de Trabajo homologará de forma automática disminuciones salariales de hasta el 25 por ciento en el salario neto, y que evaluará los casos en donde el recorte sea más pronunciado. Esto, en los hechos, pone un techo del 75 por ciento a los salarios netos del sector privado en rubros paralizados por la cuarentena, con impacto en alrededor de 4 millones de personas.
El gobierno considera que con el programa de asistencia ATP, que contempla el pago de alrededor del 50 por ciento de la nómina de sueldos por parte del Estado, junto a la reducción de sueldos avalada por los gremios y la baja casi a cero del pago de las contribuciones patronales, las empresas que están sin actividad pueden afrontar la carga salarial restante. Así se podría evitar que se produzcan despidos masivos, que además están desalentados por un decreto reciente que lo impide y que asegura un desenlace favorable al trabajador en los tribunales en caso de desvinculación.
Los gremios más importantes dejan al desnudo la pauta de lo que viene sucediendo en el sector privado. El Sindicato de Comercio, el mayor del país vinculado a la actividad privada, con 1.150.000 trabajadores, firmó su acuerdo que contempla el pago del 75 por ciento del salario neto de abril y mayo. El texto incluye una cláusula que permite que las empresas de hasta 70 empleados accedan a la rebaja salarial de forma expeditiva, sin acuerdo previo del gremio. “Todavía se está tratando de pagar abril. Hay un 40 por ciento de comercios que llegó a pagar el 75 por ciento correspondiente a abril, otro 40 por ciento lo está pagando en cuotas y el 20 por ciento restante lo está conversando. Hay un 50 por ciento de comercios que dicen que el mes que viene ni siquiera van a poder pagar el 25 por ciento de los sueldos que permitiría completar el aporte que hace el Estado. Mucho menos se pagan alquileres e impuestos”, indicó a este diario Mario Grinman, secretario de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).
Antes del acuerdo de la UIA-CGT, en comercios y otros rubros ya se habían acordado rebajas salariales. El acuerdo de algún modo pone sobre la mesa esta situación. En el caso de gastronómicos, que agrupa a casi 300 mil empleados, se acordó que en abril y mayo los trabajadores cobren una “prestación no remunerativa” equivalente al 75 por ciento del salario neto.
La UOM, que representa a unos 130 mil trabajadores, acordó hasta julio inclusive el cobro del 86 por ciento del salario neto. Sin embargo, hay sectores que piden ir a la baja, como por ejemplo autopartistas, que quiere que la UOM acepte el 75 por ciento del salario neto. En ese sector, durante la primera quincena de abril el 80 por ciento de las empresas pagó entre el 50 y el 70 por ciento del salario. Esos datos empeoraron en la segunda quincena. El acuerdo de UOM también nuclea a las empresas electrónicas de Afarte (5 mil trabajadores). En el caso de Smata (8 mil trabajadores), los arreglos para pagar a los obreros van del 60 al 75 por ciento del salario bruto. La Asociación Obrera Textil, en tanto, acordó con la Federación de Industrias Textiles el pago de una suma no remunerativa de entre 17 mil y 20 mil pesos por tres meses.
Solamente el puñado de convenios antes reseñados tiene impacto directo sobre 1,8 millón de personas, advierte Hernán Letcher, director del Centro de Estudios de Economía Política (CEPA). Pero la situación de rebaja de sueldos (y de retraso en los pagos) es mucho más masiva, y se estima que afecta al 70 por ciento de las empresas, que son las que están paralizadas casi o totalmente por la cuarentena, esto es, a 4,2 millones de trabajadores asalariados del sector privado. Pedro Cascales, de la CAME, indicó a este diario que “la mayoría de las pymes pagó marzo en cuotas y todavía no terminó de pagar los sueldos de abril. En definitiva, cuánto se paga termina siendo una negociación entre las partes”. Las pymes explican el 70 por ciento del empleo privado.
Según un relevamiento de la Unión Industrial Argentina, el 44 por ciento de las empresas no cuenta con la liquidez suficiente para pagar el 50 por ciento de los sueldos que le corresponde, descontado el programa ATP lanzado por el gobierno. La UIA relevó que en marzo el 12 por ciento de las empresas no pagaron los salarios. Mucho más alta es la mora en el pago a proveedores, lo cual implica un quiebre en la cadena de pagos en meses subsiguientes: el 80 por ciento de las empresas no pudo cobrar cheques en abril.