Las apariencias engañan y esos engaños tienen consecuencias en Mentiras Mortales, un intenso thriller dirigido por Nicholas Jarecki y protagonizado por Richard Gere, quien se luce en el rol de Robert Miller, un magnate y filántropo de Nueva York que parece ser el retrato perfecto del éxito tanto profesional como familiar, siempre acompañado por su fiel esposa -interpretada por una también destacable Susan Sarandon- y por su hija y futura heredera del imperio.
Todo ese caparazón de aparente perfección se rompe rápidamente en el relato cuando nos enteramos que mantiene un romance clandestino con una joven mujer, y que necesita vender su empresa para que no se descubra un fraude que ha cometido. Una vez desenmascarado este impostor, los verdaderos problemas llegarán como consecuencia de un accidente automovilístico con graves resultados, ya que se verá sometido a una investigación policial por parte de un insistente detective (Tim Roth). A partir de allí, tratará de salvar su reputación a toda costa para evitar perderlo todo.
La película maneja el suspenso a partir de lo que el espectador ya conoce sobre este inescrupuloso protagonista, y los esfuerzos que hará para no ser descubierto, cubriendo sus huellas y tapando cada hueco que vaya apareciendo hasta que resulte insostenible. Esa desesperación, muy bien transmitida por Gere, de alguna manera también interpela sobre qué haría cada uno en una situación similar, cómo se actúa cuando mentiras o secretos corren peligro de ser revelados.
Mentiras Mortales, de Nicholas Jarecki, disponible en la plataforma de streaming Qubit.tv