Organizado por los centros culturales de la Cooperación Española en Argentina: Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA), Centro Cultural España Córdoba (CCEC) y Centro Cultural Parque de España en Rosario (CCPE), junto a la coordinación de Trànsit Projectes y Plataforma/C, Travesías Argentina aparece como una experiencia a la que prestar particular atención.
Se trata de un programa de formación y mediación cultural dirigido a agentes culturales, colectivos y agrupaciones, que tengan una idea de proyecto para su ciudad, interesados en la cultura de proximidad. La actividad es de inscripción libre y gratuita (consultar https://ccpe.org.ar/web/actividades/travesias-argentinas/ ), e incluye aula virtual, desarrollo teórico, webinars, y acompañamiento online en el diseño del proyecto, a partir de la tarea de un grupo prestigioso de docentes, de carácter internacional. El inicio es el próximo lunes, y sus actividades se extienden hasta fines de octubre.
Las expectativas son de importancia. Como manifiesta Fernanda González Cortiñas, Directora del CC Parque de España, a Rosario/12, “es la primera actividad que hacemos de esta manera, junto a los otros dos centros culturales de Argentina, y se están inscribiendo personas de las tres ciudades. Me parece que puede ser muy interesante, porque la idea, además de generar esta masa crítica en relación a la cultura, es también la de un cruce entre ciudades”.
Además de Travesías, Parque España impulsa también el ciclo de formación virtual Código C (ver recuadro). Las tareas previstas eran aún más, pero el aislamiento social, preventivo y obligatorio, afectó su implementación. Tanto Travesías como Código C, “cuentan con una fuerte presencia online, y nos pareció que podían adaptarse. En ambos está abierta la posibilidad de que si se flexibilizan algunas medidas, lleguemos a tener encuentros presenciales. De esta manera, todo lo virtual fue volcado al principio y postergamos para más adelante lo presencial, si fuese necesario. Queremos hacer hincapié en Travesías y Código C porque me parece que son herramientas sumamente interesantes para el sector cultural, para trabajar en este contexto de encierro y aislamiento, y para poder pensar qué va a ocurrir cuando nos podamos encontrar. Aprovechar esta etapa para pensar y diseñar junto a otros, colaborativamente, cuál será el escenario de la cultura post pandemia. Si bien no estaba planificado así, me parece que ésta va a ser una línea transversal a todas las propuestas que ocurran”, agrega Cortiñas.
--La política cultural debe repensarse lo quiera o no, y esto es algo atractivo y preocupante.
--El tema de empezar a pensar en el mundo de lo digital y online ya es un imperativo, llegó para quedarse. Nuestras conversaciones hace algún tiempo giraban, por ejemplo, en torno a los libros y la lectura; pero ésa es otra discusión a la que habrá que dar otro fundamento. En este sentido, el mundo editorial tiene que enfrentar el desafío de que ahora, en este momento, la lectura es sí o sí digital, y que probablemente mucho de esto quede como resabio. No se trata de ser apocalípticos ni agoreros, pero creo que es un llamado de atención muy fuerte para todos aquellos que se resistían o negaban este cambio. Es una oportunidad para, positivamente, repensar todo el espacio de lo virtual como un escenario posible, en donde también ocurran cosas vinculadas a la cultura. Desde ya, existe lo negativo, en cuanto a lo imposible de encontrarnos, y esto es angustiante. Quienes están relacionados con el cuerpo, como la danza y el teatro, se ven mucho más damnificados que otros, y deben estar pasándolo muy mal. Por otra parte, en este contexto me he encontrado viendo teatro danés u ópera en vivo en Londres. Y esto también es un punto de inflexión, para pensar en esta suerte de cultura global. Habrá también mucha gente de otra parte del mundo observando qué es lo que hacemos nosotros, y eso también es un tema a tener en cuenta.
De acuerdo con Cortiñas, en Travesías Argentina “está el deseo de apoyar a los proyectos emergentes, a los incipientes, si bien se contemplan también proyectos que ya tengan su andadura o estén integrados por gente mayor (a los 35 años, de acuerdo con los lineamientos del programa). La idea es apoyar todos los proyectos culturales que tiendan a lo comunitario, a la acción cultural de cercanía, para cambiar la mirada, la perspectiva, y ver lo micro, la parte pequeña en el todo. Ya no se trata de una cultura que va desde lo grande hacia los barrios, sino al revés: lo que surge desde lo pequeño, desde la escala barrial, la escala comunitaria. Queremos acompañar los procesos que estén surgiendo desde ahí, para que tengan otra impostura, para que las comunidades generen creaciones y producciones culturales colaborativas, y apuntar a lo autogestivo, a partir de cadenas de valor en lo cultural, desde un nivel más horizontal”.